Visita Inesperada
¡Ayer pasó el del aseo!
No me lo vas a creer.
Nos quedaron viendo feo,
pues no sabíamos que hacer.
Como aquel enamorado
que se acostumbra al desprecio,
corríamos de lado a lado;
no se puede ser tan necio.
Habíamos perdí’o la cuenta
cuando fue la última vez
que el camión se dio una vuelta
con su habitual dejadez.
Ahora pasaba con prisa
como quien quiere evitar
regalar una sonrisa
a quien suele molestar.
Parece uno un pretendiente
corriendo tras la doncella
que no te pela ni el diente
aunque le bajes estrellas.
Salir a botar basura
es una misión suicida;
como el que en la dictadura
busca encontrar la salida.