Porque ayer vi una pena pasar por mi casa
y me saludó como si no fuese yo,
un humano infeliz al que el mundo le partió el corazón.
Me le quedé mirando expectante,
buscando su atención sin parar
pero la pena ya iba distante
y yo sin esperanzas de poderla alcanzar.
...
Otro día pasó la alegría,
buscando abrigo desesperada
y por la ventana veía las calles desiertas
en una ciudad helada
buscando refugio en la tempestad de la vida.
Y tocó a mi puerta, entonces
no le abrí, desconfié como todos,
y fue así como la oportunidad se fue de golpe
y cambié soledad por alegría de todos modos.
...
Luego me encontré el amor de paso
y me enredé en su maraña
y el amor se fue y me mató despacio
ahora estoy aprendiendo de nuevo a respirar.
Cuando el amor se marchó dejó la puerta abierta
por donde la pena se pudo colar
y al verme las tantas heridas abiertas
me infectaron con su negrura y malestar.
....
Busqué por la ventana una noche entera
el paso de la alegría por la calle en soledad
pero la pena me decía que desistiera
que alegría ya no pasa, que espere la piedad.
Y un día bueno apareció la amistad,
la pena me hizo ignorarla porque no se parecía al amor
pero a ella no le importó los desmanes y sin dudarlo, se quedó.
.....
Y me convenció de reír abiertamente
tomó mi mano cuando pude caerme
me leyó poesía para poder conmoverme
y se deshizo de la pena, sin inconvenientes.
Me enseñó que el amor es uno, y es egoísta
pero la amistad es sincera y masoquista
porque aunque le cause dolor su ser querido
no lo abandona, aunque no esté herido.
...
Y no busqué más, me quedé con la amistad
no extrañé los apasionamientos ni la media verdad
porque gracias a ella aprendí,
que siempre en la vida puede haber otra oportunidad...
Foto Propia Tomada con un Samsung Galaxy S7