Talking about Mario Kart is talking about one of the most important video game franchises that exist, something quite respectable if we take into account that at the end of the day it is not little more than an ambitious spin+off of Super Mario Bros, however, the idea Mixing the most famous plumber in the world with a racing game helped him found a whole new subgenre within the industry, with formulas that very few have successfully replicated.
With several installments over the years (all considered the best in the catalog of their respective consoles), there are some versions of Mario Kart that are quite conservative and others that are open to experimentation, which creates a situation where each game is essentially the same, but at the same time it has a lot of substantial differences when it comes to the overall experience.
In this spectrum, Mario Kart 7 seems to take things the safest way, a decision that carries with it several advantages and disadvantages.
Beginning with its own name, Mario Kart 7 is a portable vanilla Mario Kart experience with all that that entails, evident in the roster of available characters, the courses, and the modes of play... Though there are brief sighs of creativity in very specific mechanics (such as the possibility of "building" our vehicle by altering the wheels, body and wings), as well as the possibility of flying in short sections of each track.
We must admit that this very conservative nature does not end up being a negative, in fact, it is something that works to give a timeless vibe to a game that exists in the confines of a quite technically limited handheld console, and takes advantage of this neutrality to dedicate resources to very neat graphics, a solid musical environment, and a selection of drivers available that it's hard to complain about.
The controls work well and beyond the discomfort caused by the smallness of the 3DS (or rather the largeness of my hands) Mario Kart 7 is a very correct synthesis of the formula, less chaotic than the Wii version but functional enough to so that our victories are satisfactory.
The small details such as the addition of the Mii and the coins as a mechanism for acquiring new pieces are appreciated, the track selection pays homage to the classics and introduces new alternatives and in general the entire aesthetic finish is very well done.
Mario Kart 7 sacrifices originality for the benefit of consistency, a creative decision that ends up leaving us with a game that ironically survives the passing of the years, but that we could also classify as forgettable.
Hablar de Mario Kart es hablar de una de las franquicias de videojuegos más importantes que existen, algo bastante respetable si tomamos en cuenta que al final del día no es poco más que un ambicioso spin+off de Super Mario Bros, no obstante, la idea de mezclar el fontanero más famoso del mundo con un racing game le sirvió para fundar todo un nuevo subgénero dentro de la industria, con unas fórmulas que muy pocos han sabido replicar con éxito.
Con varias entregas a lo largo de los años (todas consideradas de lo mejor en el catalogo de sus respectivas consolas), existen algunas versiones de Mario Kart bastante conservadoras y otras dispuestas a la experimentación, lo cual crea una situación en dónde cada juego es esencialmente lo mismo, pero a su vez cuenta con una gran cantidad de diferencias sustanciales cuando se trata de la experiencia general.
En este espectro Mario Kart 7 parece tomarse las cosas por el camino más seguro, una decisión que lleva consigo varias virtudes y desventajas.
Empezando por su propio nombre, Mario Kart 7 es una experiencia portátil de Mario Kart vainilla con todo lo que esto implica, algo evidente en la plantilla de personajes disponibles, los circuitos y las modalidades de juego... Aunque existen breves suspiros de creatividad en mecánicas muy concretas (Como la posibilidad de "construir" nuestro vehículo alterando las ruedas, carrocería y alas), así como la posibilidad de volar en secciones cortas de cada pista.
Debemos admitir que está naturaleza tan conservadora no termina siendo negativa, de hecho, es algo que funciona para darle una vibra atemporal a un juego que existe en los confines de una consola portátil bastante limitada técnicamente, y se aprovecha está neutralidad para dedicar los recursos a un aspecto gráfico muy prolijo, un ambiente musical sólido, y una selección de pilotos disponibles de las que es difícil quejarse.
Los controles funcionan bien y más allá de la incomodidad producida por lo pequeño del 3DS (O más bien de lo grande de mis manos) Mario Kart 7 es una sintetización muy correcta a la fórmula, menos caótica que la versión de Wii pero suficientemente funcional como para que nuestras victorias sean satisfactorias.
Se agradecen los pequeños detalles como la adicion de los Mii y las monedas como mecanismo de adquisición de nuevas piezas, la selección de pistas rinde homenaje a los clásicos e introduce nuevas alternativas y en general todo el acabo estético está muy bien hecho.
Mario Kart 7 sacrifica la originalidad en beneficio de la consistencia, una decisión creativa que termina dejándonos un juego que irónicamente sobrevive al paso de los años, pero que también podríamos catalogar de olvidable.
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