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LA PAZ INTERIOR NO SE NEGOCIA

En la actualidad es muy fácil que las personas se encuentren estresadas, desorientadas, con incertidumbre, rabia, tristeza y muchos otros sentimientos que se han intensificado con la pandemia. Hoy en día pareciera que nada nos satisface y que nuestra forma de vida está anclada a un sinfín de acontecimientos que no podemos controlar. Este post mis estimados amigos, está dedicado a reflexionar acerca de la importancia de la paz interior.

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Source:freepik.es

Mucho se dice y se habla acerca de la paz y esa sensación de estar en calma con todo lo que nos rodea, sin embargo, la paz en su significado más profundo es mucho más que esa calma que recorre el cuerpo. La paz se traduce en un equilibrio entre los pensamientos, espíritu, acciones y palabras, lo cual tiene su asidero en lo más profundo de del ser, en el yo interno, de allí la paz interior.

Una persona con paz interior es capaz de transmitir paz en todo lo que le rodea, es una persona cuyos pensamientos son positivos y generan bienestar a todo su organismo, recordando que nuestra mente nos controla, en la actualidad muchas personas se ven afectadas por todo esto de la pandemia por los cambios inesperados que ese problema de salud pública ha traído a la vida de todos los seres que habitan el planeta, sin embargo, a mi modo de ver no sólo ha sido la pandemia sino la forma en la que esta se ha tratado en el entorno desde la desinformación hasta la excesiva cantidad de noticias nefastas, una peor que la otra que llegan a través de todos los medios y redes sociales y alteran indescriptiblemente el equilibrio mental de las personas.

Así mismo, dentro de las cosas que comprometen la paz interior se encuentra la fuerza que le hemos dado a otras personas e incluso el poder de afectar nuestra vida negativamente, hay un dicho muy viejo que dice “ave de mal agüero, por mi casa no la quiera ni que cante como un canario…” cuantos de nosotros dejamos que en algún momento una persona se adueñara de nuestra paz interior a un punto tal que no podíamos tener un solo minuto de tranquilidad porque esa persona nos alteraba.

Muchos quizá aprendieron de esas situaciones en las que personas ajenas, extrañas o hasta cercanas le robaron la paz para no repetirlo otra vez en sus vidas. Mi estimado lector, soy una persona que cree y confía en la buena fe de las personas y que con los años, tropiezos, caídas y volverme a levantar aprendí que mi paz interior sólo depende de mí, mis pensamientos y mis acciones, que nadie por mucho que le ame puede perjudicarme si yo no se lo permito.

La paz interior requiere de un trabajo que comienza en el amor propio, que nada tiene que ver con ser ególatra o egoísta. El amor propio tiene que ver con el afecto que me tengo a mí mismo que parte del respeto a mi dignidad como ser humano, a estar consciente de mis derechos, de tener firmes valores y la convicción de que soy valioso e importante desde el reconocimiento de mis virtudes y defectos. Esto mis estimados es un camino a veces desconocido porque de pequeños nos enseñaron que el amor venia de afuera de lo externo y no de mi propia valoración.

La paz interior se transmite desde mi centro de equilibrio formado por mis pensamientos, emociones, acciones y reacciones ante las circunstancias que nos puedan afectar y, no de las demás personas que nos rodean a menos que le hayamos dado el poder a alguien más ese poder, lo cual nos convertiría en autómatas. Mis estimados lectores estoy convencida que las personas tendríamos mejores relaciones entre nosotros mismos si dejamos de buscar culpables a nuestros, problemas de cualquier tipo, fuera de nosotros mismos. Si bien es cierto que hay eventos que no dependen de mi control mi reacción es sólo mía así como la forma de afrontar las consecuencias de mis actos y elecciones.

Cuando alguien me trata mal es sin duda alguna porque se lo he permitido, cuando alguien me hace sentir débil e insignificante es porque en mi pensamiento ya esos conceptos los he guardado como propios. Por ello, a través de estas líneas deseo decirles que la paz interior no se negocia y, que hay personas o situaciones que la comprometan entonces busquemos la fuerza que proviene de mi amor propio para decir “no te permito robar mi paz”, sigamos adelante y pensemos en nuestro bienestar porque para que mi entorno cambie debo cambiar primero mi forma de pensar ya actuar.

Espero que les haya gustado mi post así que a cuidar de nuestra paz interior, si quieres deja un comentario de cómo haces tú para cuidar tu paz interior

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