Fuente
Te sigo pensando, porque no pude aprender a olvidarte,
aún te siento en mi piel, aunque no pude tocarte;
me fui a vivir a la luna para seguirte buscando,
mi mundo se quedó sin noches y ya no pude dormir.
Se clavaron tus ojos entre mis caminos,
y todas mis ilusiones caminaron tras tus pasos;
se gastaron los poemas para resaltar mi amor,
y se acabaron las rosas que tenía en mi jardín.
Construimos una casita en medio de algún bosque,
y gastamos nuestro abrazo en solo sueños;
tanto amor que alguna vez me prometiste,
y por eso es mucho más grande el dolor.
De la noche a la mañana olvidaste mis canciones,
y ya nunca más quisiste escuchar mi voz;
abriste el libro en el que hacía que existieras,
y sin ver en mi el dolor, alzaste vuelo a tus sueños.
Y hoy, en medio de mi llanto solo te hago una pregunta,
En dónde dejo estos sueños que brotaron en mi alma?
Duerme, sé feliz, eso alegra mi pobre alma,
y no te preocupes, cada noche iré hasta ti a dejarte un beso.