Quiero confesar
que a veces siento
que mis piernas
no me sostendrán,
que las fuerzas se me acaban
y que me voy
a derrumbar.
Día a día ruego
por tener la oportunidad
de volver abrir mis ojos
y poder tranquila estar,
poder compartir
con los que quiero
y un buen día disfrutar.
Pero las preocupaciones
me sacuden
poniéndome el día difícil de llevar,
son nuestros amigos,
familiares que sufriendo a diario están,
me he sentido impotente
por no poderlos ayudar.
Por otra parte les confieso
que las fuerzas he podido recobrar,
cuando me detengo por momentos
y a mi Dios le puedo hablar,
le suplico que me ayude
y que pueda
yo aguantar.
Quiero confesar
que seré fuerte
hasta que ya no pueda más,
lo intentaré todo
para la batalla ganar,
mientras tenga un nuevo día,
una nueva oportunidad.