Mi cuatro placentero.

Con mi cuatro me divierto
adondequiera que llego,
sea en serio y sea en juego
en la montaña y el puerto.
En verdad, resulta cierto
que animo mucho a la gente
que resulta complaciente
y cuando el momento pauso
me tributa un fuerte aplauso
con una emoción vehemente.

Mi cuatro me ha acompañado
desde que estaba muy chico
y soy verdadero rico
por la dicha que me ha dado.
Dios me ha otorgado en su agrado
la virtud para tocar
y así poder contentar
al público en la ocasión
y entre canción y canción
hago vibrar mi cantar.

Mi cuatro siempre me guía
por diferentes caminos
con mis repertorios finos
que todo ritmo varía.
Venezuela, tierra mía,
es testigo de su canta
al escuchar mi garganta
que aunque no es fuerte ni dura
causa mucha donosura
a quien con ella se encanta.

Por eso a mi cuatro quiero
y doy agradecimiento
porque en todo sentimiento
va pendiente su sendero.
Mi cuatro es tan placentero
que el que se pone a escuchar
tan feliz ha de quedar
porque mi cuatro en su acción
en diferente ocasión
nunca se podrá dejar.