-Disculpa, tienes lumbre?- Solo quería llamar la atención de esos ojos perturbadoramente azules.
- No. Disculpa. – Respondió sin siquiera voltearse a mirarme.
-Aun así puedes encender fuego- Insistí.
-Solo si quieres ver arder Roma – respondió sonriendo; Surgió el Sol desde el azul profundo. De ahí directo al cielo
Cortesía de Ceidy Rascón Camacho. Publicadas en Facebook
Imagen tomada simplemente del Word...