¿Alguna vez te has preguntado que hacemos aquí? ¿Cuál es el propósito de la vida? ¿por nacemos? por qué vivimos? ¿Por qué morimos? Son preguntas que muchas personas se hacen pero otros ignoran, viven sus vidas adaptándose al sistema o el orden según el mundo.
Unos pasan toda su vida trabajando mucho y ganando poco, otros trabajando poco y ganando mucho, otros haciendo lo que les gusta como los deportistas, músicos, pintores, cantantes, pero otros hacen un trabajo que no les gusta para poder logran lo que quieren, unas personas son correctas y muy justas mientras otros son muy injustos… Al final, cuando llega la hora de morir ¿Qué te llevas? ¿Será que te puedes llevar ese auto que con tanto sacrificio trabajaste para comprar, ¿te llevas la casa que tanto cuidaste, te llevas tu perro o algún ser querido? ¿Es fácil responder esa pregunta verdad? Simplemente no te llevas nada material, solo te llevas lo que tengas en la mente y en el corazón.
Vivimos en este mundo y somos esclavos del sistema. Tal vez dirás: ¡yo no soy esclavo del sistema! Si no sigues las costumbres humanas, como la manera de vestir según la ocasión, ir al mercado o de compras, trabajar para ganar dinero o simplemente usar el dinero y otras miles de cosas que obligatoriamente debemos realizar o que nos obligan a ser parte del sistema, entonces solo así... pero somos tan esclavos del sistema que las personas de poder que lo dominan también son esclavos de ese sistema.
Es tonto luchar e ir en contra del sistema, ya que la vida tiene un propósito más grande y toda persona busca ese propósito automáticamente e independientemente.
Dios creo al hombre con un propósito, pero ese propósito se presentó antes de crear los cielos y la tierra. (Tito 1:2 En la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los tiempos) Nosotros aun sin cuerpo físico nos encontrábamos con Dios, nos presentó este plan: venir a la tierra en un estado caído según la caída de Adán y seriamos redimido por medio de Jesucristo (1Corintios 15, 22 Así como en Adán mueren, así también en Cristo todos serán vivificados) y así aceptando ese sacrificio y siguiendo a cristo podríamos regresar y recibir una recompensa según nuestros actos.
Antes de nacer estábamos con Dios, pero no lo recordamos ya que esa es parte de la prueba que el Todopoderoso nos da.
Durante toda nuestra vida tomamos decisiones y si preguntas a una persona porque tomo esa decisión siempre terminara en una misma respuesta:
“esto me hace feliz” ¿Por qué estudias esta carrera? ¿Por qué te casas? ¿Por qué vas al cine?
Tal ves la primera respuesta de una pregunta como esta, sobre una decisión que tomaste, no sea principalmente “por que me hace feliz” pero si vas más a fondo te darás cuenta que igual terminara en… me hace feliz, ejemplo:
¿Por qué trabajas?
-para llevar que comer a mi familia
¿y por qué le das de comer a tu familia?
-por que quiero verlos sanos y felices
¿Y por qué los quieres ver sanos y felices?
-por que eso me hace feliz.
Así vemos que el propósito de esta vida es ser felices tomando las decisiones que mejor nos parezcan y esa libertad de elegir nos la da Dios, pero recuerden que según esas decisiones que tomemos seremos juzgado por Jesucristo (Juan 5:22 Por que el Padre a nadie juzga, sino que ha dado todo el juicio al hijo) (Apocalipsis 20:12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante de Dios; y los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto el cual es el libro de la vida. Y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras)
Se feliz que estamos vivos para ser felices y ayuda a los demás a que lo sean, eso te ara feliz. Hasta una próxima publicación.
