Hola a todos, deseo que cada persona en este mundo esté bien o que al menos tenga la fortaleza suficiente para superar cualquier situación en este lugar llamado tierra.
Hoy me siento una persona muy afortunada porque realicé una visita a un familiar muy querido, el tiempo es importante y tener con quien compartirlo para luego sentirse dichoso es lo más importante.
Fui a merendar con él, para visualizar personalmente cómo se veía, escucharle directamente y admirarle de manera directa. Llevábamos un tiempo que no compartíamos un rato.
Mi tío más especial y único, es excelente consejero, tío, pero sobre todo un gran cocinero, le gusta hacer galletas, hoy nos sentamos a degustar una buena taza de café con una deliciosa galleta de avena (mi favorita).
Mientras íbamos deleitándonos con la brisa de la tarde, disfrutamos de un buen deguste al paladar. Conversamos durante una hora sobre sus sentimientos actuales, los míos y me contó algunas de sus anécdotas. Me encanta escuchar esas vivencias que en algún punto de mi vida tan joven podrían ayudarme a solventar muchas situaciones.
Así se veía el cielo que nos acompañaba, pude deducir que era un momento muy exquisito, en el cual medité y agradecí por tan especial momento, me sentí muy a gusto, siempre recomiendo a mis amigos, familiares, y conocidos que valoren cada momento de sus vidas, no sabemos lo bien que se siente estas pequeñas experiencias hasta que aprendemos a valorarlas, aprenciarlas para sentirlas en nuestro ser, es una conexión extraordinaria que nos motiva, sacia, y nos embarca en la felicidad que muchos han definido.
Desde los más profundo de mi ser puedo decir que la felicidad no está al final de nuestras vidas, sino, en cada momento que vamos degustando como si fuera un postre.
Quiero despedirme con una reflexión personal que quisiera compartir con ustedes:
Son 90 años o menos que tenemos en este lugar llamado mundo, por qué perderlo en sentimientos difusos, mejor aprovechar cada milésima de segundo, minuto, hora, días, años. Allí está la felicidad, en degustar cada momento hasta sentir en nuestro interior la gran satisfacción que es venir a conocer personas tan especiales. Sentir cada experiencia como el instante en el que degustamos el plato de comida favorita, esa sensación de satisfacción es indescriptible.
