Las necesidades fisicas o el oro


La caravana viaja por el lejano oeste llevando el oro recogido de la mina, pero está disimulado como una carreta de damas.

Así que los forajidos, ávidos de robar mujeres, acechan al convoy y pelean por el contenido. Logran matar a todos los guardias y, ansiosos de mujeres, entran en la carreta. Sin embargo, solo encuentran cajas. La decepción es tremenda, ya que habían imaginado tener mil hijos con estas mujeres de ilusión. Sin mirar las cajas, enfadados, prenden fuego a la carrosa y los cuerpos de los del grupo cuidador del dinero en barras de oro.

Queda el fuego y los forajidos se van del lugar hasta que venga otra carreta, ya que están muy lejos y desesperados por mujeres. Entonces llega una segunda carreta, pero lo que era un joven a carreta abierta ni se molestan en ir los forajidos y esperan que otro ruido de carreta los alerte. Ahora este joven ve la carreta y la escena espantosa y ve brillar algo. Entra y estaba todo el oro, algunos lingotes un poco derretidos, y lo carga en su carreta y se va, dejando una caja con contenido porque no entraba. Los forajidos están al acecho y ven el brillo también en la carreta, así que se acercan al puro sol caluroso y ven el oro.

Les cambia el ánimo y se lo llevan. Notan que hay más, así que salen tras el joven que se llevó todo el oro.

El joven logra llegar a una estación, baja allí todo el oro, y su familia está entre feliz y confusa de quién será, y eso les da miedo.

Así que se va con la carreta hasta el pueblo para despistar. Cuando llega al pueblo, le preguntan: "¿No viste el convoy que traía el oro? Ya debería estar aquí." Se hace el disimulado y dice: "Andaban otros por una carreta quemada en el camino, todos muertos." Así que sale un batallón a buscar a los ladrones, señalan el tiempo llegan y los forajidos salen por el ruido a caballos y se encuentran cara a cara con los soldados.

Los encierran y les dicen dónde está el oro. Ellos dicen no saber hasta que revelan que tienen el oro. Van a buscarlo y solo encuentran una caja. Era todo el oro de los inversores para salud, escuela y cosas importantes. Les dicen dónde está lo que falta, y les dicen que creen que pasó una carreta con un joven y se detuvo, así que recuerdan que le habló en el pueblo.

Van tras el joven y le dicen dónde está el oro. Él dice que cuando pasó no había nada, esos forajidos deben tenerlo escondido.

Por no decir dónde está el oro, los llevan a la horca. Los preparan con palos, sogas, los suben. El joven está nervioso y se queda callado. Aun así, los malechores no revelan dónde está. Los ahorcan y mueren. Salen a revisar todas las casas y la zona donde se pudo esconder tanto oro. Buscan y buscan, llegan a la casa del joven y revisan todo, pero no encuentran nada. Consternados, deciden seguir buscando al día siguiente desde temprano.

El joven tiró todo el oro en el pozo de agua, así que es imposible pensar que lo escondería ahí. Comienzan a usar el oro, lo funden y hacen artesanías, anillos, y salen a venderlos a otro pueblo. Enseguida, su economía empieza a crecer, todo con el oro robado.

De los forajidos, uno se había quedado escondido por mucho tiempo por la pena de muerte y se va a ese pueblo. Reconoce al joven y ve que vende oro.

Lo encara y le dice: "Así que te robaste el oro y mataron a mis amigos. Ahora me lo vas a tener que dar todo para que no mate a tu mamá."

Así que accede y le da todo el oro. Se lleva también todo el dinero de ellos, quedando otra vez en la pobreza.

Entonces, el joven se adelanta, va a la ley y denuncia al que tiene el oro. Piden una fortuna por su vida, lo encuentran, le sacan el oro y lo ahorcan. Al joven que los denunció le dan una parte del oro. Así que vivieron felices por siempre.

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