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fuente El castaño no podía creer lo veía...
Hacía varias semanas que no llovía en la llanura, los sembradíos sufrían la inclemencia del astro rey, sus hojas ya estaban quebradizas por la deshidratación extrema, solo las plegarias al cielo era la única esperanza…
Para agravar más la situación en un descuido, los portones del corral quedaron mal cerrados y un lote de toros, quizás desesperados por el agobiante calor, salieron en una frenética carrera rumbo a hacia las montañas… se dice que el instinto animal los hace buscar las condiciones mínimas para sobrevivir…
Durante unas cuatro horas nadie se había percatado de la espectacular fuga de los toros, las diversas ocupaciones en la búsqueda de agua para el riego y para darle de beber a los demás animales de la granja contribuyo a que no se notara la ausencia de los prófugos…
Con tamaña ventaja aunado a lo difícil y agreste de la ruta de escape solo existía una opción para la recaptura, salir inmediatamente, cabalgando al corcel más fuerte que se disponía EL Castaño. Este era un caballo adulto, con experiencia en la persecución y rastreo del ganado bovino. Criado desde que era un potro juguetón, conocía muy bien las montañas.
Cuando el sol alcanzo el sitio en el cielo en la cual no deja sombra, la temperatura marcaba unos 48 grados centígrados, cuatro horas de cabalgata tras el rastro polvoriento de los toros aun no daba sus frutos, unos cinco kilómetros atrás, Juan había compartido con el castaño el ultimo sorbo de agua de la cantimplora… ya los espejismo comenzaban a aparecer, El binomio jinete-caballo no aguantaba más…
Se mecía lentamente de un lado a otro mientras su caballo avanzaba a trompicones ladera abajo, ambos eran víctimas del cansancio, de la sed, del hambre. Castaño no soportó más y cayó de bruces arrojándolo al suelo…
Con el impulso de la caída, ambos rodaron ladera abajo, una nube de polvo se elevaba al cielo, dificultando la visión, la alta temperatura los hacia desvariar, generando una fusión de ilusión, espejismo, calor, deseos de encontrar como paliar la sed….
Cuando el polvo regresó a su sito, abriéndose como un gran telón de un teatro Juan no podía creer lo que sus ojos le mostraban…. En medio de una laguna, apaciblemente el grupo de toros bebían y pastaban los brotes tiernos del junco que brotaban de las tranquilas aguas de un manantial… El instinto animal había funcionado, los animales encontraron agua….
It had not rained in the plains for several weeks, the crops were suffering from the inclemency of the sun, their leaves were already brittle due to extreme dehydration, only prayers to heaven was the only hope...
To make the situation worse, in an oversight, the gates of the corral were badly closed and a batch of bulls, perhaps desperate for the oppressive heat, left in a frantic race towards the mountains... it is said that the animal instinct makes them look for the minimum conditions to survive...
For about four hours no one had noticed the spectacular escape of the bulls, the various occupations in search of water for irrigation and to water the other animals of the farm contributed to the absence of the fugitives was not noticed...
With such a great advantage, coupled with the difficult and rugged escape route, there was only one option for recapture, to leave immediately, riding the strongest steed available, EL Castaño. This was an adult horse, experienced in chasing and tracking cattle. Raised since he was a playful colt, he knew the mountains very well.
When the sun reached the place in the sky where it leaves no shadow, the temperature was about 48 degrees Celsius, four hours of riding after the dusty trail of the bulls still did not bear fruit, about five kilometers back, Juan had shared with the chestnut the last sip of water from the canteen ... and the mirages began to appear, the rider-horse binomial could not stand more ....
He rocked slowly from one side to the other while his horse stumbled down the slope, both were victims of fatigue, thirst and hunger. Chestnut could stand no more and fell on his face, throwing him to the ground...
With the momentum of the fall, both rolled down the slope, a cloud of dust rose to the sky, making it difficult to see, the high temperature made them rave, generating a fusion of illusion, mirage, heat, desires to find a way to alleviate the thirst. ....
When the dust returned to its place, opening like a great curtain of a theater Juan could not believe his eyes.... In the middle of a lagoon, peacefully the group of bulls drank and grazed the tender shoots of the reeds that sprouted from the calm waters of a spring... The animal instinct had worked, the animals found water....
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