Mírame, diario:
Sientes cuando algo se derrumba, las paredes son tan finas que el mínimo ruido provoca un gran estruendo, se siente el resonar de una indiferencia abismal en lo profundo de una caverna llena de recuerdos. Es ahí donde choca la realidad con la fantasía, los sueños con pesadillas y sus ojos con los míos. Mirarse de frente ya es un lujo para decir verdades inciertas o a medias, queremos mucho y demostramos poco, o queremos poco y no demostramos nada. Es una adivinanza sin respuesta, un rompecabezas que no tiene forma, cómo resolver un problema matemático con respuesta incrédula. Mientras, es más fácil dejar el tiempo correr esperando un milagro, algo que nos salve de un precipicio dónde no se identifica un fondo, un sitio tan siniestro que da miedo encender una luz, nadie sabe que hallará cuando se ilumine. Y es que hay quien escoge ser ciego, sordo y mudo ante los tormentos, hay almas que no desean ser perturbadas con la realidad, prefieren seguir dormidas, sumidas en un largo soñar de fantasías sin sentido esperando en vano que un día cambien su estructura. No ataco más, estoy agobiada de arremeter contra muros de papel que no ceden a mis esfuerzos, estoy cansada de imaginar futuros optimistas dónde solo hay nada, desespero y desilución. Personalmente prefiero los sueños concretos, los refranes jocosos, las miradas perdidas que dicen mucho solo con cruzarse, prefiero el deseo, la pasión, la entrega, prefiero los sueños sin sentidos con fundamentos sólidos, en un mundo donde cada día la honestidad se vuelve un privilegio.
Y me prefiero a mi, con una amargura fría como los recuerdos del pasado, que han logrado aplacar en parte un presente que impresiona ser doloroso. ¿Por qué vivir de un recuerdo que duele tanto en experiencias, si por delante hay un corazón despedazado dándote fuerzas, si no te abandona no importa la gama de rostros que muestres, incondicional a las vicisitudes e inclemencias del momento?. ¿Acaso estás tan ajeno al querer que te parece poco lo mucho de alguien?. ¿Qué hacer cuando se seque ese manantial de cariño que a pesar de los reproches, emana rarezas de besos y abrazos?, sí, unos brazos cálidos dejarán de rodear un cuerpo desnudo y tan gélido, brindándoles caricias cual sabor a labio deseado.
No perderás porque ya la tienes cual tormento aclamado, porque sus labios se complementan y se vuelven uno a tu lado cual corazón que se funde para entregarse, cual bestia domada intentando buscar sosiego. Ya la tienes, es tuya hasta que decidas, hasta que le demuestres que no es nada, hasta que ya no pueda aguantar más y explote. Mientras, la promesa de un sinfín de intentos resonará en su cabeza, el deseo de comprender será el líder de sus pensamientos cual lazo profundo plasmado en las más hermosas letras en papel, como escrito en roca.
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🌻Texto original, fotos hechas con Canva apk.🌻
