When we venture into this world of motherhood, there is no script, no perfect pattern, no expert in the field who tells us exactly what to do, because although there are suggestions, advice and recommendations that are valid, each experience is unique and unrepeatable.

In these 10 years of being a mother, I have been presented with many questions, but there is no shortage of opinions from others regarding the upbringing of my daughter. These external people, who can be grandmothers, uncles, cousins, friends, anyone who feels the ability to share their experience as a father, some with impositions and others with the best intentions.

This topic has been echoing in me for some time, because although I do not have all the answers on how to raise my daughter despite being her mother, I have always liked to live with my own experiences with her.

There is an emotional resistance that in my opinion is normal with respect to the suggestions of others, that is, those who believe they know a little more, others who cannot keep their opinions to themselves, others who make themselves look like experts, even the reckless ones, the fact is that now I understand why many parents do not like to be told what to do with our children.

These days, my daughter's weight gain is becoming much more noticeable Dariana, she doesn't suffer from anxiety, in fact, her meals are in normal portions, but she has a sedentary lifestyle that has led her to have these extra kilos, which has a solution, however everyone wants to give their opinion 🙃.

Going back to what I prefer as a mother in a palpable example, is when parents tell us what to do. We can forget something at a certain moment, it's possible, but it also happens that you are about to resolve and you hear a voice saying: We have to put the bike away 🚲!! Hehehe, when you know that every day you have to put it away. Those instructions basically come from the mothers, hehehe.

The truth is that with my daughter it has been different, because she forgets everything, and that's why I tell her what to do many times and I know that she doesn't get upset. When she is older she may not like me to call her attention, because with age comes other skills, and I trust that she will be more aware of her things, and that she will be understanding and respectful, because we work on that, but this happens to both children and parents, that we do not like to be told what to do, even if many are right.

Having a defiant attitude is possibly the answer to this insistence of the outsiders that I mentioned earlier, I like my freedom to decide, to choose between different options what is best for my daughter, to avoid even the trouble of giving an opinion on how I should correct her, educate her, etc. Of course there is good advice and I take on board what I consider appropriate, but that should not be a straitjacket.

Both as children and parents, we want to experiment with our rules and wise elders always say that "people do not learn from the mistakes of others" that is, if something has happened to others because they did not act in the way that everyone believes is correct, that should be an example to not repeat the same pattern or behavior. Whether it's good or bad, the important thing is to be able to decide for yourself, and that happens when we are parents, we want to put into action our knowledge, our intuition, that instinct that we have had active since we were parents.

With this particular point of view, I would like to mark my path towards respectful parenting, but I also accept the opinion and advice of the wise, it is like a combination of experiences to give life to new options, which we have been building step by step, we do not inherit anything, we only try, we keep what is useful and the rest follows its path. Each child is different, however I respect all possible opinions, suggestions, it is rather a question of feeling the freedom that I can make the last word, considering all the possibilities for the well-being of my daughter. That's what we are doing.

Cuando nos aventuramos a éste mundo de la maternidad no existe un guión, el patrón perfecto, un experto en la materia que nos diga que hacer exactamente, porque aunque existen sugerencias, consejos y recomendaciones que son válidas, cada experiencia es única e irrepetible.

En estos 10 años de ser madre, se me han presentado muchas interrogantes, pero no faltan las opiniones de otros en cuanto a la crianza de mi hija. Estos externos, que pueden ser abuelas, tíos, primos, amigos, todo el que sienta la capacidad de compartir su experiencia de padre, algunos con imposiciones y otros con las mejores intenciones.

Éste tema me ha estado haciendo eco durante algún tiempo, porque aunque no tengo todas las respuestas de como criar a mi hija a pesar de ser su mami, me ha gustado siempre vivir con mis propias experiencias con ella.

Existe una resistencia emocional que en mi opinión es normal con respecto a las sugerencias de otros, es decir, esos que creen saber un poco más, otros que no pueden callar sus opiniones, otros que se hacen ver como expertos, los imprudentes incluso, el caso es que ahora entiendo porque a muchos papás, no nos gusta que nos digan que hacer con nuestros hijos.

Estos días, se está notando mucho más el aumento de peso de mi hija Dariana, ella no sufre de ansiedad, es más, sus comidas son en porciones normales, pero tiene un sedentarismo que la ha llevado a tener estos kilos de más, cosa que tiene solución, sin embargo todo el mundo quiere opinar 🙃.

Volviendo a lo que como madre prefiero en un ejemplo palpable, es cuando los papás nos dicen que hacer. Que se nos puede olvidar alguna cosa en un momento determinado, es posible, pero también pasa que estas apunto de resolver y escuchas una voz diciendo: ¡¡Hay que guardar la bicicleta 🚲!! Jejeje, cuando sabes que cada día hay que guardarla. Esas indicaciones básicamente vienen de las mamas, Jejeje.

Lo cierto es que con mi hija ha sido diferente, porque a ella se le olvida todo, y por eso le digo que hacer muchas veces y se que no se molesta. Cuando tenga más edad quizas no le guste que le llame la atención, porque con la edad también vienen otras aptitudes, y confío en que estará más al pendiente de sus cosas, y que sea comprensiva y respetuosa, porque trabajamos en eso, pero tanto en los hijos como los padres nos pasa eso, que no nos gusta que nos digan que hacer, asi muchos tengan razón.

Tener una aptitud desafiante, es posiblemente la respuesta hacia ésta insistencia de los externos que les mencioné anteriormente, me gusta mi libertad para decidir, escoger entre diferentes opciones lo que es mejor para mí hija, que se eviten hasta la molestia de opinar como debo corregirla, educarla, en fin. Por supuesto que existen los buenos consejos y asumo los que considero oportunos, pero que eso no sea una camisa de fuerza.

Tanto desde la posición de hijos como padres, queremos experimentar con nuestras reglas y por allí siempre dicen los sabios ancianos que "las personas no escarmientan en cabeza ajena" eso quiere decir, que si a otros les ha pasado alguna situación por no actuar de la manera que todos creen correcta, eso debería ser un ejemplo para no repetir el mismo patrón o conducta. Sea bueno o malo lo importante es poder decidir por uno mismo, y eso pasa cuando somos padres, queremos poner en accion nuestros conocimientos, nuestra intuición, ese instinto que llevamos activos desde que somos padres.

Con éste punto de vista en particular, quisiera marcar mi camino hacia la crianza respetuosa, pero también acepto la opinión y consejos de los sabios, es como una combinación de experiencias para dar vida a nuevas opciones, las que venimos construyendo pasito a pasito, no heredamos nada, solo probamos, nos quedamos con lo útil y el resto sigue su camino. Cada niño es diferente, sin embargo respeto todas las opiniones posibles, sugerencias, es más bien una cuestión de sentir la libertad de que puedo tomar la última palabra, considerando todas las posibilidades por el bienestar de mi hija. En eso andamos.