IL MIO VIOLINO quarta puntata/MI VIOLÍN episodio 4

ITALIANO
Un salto nel tempo: atto quarto
Furono sette splendidi anni musicali. Ero la violinista ufficiale della English Speaking Church e con il tempo a me e alla pianista si erano aggiunti un chitarrista e una cantante (una coppia sposata di musicisti). Anche la moglie del pastore aveva una splendida voce per cantare e infatti spesso guidava la congregazione, insegnando nuovi canti. Dopo quei sette anni, mi ero purtroppo ritrovata davanti a un nuovo bivio: porre fine ai miei studi, essendo già laureata o proseguire con la scuola di specializzazioni legali biennale. La seconda scelta, che mi avrebbe abbuonato un anno di pratica legale, rendendo quest'ultima oltretutto molto più leggera a seconda delle circostanze, avrebbe segnato la fine dei miei viaggi domenicali torinesi. Per il semplice motivo che la scuola di specializzazioni legali era talmente impegnativa che non avrebbe lasciato spazio a quasi nient'altro se non studiare il triplo e il quadruplo di quanto si faceva all'università. C'era da preparare con cadenza settimanale un esame sulla falsariga del concorso in magistratura oppure dell'esame forense, a nostra scelta. E ogni settimana, oltre ai manuali che contenevano uno standard di 1500 pagine PER OGNI VOLUME e altrettanti voluminosi codici, c'erano mazzi di sentenze a decine e decine alla volta, più riviste giuridiche e pure materiale online (qualche sentenza rigorosamente online era tra l'altro accessibile solo dietro abbonamento, cosa si cui la SSPL non ci aveva per nulla edotti all'iscrizione e infatti chi non si poteva permettere certe esose spese finiva bocciato all'esame settimanale in una prova che richiedesse la conoscenza proprio di quel materiale).
Inutile dire che, errore o meno, avevo operato questa seconda scelta di proseguire gli studi giuridici, ritrovandomi a trascorrere intere giornate alla SSPL, ubicata a Torino anch'essa. La filippica continua.

IMG_20220913_182915567.jpg

Ps.: foto della prima facciata del certificato di garanzia del mio nuovo violino (scusate quello sfocamento, ma il mio Moto G10 non sempre scatta foto eccelse al di là delle ore diurne). Hofma è la marca del mio violino

frame.png

ESPAÑOL
Viaje en el tiempo: cuarto acto
Fueron siete años musicales maravillosos. Yo era el violinista oficial de la Iglesia de habla inglesa y, con el tiempo, un guitarrista y un cantante (un matrimonio de músicos) se habían unido a mí y al pianista. La esposa del pastor también tenía una notable voz para cantar y, de hecho, a menudo dirigía a la congregación, enseñando nuevas canciones. Después de esos siete años, desafortunadamente me encontré en una nueva encrucijada: terminar con mis estudios, después de licenciada, o continuar con la maestría en Derecho de dos años. La segunda opción, que me habría levantado un año de prácticas y también proporcionado una mucho más llevadera, según las circunstancias, habría supuesto el fin de mis viajes dominicales a Turín. Por la sencilla razón de que la maestría resultaba exigente que no dejaba espacio para casi nada más que estudiar tres y cuatro veces más que en la universidad. Tuvimos que preparar un examen semanal al estilo de la competencia en el poder judicial o del examen de abogacía, según eligiéramos. Y cada semana, además de los manuales que contenían un estándar de 1500 páginas POR VOLUMEN y otros tantos voluminosos códices, había paquetes de sentencias, docenas y docenas a la vez, además de revistas jurídicas e incluso material en línea. Cabe destacar que, algunas sentencias estrictamente en línea, solamente eran accesibles por suscripción, de lo que el curso de maestría no nos había informado en el momento de nuestra matriculación y, de hecho, los que no podían permitirse gastos descomunales acababan suspendiendo el examen semanal en una prueba que exigía el conocimiento de ese mismo material. Para bien o para mal, había tomado esta segunda decisión de seguir con mis estudios, terminando con el pasar días enteros en el curso de maestría, también situado en Turín. El papeleo continúa.

IMG_20220913_182915567.jpg

Ps.: foto de la primera cara del certificado de garantía de mi nuevo violín (les pido disculpas por el desenfoque, pero mi Moto G10 no siempre saca fotos maravillosas más allá de las horas de luz). Hofma es la marca de mi violín

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
Join the conversation now
Logo
Center