Se vale por sí mismo,
detiene el tiempo hasta que sea necesario,
si es preciso por una vida entera,
de las tantas que le ha tocado vivir a su manera

Porque sabe que igual
"gira la tierra"
y el estará obligado siempre
a girar sobre ella

Guarda sus recuerdos en un armario,
la llama del saber
juguetea en su interior
encontrando la respuesta a su calvario

Abrigado junto a sus amigos imaginarios,
colgados en la pared,
esperan la nueva aventura
para echarse a volar en su mundo abstracto

Mientras todos piensan
que no conoce el amor,
es el cuenta cuentos
haciendo historias para llenar su colección

Él derrama su comprensión sobre el confuso,
escucha la voz del débil,
da un poco de aliento al que se siente perdido
y no logra encontrar su rumbo

Una forma de ser feliz entre la minoría,
no le importa pasar desapercibido,
no se queja por la posesión material
ni por pensar distinto

Se siente seguro de sí mismo
lo suficiente escribir palabras al viento,
esperando verlas caer sobre alguien que sufre
y tal vez, puedan parar su sufrimiento...

No tiene nada que ofrecer,
pero a veces un consejo vale más
que mil pasajes abismados,
con su voz puede sanar la herida de quién se siente fracasado,

de aquel que probó el sabor amargo del pecado
y llorando como niño
solo espera volver a ser aceptado

Encerrado en su cabaña,
le escribe a la soledad
y descubre que no se puede extrañar
al que aún no ha llegado

Por eso nadie le espera,
tampoco nadie sabe quien es,
un ermitaño escribe un libro con paciencia,
cada capítulo con la nota impresa: "a quién pueda corresponder"

Así rezan sus palabras,
porque son del viento,
huyendo de las multitudes,
solo espera verlas caer sobre alguien que sufre
y les puedan servir de aliento...

_{La imagen es propiedad del autor}