Vivir viviendo
Ayer, ese día que no quisiera ya recordar, son recuerdos que vienen a mi memoria, que no quisiera manchar, solo quiero seguir adelante, vivir el hoy, no sé si tendré un mañana, todo es incierto, ya no lo sé...
Solo sé, que el presente es este, este que me ha permitido vivir, la corta vida que llevo y quiero vivirlo a plenitud, no sé cuándo partiré, por eso quiero disfrutar cada sorbo, quiero vivir viviendo sin más y sin menos, solo aceptando todo tal cual como sucede...
Cada día agradezco a Dios por ese nuevo día, por este presente vivo, dónde siento que respiro, donde mis signos vitales se sienten, siento la vida correr por mis venas, esos latidos arraigados que se escuchan como tambor en mi corazón...
Ya mi visión de vida se transformó desde hace mucho tiempo, ya no soy la misma, veo con otros cristales, esos que me permitieron apreciar mi presente, darle importancia a la visión de vida, más allá del significado fisiológico, motor, psíquico o anatómico...
Sencillamente experimente de cerca la muerte, y déjeme decirles que no me gustó para nada verle la cara, ahora aprecio esa oportunidad que Dios me volvió a dar y la vivo sin quejas, sin lamentos, sin tantos prejuicios, solo acepto cada momento tal cual como se presenta, solo trato de buscar en un problema las soluciones que estén en mi alcance y las que no sencillamente las dejo en manos de Dios, dejando todo correr, que esas aguas agarren y tomen su curso...
Agradezco el hoy, porque me siento más viva que nunca, ya no pienso desgastarme, pensando en un futuro incierto, aferrada a un pasado que ya no ha de volver, solo quiero vivir este presente, donde quiero sentir la vida en el respirar, quiero ser, estar y existir, deseo saborear ese sentir y en ese vivir, viviendo totalmente a plenitud...
Tan solo deseo sentirme viva de verdad, que mi espíritu sea libre, hacer camino al andar, lograr el equilibrio de la armonía, ese o aquel buscamos, para hallar la felicidad...