La esposa de mi amigo.
Me critican porque trato
a la esposa de un amigo
con afecto y complacencia
y bastante compartimos.
No es amor, es amistad
a través de un gran cariño
que nos mostramos a diario
y su esposo es fiel testigo.
Al tener algún problema
por diferentes motivos
yo soy el intermediario
que en todo los equilibro.
Podemos andar los tres
a cualesquiera destinos
profesándonos respeto
con el aprecio recíproco.
Mi amigo me da confianza
y yo le he correspondido
aunque le han llegado a veces
comentarios negativos.
Nos reunimos en su casa
y en un momento festivo
bailamos, mucho chistamos
y alegres nos divertimos.
Mi pareja también sabe
la realidad que vivimos
aunque ella no participa
por ser de distinto estilo.
A Dios le doy muchas gracias
por habernos permitido
ser amistades de décadas
y así será por los siglos.
Nota:
Poema dedicado a unos amigos jóvenes muy queridos por mí.