Hola papá Alejandro. Te habla la mamá de tu única hija, aunque nunca leas estás líneas, me desahogo por este medio porque es mi manera de decir lo que siento y que a alguien le importe tal vez...
Nuestra relación no comenzó normal, yo no soy normal, tú tampoco... A veces me sorprende lo lejos que hemos llegado porque ante todo amas a tu hija... Y si no ha fluido más él "nosotros" es porque más allá de mis errores que se que tengo, hay algo de ti que no termina de madurar...
Y se que no me pides que me quede esperando por ti. Yo tampoco me quedo sola por solo esperarte... Lo que pasa es que yo he vivido lo suficiente y hay cosas que no volvería hacer ni que me pagarán después de ser madre... Mis valores hoy en día me lo impiden. Y no sé, simplemente creo en la familia hoy más que nunca. Y se que aún en ti, en tus ojos hay una esperanza pero debo ser paciente. Porque como artista tengo la sensibilidad de darme cuenta de que te falta mucho por recorrer y me duele verte hacer estupideces, por eso, prefiero quererte a una distancia prudencial, para proteger mi corazon. Y simplemente verte desarrollarte como padre, que al final es lo que más amo de ti. Porque ciertamente yo también tengo mis problemas sin resolver con mis padres... Y creo que la vida te envió para enseñarme que tengo que perdonar y aceptar a las personas tal cual son y dejarlas vivir su proceso. Porque al final mi hija quiere a una madre feliz. Y yo quiero que mi hija tenga sus dos padres felices, aunque eso implique nuestros corazones alejados. Solo le pido a Dios que me ayude a tener fortaleza y enfocarme en mi hija, en mis metas profesionales, en mis padres que están mayores, y en mi como mujer. Tal vez viva mi vejez sola. Qué más queda. Al menos quiero tener solvencia económica en un futuro no tan lejano. Y que la vida me ayude a ver a mi hija grande y exitosa como su madre.