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En una de las conversaciones sobre deportes que regularmente sostengo con mi sobrino Gabriel, él me preguntó acerca de las opciones que tienen los hijos de LeBron James de llegar a la NBA y reeditar los éxitos de su afamado padre. Antes de emitir mi respuesta, vino a mi mente el tema musical de la película Rocky III, el Ojo de Tigre interpretado por la banda Survivor. La genética no garantiza la transmisión del talento, de la disciplina y de la determinación. Si bien se puede heredar una capacidad atlética innata, además de un rápido aprendizaje por la influencia de la imitación, el febril deseo de ganar, esa obsesión que se enciende y arde en las entrañas una vez en la vida, no se puede heredar porque depende de las vivencias que arrastra cada quien.
In one of the sports conversations I regularly have with my nephew Gabriel, he asked me about the chances of LeBron James' sons making it to the NBA and reprising their famed father's successes. Before I issued my answer, the theme song from the movie Rocky III, the Eye of the Tiger performed by the band Survivor, came to mind. **Genetics does not guarantee the transmission of talent, discipline and determination. Although it is possible to inherit an innate athletic ability, as well as a quick learning process through the influence of imitation, the feverish desire to win, that obsession that ignites and burns in the gut once in a lifetime, cannot be inherited because it depends on the experiences that each person carries with him or her.
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Le dije a Gabriel que LeBron James fue abandonado por su padre y su madre era una adolescente cuando lo trajo al mundo, así que creció rodeado de carencias e incertidumbre. Otras destacadas estrellas de la NBA como Dennis Rodman, DeMar DeRozan, Jimmy Butler y Kevin Durant, por mencionar algunos casos representativos, vivieron también su niñez y temprana juventud en medio de la miseria, la violencia, las drogas y el hambre. No tenían otra alternativa que jugar baloncesto hasta llegar a nivel profesional porque el otro camino era entregarse al vicio y morir en las calles. Ese mismo escenario también se presenta en Latinoamérica, pero inclinado hacia el béisbol, disciplina que ha sacado a innumerables jóvenes de los barrios, en tanto países como Brasil y Argentina utilizan al fútbol como la salida del túnel.
I told Gabriel that LeBron James was abandoned by his father and his mother was a teenager when she delivered him, so he grew up surrounded by deprivation and uncertainty. Other prominent NBA stars such as Dennis Rodman, DeMar DeRozan, Jimmy Butler and Kevin Durant, to name a few representative cases, also lived their childhood and early youth in the midst of misery, violence, drugs and hunger. They had no alternative but to play basketball until they reached the professional level because the other way was to give in to vice and die in the streets. This same scenario is also present in Latin America, but with a bias towards baseball, a discipline that has taken countless young people out of the neighborhoods, while countries such as Brazil and Argentina use soccer as a way out of the tunnel.
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Un caso emblemático en el ámbito deportivo, para demostrar que el éxito no se hereda, es el de Mick Schumacher, el hijo de Michael Schumacher, siete veces campeón de Fórmula 1. El joven alemán de 24 años logró llegar a la máxima categoría del automovilismo, pero en su camino jamás mostró deseo de acumular títulos, récords, grandeza y triunfos, de allí que en apenas dos temporadas fue dejado en libertad y ahora su futuro es muy incierto en lo que respecta a regresar. Dedicarse a una actividad creyendo que la fama de los padres es suficiente para subir hasta la cima y permanecer allí es absurdo, pero la sociedad exige mantener con vida un legado, llenar el vacío que dejó un famoso atleta retirado, sin importar que aquellos hijos se van a sumergir en un mar de insatisfacciones con una soga emocional apretando el cuello cada vez que surjan las comparaciones y el cuestionamiento sobre la genética y la sangre en los deportes.
An emblematic case in the sports field, to demonstrate that success is not inherited, is that of Mick Schumacher, the son of Michael Schumacher, seven-time Formula 1 champion. The young German, 24 years old, managed to reach the maximum category of motor racing, but on his way he never showed any desire to accumulate titles, records, greatness and triumphs, hence in just two seasons he was released and now his future is very uncertain regarding his return. To dedicate oneself to an activity believing that the fame of one's parents is enough to climb to the top and stay there is absurd, but society demands to keep a legacy alive, **fill the void left by a famous retired athlete, no matter that those children will be submerged in a sea of dissatisfaction with an emotional noose tightening around their necks every time comparisons and questioning about genetics and blood in sports arise.
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Considerar al éxito como un gen hereditario es un error y advertir a tiempo que no se tiene ese “Ojo de Tigre” porque se carece de motivación y de disciplina por alcanzar un objetivo, representa un acto de sensatez, por algo Jaden Agassi, hijo de Andre Agassi y de Steffi Graf, rechazó la raqueta y prefirió jugar béisbol. Y es que la dimensión humana es muy compleja, se pueden heredar las condiciones físicas, pero no el alma ni el corazón de campeón. Acá también es importante reflexionar sobre el adoctrinamiento que suelen recibir los hijos de atletas famosos cuando son niños, para que defiendan el apellido en el deporte, llegando inclusive a la obsesión, tal vez movidos por la sensación de experimentar una ilusoria segunda juventud.
Considering success as an inherited gene is a mistake and warning in time that one does not have that "Eye of the Tiger" because one lacks motivation and discipline to achieve a goal, represents an act of wisdom, which is why Jaden Agassi, son of Andre Agassi and Steffi Graf, rejected the racquet and preferred to play baseball. And the human dimension is very complex, you can inherit the physical conditions, but not the soul or the heart of a champion. Here it is also important to reflect on the indoctrination that the children of famous athletes usually receive when they are children, so that they defend their surname in sports, even to the point of obsession, perhaps moved by the feeling of experiencing an illusory second youth.
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No se presenta fácil el camino para LeBron “Bronny” James y más cuando el joven de 18 años sufrió un infarto durante unas prácticas el mes de julio del año pasado. El joven está luchando por un anhelo de su padre, que es jugar juntos en la NBA. Sí, honrar a los padres es un deber porque hay que agradecerles la vida, independientemente de cualquier acontecer, pero también cada quien debe enfrentar sus propias adversidades, tomar decisiones, aprender de sus experiencias y luchar por lo que cree. El Ojo del Tigre no se hereda, ni se enciende en medio de la comodidad, en ausencia de un desafío, rindiéndose ante el dolor o cerrando los ojos para comenzar mañana.
It's not an easy road ahead for LeBron "Bronny" James, especially when the 18-year-old suffered a heart attack during practice last July. The young man is fighting for his father's wish, which is to play together in the NBA. Yes, honoring parents is a duty because we must thank them for life, regardless of any event, but we must also face our own adversities, make decisions, learn from our experiences and fight for what we believe in. **The Eye of the Tiger is not inherited, nor is it ignited in the midst of comfort, in the absence of a challenge, surrendering to pain or closing one's eyes to start tomorrow.
Traducido con DeepL.
Translated with DeepL.