Algo muy extraño me comenzó a pasar, sentía una sensación rara dentro de mí que no podía explicar, la percibía en lo más interno de mi ser, podría decir que se entrelazaba la sensación con mi alma, me inquietaba por no saber lo que me ocurría, entonces me fui hablar con mi viejo amigo Manuel, él sabe de esas cosas del espíritu quizá me sepa explicar lo que me sucede.
A penas comencé hablar, Manuel se dispuso a escucharme atentamente, no me interrumpió en ningún momento cuando finalice de relatarle todo lo que sentía, empezó a decirme los seres humanos confunden el placer con la felicidad, pero el placer es físico proviene del afuera y es efímero dura muy poco mientras satisfacemos los sentidos.
La felicidad es psicológica, proviene de la mente, son los eventos que vivimos en los cuales experimentamos sentimientos de estar contentos, la alegría es cuando comenzamos a entrar en contacto con el alma cuando aprendemos apreciar la vida como es, pero la dicha es algo mucho más elevado es esa fusión entre el ser y la plenitud es saber que eres más que tu cuerpo a través del cual sientes placer, más que todas las emociones que pueda experimentar la mente.
La alegría es la conexión que va dando una verdadera conexión con el alma, pero la dicha es lo sublime, es llegar ser uno con lo eterno, con lo inverosímil, es saberse uno con la eternidad, es estar en absoluta paz y silencio, es estar plenamente consciente de nuestra basta existencia que nunca terminara porque es infinita, creo amigo mío que has empezado a entablar esa conexión con la unidad.
Este es un relato para Spanish Freewrite 13 de abril-Mensaje diario de 5 minutos de la comunidad @freewrite