Efrain Ramon is a very intelligent boy, who lives in a very humble house in the company of his little sister Makharianny, his brother Jeremias and his parents, Elizabeth and Ernesto. On an island surrounded by many mangroves and cocoa trees, he grew up in a fishing environment, he is a first class swimmer, he likes to dive into the sea, and hold his breath for several minutes, as if he were a submarine. Over the years he became a teenager, when he meets with his friends he tells them experiences he has lived on the beach, his friends laugh at these stories, they do not believe him.
One day he got up at dawn and told his parents:
"Today I'm going to the beach, I have an appointment with a character who is in the depths of this one!".
His father asked him:
"Have you ever seen him before?". He replied:
"Yes, don't ask me, more, I'm going to be late".
He said goodbye to them, with a pleasant smile, left.
Efrain Ramon is characterized for being a great swimmer, he swam out to sea, before reaching the meeting with the magician, a giant octopus crossed his path, he had to fight with him, until he defeated him. Then a giant wave similar to a steel wave lifted him almost to the height of the sky, as he could, he jumped from that height and fell into the sea. After overcoming all these impediments. At last, he succeeded in reaching the destination he had set for himself, upon arrival he very gallantly challenged the one who had summoned him:
"Sorcerer of the sea, friend, I come to fetch what you offered me!".
A few minutes later, a sorcerer emerged from the depths of the sea. In a voice, rather hoarse, he spoke to him:
"I thought you would not return, but I admire your courage in honor of that, I give you this little snail, when you are in trouble rub it!".
Coming close to her ear, he secretly said a few words to him. Then in a very loud voice, he answered him:
"Pronounce those words I have confessed to you, and you will see that you will come out successful."
Then he paused and continued:
"Don't show it to anyone. When you get to the beach, take it with you".
Then the sorcerer plunged into the depths of the sea. He never returned to the surface. As soon as the teenager, his hands a little shaky, picked up the snail and realized that it was made of a transparent crystal, quite consistent, which, in contact with sunlight, emitted flashes of rainbow-like colors. To him, this snail was a beauty. Then he carefully put it in his sweater pocket and fastened it with the snap buttons, so as not to lose it while swimming.
Before returning home, to say goodbye, he shouted:
"Thank you, friend, for the gift, I will take care of it and keep your words in mind"
Then he began to swim, and as dusk was falling he reached home.
As soon as he arrived, his father asked him:
How did it go?" he replied.
"Very well!"
His mother, very gently, said to him.
"Son, come and eat, so that later you can go and rest."
So he did.
As the months passed, very early in the morning, Ephraim Ramon, went out fishing with his father and several friends of him and his father, each one was in his boat, when they were at sea, a strong wind stirred up the waters of the shore of the beach, leaving the boats on land, which before floated in the depths of these waters. Transforming these depths of this beach, as when the Red Sea parted in two, opening a path of land.
At that moment, the young man remembered the words of the magician and, standing in the middle of the land of the sea, rubbing the snail he carried in his pocket, he said:
"For fierce wind, who first was God, than your hurricane wind!".
He made the sign of the cross. Then, with the snail in his hands, he raised his arms to heaven and, in a loud voice, shouted:
"Away, evil spirit!"
Then, invoking God, without ceasing to rub his snail, he cried aloud:
"Lord, eternal Father, appease that gale which, will put an end to my people, make these waters return to their course!".
Suddenly, a sepulchral silence reigned between them and the surroundings. In a split second, as if by magic, the waters returned to their course. Drifting in their boats, they could not get over their astonishment; nevertheless, they decided to turn back.
When they reached the shore of the beach, they made a circle and embraced and congratulated Efrain Ramon, all shouting in chorus:
"From this moment on, you have become our hero of the beach, you were very brave to defy that gale. You saved our lives and our people".
Today everyone recognizes him, as a brave young man and they call him:
"The hero of the beach".
Efraín Ramón es un niño muy inteligente, que vive en una casa muy humilde en compañía de su hermanita Makharianny, su hermano Jeremías y sus padres, Elizabeth y Ernesto. En una isla rodeada de muchos manglares y árboles de cacao, creció en un ambiente pesquero, es un nadador de primera, le gusta zambullirse en el mar, y aguantar la respiración durante varios minutos, como si fuera un submarino. Con los años se convirtió en un adolescente, cuando se reúne con sus amigos les cuenta experiencias que ha vivido en la playa, sus amigos se ríen de estas historias, no le creen.
Un día se levantó al amanecer y les dijo a sus padres:
"¡Hoy me voy a la playa, tengo una cita con un personaje que está en las profundidades de esta!".
Su padre le preguntó:
"¿Lo habías visto antes?". Él respondió:
"Sí, no me preguntes, más, voy a llegar tarde".
Se despidió de ellos, con una agradable sonrisa, y se marchó.
Efraín Ramón está caracterizado por ser un gran nadador, nadó mar adentro, antes de llegar al encuentro con el mago, un pulpo gigante se cruzó en su camino, tuvo que luchar con él, hasta que lo venció. Luego una ola gigante parecida a una ola de acero lo elevó casi a la altura del cielo, como pudo, saltó desde esa altura y cayó al mar. Después de superar todos estos impedimentos. Por fin consiguió llegar al destino que se había propuesto, al llegar desafió muy gallardamente al que le había convocado:
"¡Hechicero del mar, amigo, vengo a buscar lo que me ofreciste!".
Pocos minutos después, un hechicero emergió de las profundidades del mar. Con voz, más bien ronca, le habló:
"Pensé que no volverías, pero admiro tu valor en honor a eso, te doy este pequeño caracol, ¡cuando estés en apuros frótalo!".
Acercándose a su oído, le dijo en secreto unas palabras. Entonces muy alto le contestó:
"Pronuncia esas palabras que te he confesado y verás que saldrás airoso".
Luego hizo una pausa y continuó:
"No se lo enseñes a nadie. Cuando vengas a la playa, llévala contigo".
Entonces el hechicero se sumergió en las profundidades del mar. No volvió a salir a la superficie. En cuanto el adolescente, con las manos un poco temblorosas, sostuvo el caracol y se dio cuenta de que estaba hecho de un cristal transparente, bastante consistente, que, en contacto con la luz del sol, emitía destellos de colores parecidos a los del arco iris. Para él, este caracol era una belleza. Luego lo guardó cuidadosamente en el bolsillo del suéter y se lo abrochó con los botones a presión, para no perderlo mientras nadaba.
Antes de volver a casa, para despedirse, gritó:
"¡Gracias, amigo, por el regalo, lo cuidaré y tendré presentes tus palabras!".
Luego empezó a nadar, y cuando caía el crepúsculo llegó a casa.
En cuanto llegó, su padre, le preguntó
¿Cómo te ha ido?", le contestó.
"¡Muy bien!"
Su madre, muy gentilmente, le dijo
"Hijo, ven a comer, para que luego puedas irte a descansar".
Así lo hizo.
Al pasar los meses, muy temprano en la mañana, Efraín Ramón, salió a pescar con su padre y varios amigos de él y de su padre, cada uno iba en su bote, cuando estaban en el mar, un fuerte viento retiró las aguas de la orilla de la playa, dejando los botes en la tierra, que antes estaban flotando sobre las profundidades de estas aguas. Transformándose estas profundidades de esta playa, como cuando el Mar Rojo se partió en dos, abriendo un camino de tierra.
En ese momento, el joven recordó las palabras del mago y, se colocó de pie en medio de la tierra del mar, frotando el caracol que llevaba en el bolsillo, dijo:
"¡Para viento feroz, que primero fue Dios, que tu viento huracanado!"
Se hizo la señal de la cruz. Luego, con el caracol entre sus manos, levantó los brazos hacia el cielo y, fuertemente, gritó:
"¡Fuera, espíritu diabólico!"
Luego invocando a Dios, sin dejar de frotar su caracol, gritó en voz alta:
"¡Señor, Padre eterno, aplaca ese vendaval que, acabará con mi pueblo, haz que estas aguas vuelvan a su cauce!".
De repente, reino entre ellos y el ambiente, un silencio sepulcral. En fracción de segundo, como por arte de magia, las aguas volvieron a su cauce. A la deriva, en sus botes, no salían de su asombro; sin embargo, decidieron retornar.
Al llegar a la orilla de la playa, hicieron un círculo y abrazados felicitaron a Efraín Ramón, todos gritaron a coro:
"A partir de este momento, te has convertido en nuestro héroe de la playa, fuiste muy valiente al desafiar a esa ventolera. Salvaste nuestras vidas y a nuestro pueblo".
En la actualidad todo el mundo lo reconoce, como un joven valiente y lo llaman:
"El héroe de la playa".
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