Aquí vamos de nuevo corazón

Luego de tantas decepciones amorosas, uno ya no quiere seguir intentando más, y mucho menos cuando ya has conocido al amor de tu vida pero el mundo con su... inigualable hipocresía te crucifica el corazón y reprime tus sentimientos más frágiles, ya no te quedan ganas de seguir luchando, ya no quieres seguir intentando, no buscas más nada que no sea tu propia tranquilidad y te encuentras en la búsqueda de una armonía y equilibrio que te ayude a olvidar tanto tormento, porque simplemente ya no te quedan fuerzas y ya todo se torna gris, intentas borrar el pasado, aunque la vida te lo ponga enfrente y se siente a tu lado para decirte que él también necesita olvidar,es el momento en el que te detienes a pensar si renunciar a todo y a todos para ir tras la felicidad o por el contrario sueltas tu propia felicidad para no lastimar a los tuyos, en medio de ese dilema caminas por la delgada linea del amor y el desamor.

Sin embargo, tienes un amigo que al parecer es más valiente que tú, tienes ese cómplice que tiene el valor de curar sus propias heridas, sacudirse el dolor, crear una amnesia emocional y te toma de la mano y te dice: "vamos a intentarlo una vez más" ese aliado que te susurra al oído que juntos han batallado y que aunque sólo han vivido de derrotas, nunca es tarde para intentarlo de nuevo, nunca se debe renunciar a nuestro sueños, incluso cuando ese sueño incluye al amor, ese amigo no es otro que el corazón, pero ya tú perdiste las esperanzas y tienes una nueva amiga, que te ayuda a olvidar, a quererte más a ti misma, te enseña que la vida no siempre se recorre junto a alguien, me refiero a una compañía sentimental, claro que la familia y los amigos siempre caminaran a tu lado, pero aunque el tren esté abarrotado de gente, el puesto de al lado sigue vació, Esa amiga que entra en discordia con el corazón se llama "soledad" y es tan egoísta que ya no te quiere compartir.

Ahora bien, ¿recuerdan el puesto vació en el tren?... siempre hay alguien que le molesta ir de pie, y se sienta allí, justo al lado, sin pedir permiso, sin avisar y sin saber ni siquiera si el puesto estaba ocupado, simplemente se sienta, te sonríe, te da los buenos días, te enseña un manera distinta de expresar los sentimientos, se vuelve tu mejor compañero de viaje, y aparece nuevamente el corazón avisando con sus latidos acelerados que es momento de volver a intentar, sin embargo, el miedo sigue latente, uno intenta ver por la ventana, taparse los oídos, no decir ni una palabra, uno decide enmudecer y volverse Shakira: ciega, sorda y muda... pero se nos olvida que el amor no se ve, no se dice, ni se escucha, el amor se siente y entra justamente por el corazón, entonces, te percatas de que ya es tarde, ya no vale la pena ignorarlo, ya no podemos dar un paso hacia atrás, y es cuando no tienes más opción que decir: aquí vamos de nuevo corazón

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