Cuando era niño recuerdo que vivía junto a mis padres no teníamos productos procesados, ni las grandes cadenas de comidas rápidas, pero teníamos arboles que nos daban frutas y muchas cosas. La cena la servíamos tomando los ingredientes frescos de nuestra huerto y la carne la buscábamos en un vecino, aunque era mucho más trabajoso que solo ir a un súper mercado.
No tenía televisor pero en el día podíamos ver y oír las aves cantar, los animales correr y en la noche un hermoso cielo estrellado.
Así pase mi niñez en ese lugar hermoso aunque el trabajo era muy duro, y el agua la traíamos de un rio cercano y el trabajo de preparar la comida, pero no recuerdo que casi estuviéramos enfermos.
Cuando fui grande, fue a la universidad y allí descubrí todas las comodidades de la modernidad, estaba deslumbrado por la luz eléctrica que venia a las ciudades a través de las LINEAS ELECTRICAS, en vez de buscar cada mañana los ingredientes estaban los super mercados que con sus BALANZAS entregaban el peso de lo que deseábamos y lo mejor era esa comida procesada que nos libraba de cocinar y así tener mas tiempo libre.
Así comiendo esa comida, con muchos trasnochos y muchas cosas que no me daba cuenta, paso el tiempo y fui conociendo las enfermedades, yo me había casado un dia toque un cable tomo el mango de un cuchillo y salvo.
Así fuimos al pueblo un tiempo para recuperarme y allí recordé todas esas cosas que no recordaba y comiendo esa comida sana, durmiendo temprano y ese aire puro poco a poco me fui recuperando de mis enfermedades así vi que aunque la vida moderna es muy comida, lamentablemente la comida y el ambiente moderno nos llevan poco a poco a las enfermedades.