Hola chicos.
Hasta ahora todo ha ido en conformidad con lo planeado, o al menos así aparenta.
A decir verdad, algunas cosas no han salido como lo esperábamos, y al contrario de sentirnos tan felices como pensamos, las cosas no han salido bien por un lado, aunque por otro sí, así que mejor nos quedamos con lo mejor de cada situación, y de lo malo, pues sencillamente tratamos de aprender algo tal vez.
Les contaré un poco:
A finales de abril, teníamos pensando sembrar algunas cosas en la huerta que posiblemente usaríamos para vender y así poder sacar alguna ganancia entonces. Pero para ello, se tuvo que invertir en algunas semillas de maíz y frijol, eso sin meter el trabajo de mover y limpiar todo el terreno, y que aunque es algo normal, no deja de ser un trabajo fuerte.
Según lo pensado, se había previsto que a finales de julio comenzarían las tan ansiadas lluvias, y digo tan ansiadas, puesto que el verano había sido muy fuerte, uno de los más duros que jamás había vivido.
Y sí, las primeras semanas fueron muy buenas, por lo que entonces decidimos sembrar algunas semillas, pocas, puesto que algunas de estas no son tan fuertes.
Así que nos animamos y sembramos más, así como otros rubros que sin duda alguna se benefician plenamente del agua de la lluvia...
No obstante, esta es la imagen de lo que queda de dicha siembra:
Básicamente, el sol se consumió todas las semillas, tanto las que habíamos sembrado nuevas, así como las que ya estaban en proceso de germinar, así como el maíz que se ve al final, que se perdió gran parte de la cosecha.
De algunos kilos, solo se pudo recoger unos cuantos gramos solamente, así.
Este no fue el único que se vio afectado por las altas temperaturas y las lluvias tardías que estamos experimentado ahora, incluso algunas plantas que ya habíamos trasplantado, no han terminado de adaptarse a la tierra, y mas con el clima que a veces es de 34 grados, les hace imposible poder mantenerse.
Lamentablemente, algunas plantas ya casi listas, e incluso dando algunos frutos, también se vieron afectadas, como esta planta de pimentón, que de hecho, está bajo la sombra, se ha casi que doblegado debido al resplandor que esta cerca.
Era un planta que habíamos dejado al azar, así que no nos habíamos preocupado tanto para hacerle mantenimiento, por lo que, se ve con un poco de maleza, pero sea como sea, es inclemente el sol de estas semanas que han pasado.
Por último, también quisimos plantar algunas semillas de espinaca, pero, pasaron pocas horas, y acá quedó esta postal:
Aún así, no todo es malo. Realmente es algo grato poder observar que algunas plantas en casa está dando buenos frutos, y que pese al clima tan crítico, se han ido llevando poco a poco.
Justo ahora, ya hay más de 15 racimos en la huerta, de diferentes variedades, pero todos hasta ahora llevan un buen peso y tamaño.
De hecho, las plantas se han conservado bien, pues con el agua que podemos suministrarles, ha sido posible que se mantengan en pie y con un buen follaje.
Esta es de plátano, al menos 20 unidades tiene, y al pensar en como se vende en el mercado, es un producto bastante práctico para la venta.
Justo ahora, hay algunas plantas que posterior al haber echado el racimo, sus hojas comienzan a ponerse amarillas, ya sabemos que enfermedad es, por lo que hemos estado tratando de atenderla lo más pronto posible, y así entonces poder cultivar.
Acá parte de la cosecha. Cada plátano con un buen peso y tamaño, ideal para la venta y distribución, aunque por ser tan pocos, simplemente hemos estado comiendo y compartiendo con algunos vecinos y familiares, ya en una mejor cosecha, seguro será diferente.
Saludos queridos amigos.
