Time seems to flow in a linear fashion in our reality. Perhaps we should learn to flow with it.
Nowadays it is impressive how many people suffer from depression and feel that their life has no direction. I personally believe that this is related to how much we are anchored to the past; to what has already happened and about which we can do nothing.
To let go of the past it is necessary to know what are the main causes for which our mind clings to it. I consider that the first cause is related to what is certain: the past has already happened and nothing in it will take me by surprise. It is linked to our comfort and fear of the present.
However, we have given so much space to the past that our "I" of the present has been left aside. We stop living our life, to hold on to what is past. How difficult it is to let go of that which made us happy at the time or which, on the contrary, allows us to relive the feeling of unhappiness and humiliation that we believe we deserve.
This process is about you. Only you know what it is that keeps you tied down and what are the memories that do not leave your head; only you know the feelings and sensations that these memories produce in you, and it is up to you to let them go.
It is then that you will discover that the present is a gift that deserves to be lived.
ESPAÑOL
El tiempo parece fluir de manera lineal en nuestra realidad. Quizás debamos aprender a fluir con él.
Hoy en día es impresionante la cantidad de personas que sufren de depresión y que sienten que su vida no tiene un rumbo. Personalmente creo que esto está relacionado a lo mucho que estamos anclados al pasado; a lo que ya ocurrió y sobre lo cual no podemos hacer nada.
Para dejar ir el pasado es necesario conocer cuáles son las causas principales por la cuales nuestra mente se aferra a él. Considero que la primera causa está relacionada a lo seguro: el pasado ya ocurrió y nada de lo que hay en él me tomará por sorpresa. Está ligado a nuestro confort y el temor que le tenemos al presente.
No obstante, hemos cedido tanto espacio al pasado que nuestro “yo” del presente se ha quedado a un lado. Dejamos de vivir nuestra vida, para aferrarnos a lo que ya pasó. Qué difícil es soltar aquello que nos hizo felices en su momento o que, por el contrario, nos permite revivir el sentimiento de desdicha y humillación del que nos creemos merecedores.
Este proceso se trata de ti. Solo tú conoces qué es lo que te mantiene atado y cuáles son los recuerdos que no abandonan tu cabeza; solo tú conoces los sentimientos y sensaciones que estos recuerdos te producen, y de ti depende dejarlos ir.
Es entonces cuando descubrirás que el presente es un regalo que merece ser vivido.