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"Caperucita Roja" le decían todos porque nunca se quitaba una capa roja con caperuza o capucha que le había regalado su papá antes de irse a buscar nuevos horizontes por el Lairén.
Cuando su mamá - con la que vivía en un pequeño apartamento en Cagua - le dijo que fuera a llevarle unos remedios a su abuelita quien vivía en la urbanización El Bosque, le sorprendió que la mandará sola. Pero justo tenía su madre una entrevista de trabajo y no le quedaba de otra.
Le dió pasaje, pero Caperucita sabía que no estaban tan lejos y podía irse caminando, así que se comió un barquillón con ese dinero y emprendió la marcha.
Por el camino se encontró a un señor que le decían El Lobo porque era muy peludo. Él se ofreció a acompañarla, pero a Caperucita le dió mucho miedo cuando le agarró la mano con fuerza con la suya que era grande y peluda como una zarpa.
Justo en ese momento una luz azul muy brillante los envolvió y se apareció el hada madrina de Caperucita quien le dió un fuerte regaño a El Lobo, lo hizo soltar a la niña y la acompañó donde la abuelita no sin antes cambiarle los medicamentos genéricos que llevaba por los originales que sanaron a la abuelita en sólo una semana.
María Teresa Fuenmayor "Sayury"
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