Feliz Dia del Periodista

Este escrito lo hice hoy para conmemorar y alzar mi voz de protesta por el Día del Periodistas que se celebra hoy 27 de junio en mi país, Venezuela.

Acá la libertad de expresión le ha costado la cárcel y muchas amenazas a varios colegas del ramo, es por eso que no quise dejar pasar la oportunidad de decir algunas cosas a modo de metáfora y reflexión.

Un Periodista Terrícola

Un día me enamoré de la justicia y de la verdad, me abrí camino contra la corriente y quise que mi voz llegara más alto cuando la acompañara la de los demás.

Me dije, quiero ser periodista, me gusta escribir y crear. "No ganarás mucho, jamás entenderás a tu jefe y el fuerte te oprimirá", dijeron... y tenían razón.

Pero nunca la libertad fue para los mezquinos o cobardes. Dependería de mí cuán apretado estaría el nudo de mi capa y si podría anular a los malos con el super poder de la expresión.

Y en el sentido de mi voz hallé cuatro más para escuchar lo que veían y decían aquellos que olfateaban verdades y mentiras. Yo llevaría volando el recado.

Valentía a medias y el bóxer por fuera, todo un personaje con las cualidades del héroe que lucha por la justicia, pero yo no era Clark. No soy tan fuerte, porque soy real.

A mí me debilita que en Venezuela, quien gobierna trafica Kryptonita. Me enferma que puedo caer preso por descubrir al corrupto, me hiere que si informo de una protesta, un verde malo cualquiera me quita la capa y arroja mi identidad a la lista de los que van un rato para el foso. Esa es la cruda verdad del héroe.

Sin embargo, de alguna forma, sigo y sé que otros también, porque todos merecemos la verdad, pero alguien, un día le puso un puesto y un precio y desde entonces nos enseñaron que como periodista debíamos buscarla y que junto al respeto, dijeron, debíamos merecerla y así nos la fueron quitando, porque al dejarla libre, nos costaría nuestro encierro.

Yo no Clark, soy un periodista terrícola, nací y vivo en Venezuela, donde se ha dicho que Luthor y sus cómplices trafican con Kryptonita, pero ellos siguen al mando de venderle al mundo una verdad a la que no le llega justicia.