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Millones de gente muerta por coronavirus, cuando se calmó la pandemia pensamos que era lo último que veríamos. Pudimos salir de nuestro encierro a las calles, pero existían unos síntomas que aún no había mostrado el virus. Seis meses era el tiempo para que activara sus oscuros vestigios.
Rápidamente los cadáveres infectados con la enfermedad salieron de sus tumbas. Nadie se lo esperaba. Millones de muertos vivientes asolaron ciudades. Una mordida de ellos no infectaba, pero aquellos nuevos seres eran antropófagos. Las hordas de zombis eran veloces, fuertes y las balas no los podían frenar. Avanzaban imparables por las ciudades.
Era horrible no saber a dónde ir, tu hogar ya no era un refugio. Estar en afinamiento solo era llamar a la muerte a tu casa. Debías correr y alejarte lo más que pudieras de los muertos. La anarquía predominó la sociedad y era recurrente ver morir a tus familiares. Los sueños quedaron relegados al estar alerta perpetua. Y solo era la segunda fase del covid-19.
Separadores hechos en photoshop