La princesa olvidada…

editada en mandel browser.

Había una vez en tiempos lejanos donde los dragones escupían fuego y las brujas daban manzanas envenenadas una princesa olvidada, nunca nadie la quiso capturar ni mucho menos robar su corazón, esta princesa vivió feliz a su modo sin esperar al príncipe azul que a todo galope llegase a su castillo a rescatarla.

Esta princesa llamada Euphy era especial, al igual que todas las princesas que de seguro tu conoces, tenía grandes dones, cantaba muy bien y tocaba el arpa como ninguna, los pájaros del prado cada tarde le hacían compañía pero a diferencia de otra princesa esta de acá no podía estar cerca de ratones, no porque les tuviese miedo sino más bien porque eran demasiado escurridizos y pequeños.

La princesa Euphy poseía una hermosa cabellera roja, aunque sí estás imaginando que su cabello rodeaba hectareas te diré que estás más que equivocado, su cabello era largo y llegaba a su cintura, estaba algo descuidado y siempre lo usaba atado para que no le molestara en sus tareas diarias,Euphy cocinaba, planchaba y bordaba pero no para su madrastra y hermanastras, ella lo hacía por gusto y vaya que lo disfrutaba.

Se levantaba temprano y gozaba del sol, amaba los días soleados y cuando estaba triste no lanzaba hielo ya que esta princesa olvidada no era como las demás, nadaba en el arroyo cercano y cantaba para ella no para encantar a forasteros que siguieran su dulce voz, esta princesa hacía todo por gusto y ante todo para ser feliz.

Pasaba las tardes tranquila, nadie la molestaba, no había brujas que perturbaran su paz ni menos hechiceros caprichosos queriendo su amor conquistar, la princesa olvidada permanecía en calma tal cual se hallaba.

Por las noches gustaba de ver las estrellas y las luciérnagas revoloteaban a su alrededor, Euphy no necesitaba hadas que vinieran en su ayuda para asistir a bailes los cuales jamás conoció, no necesitaba magia para conseguir vestidos de encajes ella era feliz con su vestido sencillo el cual ella misma había cocido.

La princesa olvidada hizo tranquila su vida, vivió en paz y se enamoró de quien su corazón se encantó, no era un príncipe heredero montando un corcel blanco, la princesa olvidada se enamoró de un buen hombre que en vez de caballo solo poseía un carretón en el cual transportaba lo que cosechaba.

Al final de sus días la princesa Euphy la que siempre fue olvidada vivió su cuento de hadas alejada de una realidad maldita la cual vivían el restos de las princesas conocidas.