The least that can be demanded from people is equanimity, in this changing society where we live together has been inclined to indifference and individualism, but the most unfortunate thing is that we receive what we give where everything has become relative and it is only good if I do it and bad if the other does it.
The key to a more satisfactory and balanced life lies in learning to act with equanimity, living in the present and not adding unpleasant sufferings of the past, which can cause alterations in mood or sudden changes in mood, causing emotional swings causing imbalance and affecting the mental stability of the person.
When one is equanimous, wisdom and prudence can flow or appear for a moment, a prudent person is the one who observes the situation, thinks, analyzes, waits for the right time to respond, it is wise to "be ready to hear and slow to speak".
Impartiality of judgment.
To give an answer in a trial correctly is a commitment that acquires the person in charge of the case, which has to have a level of equanimity to solve both parts in an impartial way.
I will now relate a biblical story of a wise man named King Solomon, where he was presented with the case of two women in which he issued a fair judgment in its entirety.
Two women appeared before King Solomon with two babies, one dead and one alive. Both women claimed that the living child belonged to them, and said that the dead one belonged to the other. One of them declared:
-O lord, we both slept with our children in bed. And this woman, in her sleep, lay on her son, and he died. Then she laid her dead child beside mine while I slept, and took mine from me. In the morning I saw that it was not my son, but she alleges that this is mine, and that the living child is hers. Now, O king, command this woman to return my son to me.
The other woman declared:
-That is not true. The dead child belongs to her, and the living child is mine, but she is trying to take him away from me. The young king listened to both women. At last he said:
-Bring me a sword.
They brought him a sword, and Solomon said:
-Hold this sword, cut the living child in two and give one half to each.
Then one of the women exclaimed:
-O my lord, do not kill my son. Let the other woman take him away, but let him live.
But the other woman said:
-No, cut the child in two, and divide him between them both.
Then Solomon declared:
-Give the child to the woman who objected to his being killed, for she is the true mother.
And the people marveled at the wisdom of that young king, and saw that God had given him discernment.
King Solomon was one of the wisest men who existed in this world, it is evident how he put wisdom into practice by being impartial, achieving a moderate balance that allowed him to solve the case of these two women.
Version en español / Spanish version
La ecuanimidad en una sociedad cambiante.
Lo mínimo que se puede exigir a las personas es ecuanimidad, en esta sociedad cambiante donde convivimos se ha inclinado por la indiferencia y el individualismo, pero lo más lamentable es que recibimos lo que damos donde todo se ha relativizado y sólo es bueno si lo hago yo y malo si lo hace el otro.
La clave para una vida más satisfactoria y equilibrada está en aprender a actuar con ecuanimidad, viviendo el presente y no añadiendo sufrimientos desagradables del pasado, que pueden provocar alteraciones en el estado de ánimo o cambios bruscos en el mismo, provocando vaivenes emocionales que causan desequilibrio y afectan a la estabilidad mental de la persona.
Cuando se está ecuánime, la sabiduría y la prudencia pueden fluir o aparecer por un momento, una persona prudente es la que observa la situación, piensa, analiza, espera el momento adecuado para responder, es prudente "estar listo para oír y ser lento para hablar".
Imparcialidad de juicio.
Dar una respuesta en un juicio de forma correcta es un compromiso que adquiere la persona encargada del caso, que ha de tener un nivel de ecuanimidad para resolver ambas partes de forma imparcial.
A continuación voy a relatar una historia bíblica de un sabio llamado Rey Salomón, donde se le presentó el caso de dos mujeres en el que emitió un juicio justo en su totalidad.
Dos mujeres se presentaron ante el rey Salomón con dos bebés, uno muerto y otro vivo. Ambas mujeres afirmaron que el niño vivo les pertenecía, y dijeron que el muerto era de la otra. Una de ellas declaró:
-Oh señor, las dos dormimos con nuestros hijos en la cama. Y esta mujer, en su sueño, se acostó sobre su hijo, y éste murió. Entonces ella puso a su hijo muerto junto al mío mientras yo dormía, y me quitó el mío. Por la mañana vi que no era mi hijo, pero ella alega que éste es mío, y que el niño vivo es suyo. Ahora, oh rey, ordena a esta mujer que me devuelva a mi hijo.
La otra mujer declaró:
-Eso no es cierto. El niño muerto le pertenece a ella, y el niño vivo es mío, pero ella intenta quitármelo. El joven rey escuchó a ambas mujeres. Al final dijo:
-Traedme una espada.
Le trajeron una espada, y Salomón dijo:
-Toma esta espada, corta al niño vivo en dos y dale una mitad a cada una.
Entonces una de las mujeres exclamó:
-Oh, señor mío, no mates a mi hijo. Deja que la otra mujer se lo lleve, pero déjalo vivo.
Pero la otra mujer dijo:
-No, corta al niño en dos, y divídelo entre las dos.
Entonces Salomón declaró:
-Da el niño a la mujer que se opuso a que lo mataran, pues ella es la verdadera madre.
Y el pueblo se maravilló de la sabiduría de aquel joven rey, y vio que Dios le había dado discernimiento.
El rey Salomón era uno de los hombres más sabios que existían en este mundo, es evidente cómo puso en práctica la sabiduría siendo imparcial, logrando un equilibrio moderado que le permitió resolver el caso de estas dos mujeres.