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Todo pasa y nada queda, todo se va y todo llega, pasan los días y las primaveras, las alegrías y las penas, la libertad y la condena, el encuentro y la espera, las despedidas y las buenas nuevas y la muerte todo se lleva.
Todo pasa y nada has de tener, el mundo no se para a tus pies, pasa el fuego y las pasiones, los deseos y las emociones, los odios y los rencores, los sueños y los amores, las envidias y las ambiciones, siempre viene algo que los borre.
Todo pasa y deja de existir, se termina el tiempo y el vivir, el otoño pasa y otro ha de venir y el invierno llega aquí, la primavera y el verano se vuelven a ir, pero todo pasa y deja de existir, eso amor nos ha de pasar a ti y a mí cuando hayamos de morir.
Todo pasa sin ninguna consideración, sin tregua ni contemplación, sin miramiento ni compasión, sin causa ni remisión, sin avisar y sin razón, sin decirnos nada y sin adiós, aunque nos duela en el corazón siendo nuestra peor condenación.
Todo pasa y nada queda porque la vida es pasar, es fantasía y es deseo, es quimera y es realidad, locura y cordura, mitad mentira, mitad verdad, son sueños imposibles, pero nos gusta de soñar aunque los sueños más bellos también terminan por acabar.
Todo pasa y nada queda, nosotros hemos de pasar como ráfagas de viento que vienen y se van, como luz de alborada que con la salida del sol ha de marchar, como recuerdos que se alejan siendo simplemente una estela en la mar.