Hola comunidad:
Esta vez quiero compartir una de las experiencias más aterradoras que he pasado en mi historia de paternidad.
Mi niño varón más pequeño tenía siete años entonces y estábamos en noche de Halloween o Noche de brujas como también se le conoce y decidimos no dejar pasar por alto la fecha. Resulta que esta víspera de todos los Santos se extendió más de lo que hubiésemos querido:
El niño estaba con una intranquilidad (como la que caracteriza a todos los niños a esa edad) y no paraba de saltar, de correr, de molestar a su hermana y gritar por toda la casa. Su mamá y yo decidimos contarles a los niños acerca de Halloween y sus celebraciones. Aunque en nuestro país no existe esta tradición, sólo de hace pocos años a la fecha se ha ido incorporando y se practica sobre todo por jóvenes y adolescentes. Les dijimos que esa noche las personas suelen disfrazarse de monstruos y criaturas míticas, hablamos de la calabaza calada con ojos y boca diabólicos. También les contamos de las travesuras de "dulce o truco" y cómo los niños llenan sus cestas con golosinas. Conversamos sobre los "trucos" y quisimos hacerle una broma que hasta hoy me duele el desenlace que tuvo.
Hello community:
This time I want to share one of the scariest experiences I have been through in my parenting history.
My youngest boy was seven years old at the time and we were on Halloween night or Halloween as it is also known and we decided not to let the date pass us by. As it turns out, this All Hallows Eve went on longer than we would have liked:
The little boy was restless (as is characteristic of all children at that age) and wouldn't stop jumping, running, teasing his sister and screaming all over the house. His mom and I decided to tell the children about Halloween and its celebrations. Although this tradition does not exist in our country, it has only been incorporated in recent years and is practiced mainly by young people and teenagers. We told them that on that night people usually dress up as monsters and mythical creatures, we talked about the pumpkin with devilish eyes and mouth. We also told them about "trick or treat" pranks and how children fill their baskets with goodies. We talked about the "tricks" and wanted to play a prank on him that to this day pains me for the way it turned out.
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Le dijimos que en Noche de brujas cuando un niño se portaba mal se convertía en fantasma. Él nos miró serio serio por un tiempo, pero al rato siguió corriendo y gritando como antes. Fue ahí donde empezamos a ignorarlo, hablaba y no le respondíamos, le hicimos creer que no lo veíamos ni escuchábamos. Así estuvimos largo rato hasta que comenzó a llorar sin consuelo, nunca lo habíamos visto llorar así. Nos costó mucho trabajo que parara el llanto y luego enmudeció, así se quedó dormido. A la mañana siguiente estaba calmado, pero aún no hablaba. Empezamos a preocuparnos, pues por mucho que le provocamos, no emitía palabra alguna.
Así estuvo todo el día y ya teníamos planificado ir al médico en cuanto amaneciera, pero cuando lo acostamos en la noche nos dijo: "te quiero mamá, te quiero papá". En ese momento nos volvió el alma al cuerpo. Su mamá empezó a llorar y yo volví a respirar, pues estábamos con cargo de conciencia. Teníamos la culpa de que el niño enmudeciera por una broma. Queríamos que aprendiera del susto y resultó todo lo contrario: los que aprendimos fuimos nosotros. Aprendimos que asustando a los niños no es como se enseña. Una broma pesada los puede afectar mucho y puede ser irreversible. En nuestro caso tuvimos suerte, pero no todos los niños reaccionan de igual manera. Tiempo después me contó una compañera de trabajo que a su hijo cuando era pequeño le hicieron pasar un susto y a partir de ahí se volvió tartamudo hasta hoy, que es ya un hombre.
Les comparto mi experiencia para que tengamos cuidado con los juegos en los niños, a veces una simple broma se puede convertir en una situación difícil para todos.
Ahora en Halloween hacemos disfraces y comen dulces, pero las bromas pesadas ya no más.
We told him that on Halloween when a child misbehaves he turns into a ghost. He looked at us seriously for a while, but after a while he kept running and screaming as before. That's when we started to ignore him, he talked and we didn't answer him, we made him believe that we didn't see or hear him. We stayed like that for a long time until he started crying uncontentedly, we had never seen him cry like that. We had never seen him cry like that before. We had a hard time getting him to stop crying and then he fell asleep. The next morning he was calm, but still not talking. We started to worry, because no matter how much we provoked him, he still wouldn't say a word.
He stayed like that all day and we had already planned to go to the doctor as soon as the sun came up, but when we put him to bed at night he said: "I love you mommy, I love you daddy". At that moment our souls came back to our bodies. His mother started to cry and I started to breathe again, because we had a guilty conscience. We were to blame for the child being silenced by a joke. We wanted him to learn from the scare and the opposite turned out to be true: we were the ones who learned. We learned that scaring children is not how you teach them. A bad joke can affect them a lot and it can be irreversible. In our case we were lucky, but not all children react the same way. Some time later, a coworker told me that her son was frightened when he was a little boy and from then on he became a stutterer until today, when he is a man.
I share my experience with you so that we can be careful with children's games, sometimes a simple joke can turn into a difficult situation for everyone.
Now on Halloween we make costumes and eat candy, but no more practical jokes.
Saludos a todos./Greetings to all.
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