RecLutAmiEntO iii
En un momento, los nervios aumentaron en gran medida, poniendo los pelos de punta al pequeño grupo. Cristal, la menos experimentada en esta materia, abrió ampliamente sus ojos y llevó con gran esfuerzo una mano a su boca, siguiendo las indicaciones de hacer silencio. Aún Cristal sentía dolores en todo su cuerpo, y el efecto de la morfina empezaba a desaparecer. Kaín estaba preocupado por no poder agarrar el arma que cargaba en su cinturón, pero no podía simplemente tirar al suelo a Cristal. Johnny, el que estaba más cercano a la puerta, rápidamente se puso en posición de ataque y empezó inconscientemente a recitar múltiples hechizos de ataque. Aunque, algo en el corazón de Johnny le decía que podría ser Amanda y una de sus inesperadas visitas, pero si su intuición era correcta, Amanda representaba una amenaza para Cristal y para el plan.
Desde dentro de la cabaña se escucharon las risas estruendosas de dos personas, lo que ocasionó una gran confusión a Johnny, Kaín y Cristal. El policía iba acercándose a paso lento hacia la cabaña y accidentalmente pisó una rama, lo que creó un ruido que llamó la atención de quienes estaban adentro, que dejaron de reírse y empezaron a caminar hacia la puerta. La entrada se fue abriendo poco a poco y Johnny se posó frente a Kaín y Cristal para ofrecerles protección con su magia. Cuando el hechicero vio de quien se trataba relajo por completo su cuerpo y pudo volver a respirar normalmente. Dio un vistazo a los otros dos y les hizo un gesto para que supieran que estaban a salvo.
—¡Mi querido Johnny! —la voz de Zavist sonaba algo carrasposa y un poco subida de tono. El demonio se fue acercando a Johnny ofreciéndole un abrazo, lo que sacó de onda al hechicero. El olor a azufre y colonia disgustó en gran medida a Kaín y Cristal, que aún se sentían un poco a la defensiva. Johnny recibió cordialmente el abrazo y en cuestión de segundos percibió el olor a vino que él cargaba encima.
—¿Qué tal estás, Zavist? No te estaba esperando hoy —el tono de confusión no terminaba de desaparecer de la voz de Johnny, que acababa de visualizar a Davi, posado en la puerta con un semblante contento, saludándolo con una mano.
—Así es mi querido Johnny. Hoy vine porque en el infierno se anda regando el rumor de que Origo ha despertado finalmente y los demonios están increíblemente contentos por la masacre, incluso planean ayudar a la Deidad maligna, con el fin de ver a la vida humana sufrir. Entonces pensé “¿por qué no ir a ver cómo está el plan de Johnny?” y también quería averiguar si habría algo en lo que pudiera ayudar —Zavist subía el tono a medida que hablaba y soltaba risas de tanto en tanto, el alcohol le había hecho efecto y a Johnny le ocasionaba gracia. Sin embargo, Kaín se sentía un poco celoso de la cercanía con la que el demonio trataba a Johnny— Como sea, me consterna la actitud de todos al ver como hay un ser incluso más maligno que Satán, tratando de llevar a cabo un plan o una misión que solo le pertenece a él —volvió la compostura usual de Zavist, acompañada de una ira reprimida, la envidia de que aquel ser fuera a ejecutar un plan tan siniestro le ocasionaba pesar.
— ¿Y qué haces con Davi? ¿Se conocían? —preguntó Johnny, invitando a todos a entrar a la pequeña cabaña para poder acomodar a Cristal, que empezaba a quejarse de los dolores.
—No, por supuesto que no lo conocía, yo pertenezco al Círculo del Infierno, no tendría contacto con un ángel cualquiera, mucho menos con uno de buen corazón —el tono de Zavist era de increíble soberbia, lo que pareció pesado, pero a Davi le hizo gracia y le dio un pequeño golpe en el hombro a Zavist, haciendo que ambos rieran. A Cristal le dio un poco de tranquilidad ver la camaradería con la que se estaban tratando todos. Una vez acomodada en el mueble, Johnny rápidamente subió a su habitación para buscar un par de almohadas y alguna cobija. Cuando bajó, le preguntó a Cristal en voz baja si ella estaba bien, Cristal le ofreció una pequeña sonrisa y demostró comprensión, entendía que tendrían una conversación importante, pero primero debía atender a los dos borrachos que se encontraban hablando, o prácticamente, gritando y riendo.
—Qué mala educación la mía. Zavist, Davi, ya veo que se conocen, déjenme presentarles a mi amiga Cristal, a quien recién conocí hoy —Cristal dio una pequeña sonrisa y saludó con la mano. El demonio y el ángel sonrieron, tratando de disimular la ebriedad que ambos tenían encima —Y este de acá es… —fue interrumpido de inmediato por Zavist, que se fue acercando a Kaín:
—Es tu novio. Lo noto por la manera en la que me mira, con celos y un poco de desconfianza. Un gusto, mi nombre es Zavist, como ya lo sabes. ¿Tu nombre es… —Extendió su mano hacia Kaín, que lo miró a los ojos con gran seriedad, pero su corazón se había acelerado en gran medida, con tan solo escuchar la palabra “novio”.
—Kaín, mucho gusto.
—Es un placer, policía —Apretaron fuerte sus manos y se miraron directo a los ojos, de forma casi inmediata se ganaron el respeto del otro, notaron que ambos tenían carácter fuerte y sabían cuando podían respetar a alguien, fuera humano, demonio, ángel o deidad—. Noto que todos aquí son seres bondadosos y de buen corazón. Eso me deja como el único ser con verdadera malicia.
—Ya veo que… hip… la maldad no te libra de los efectos del alcohol —Davi se sostuvo sobre los hombros de Zavist mientras hipea y ambos soltaron una sonora carcajada.
Pasarían algunas horas para que los dos ebrios cayeran rendidos bajo los efectos del vino que se habían bebido. El resto del grupo que estaba en la cabaña sintió cierto alivio. Johnny acomodó a Zavist y Davi en su cama, ambos completamente dormidos apenas a las cinco de la tarde. Una vez bajó a la sala de estar, sintió de nuevo el vuelco en el corazón. Era momento de que hablara con Cristal y le dijera unas verdades que podrían hacerle alejarse del plan para la salvación de la humanidad.
Al bajar por las escaleras de madera oscura, encontró su mirada con la de Kaín, quien le ofreció una cálida sonrisa y sintió un abrazo en su alma, pero no le devolvió la sonrisa al policía, por el contrario, desvió la mirada y caminó hacia donde estaba Cristal. Kaín empezaba a sentirse triste, quizá todo lo había imaginado, o la palabra novio le había caído pesado a Johnny y por eso ahora actuaría extraño. Kaín sobrepensó todo, sintió un nudo en la garganta por un momento, lo que le hizo propinarle un gran sorbo a la botella de vino tinto que habían dejado a medias los dos borrachos.
Johnny se sentó en el mueble con Cristal y la miró a los ojos, le hizo un gesto que trataba de ser una sonrisa, pero distaba de ello. Fue cuando Cristal sintió una mala espina acerca de lo que le podría decir el hechicero. Johnny posó su mano sobre la frente y le indicó que cerrara los ojos, empezó a decir palabras apenas audibles mientras los dos tenían sus ojos cerrados. Poco a poco, el cuerpo de Cristal se fue sintiendo increíblemente mejor. Sentía como los dolores desaparecían y, en el interior, sus huesos sonaban un poco. Su corazón estaba acelerado en gran medida y empezó a sentirse asustada, pero se dejaba llevar porque sabía que él era sumamente poderoso e iba sintiendo como sanaba. El hechicero quitó la mano y le susurró que ya podía abrir los ojos. Cristal iba inspeccionando de a poco su cuerpo, buscando rastros de moretones o alguno de los rasguños que se había hecho en el accidente. Nada, no había una sola cicatriz en su cuerpo, fue cuando se le ocurrió la idea de levantarse a ver si podía caminar sin ningún dolor. Puso en su cara una sonrisa de oreja a oreja mientras miraba sus piernas firmes, libre de dolencia alguna y feliz de como la magia la había curado tan rápido. Su instinto fue darle un abrazo fuerte a Johnny, quien lo correspondió con mucha alegría.
—Muy bien Cristal, ahora debemos hablar —la voz de Johnny se tornó seria y le indicó que se sentara. Kaín estaba al otro lado de la sala, bebiendo vino y tratando de no pensar tanto en lo distante que se había vuelto Johnny en las últimas horas.
—Me asusta el tono en que lo dices, Johnny ¿Pasa algo malo? —la sonrisa de Cristal se borró y en su cara se formó un gesto de preocupación.
—Verás, lo que voy a decir suena absurdo, pero habiendo conocido al hechicero supremo, a un demonio y a un ángel en el mismo día, no debería ser tan extraño para ti —Johnny le indicó con la mano a Kaín que sirviera dos copas de vino, una para Cristal y una para él—. Hace cuarenta años, un grupo de brujas, incluido yo, invocamos a un ser supremamente poderoso y destructivo que desató una maldición en el pueblo y en el mundo entero. La maldición básicamente establece que luego de cuarenta años de atormentar a un pueblo entero, Origo, el Dios que invocamos, despertaría para acabar con toda la vida en la tierra —Cristal sentía un fuerte golpe en el estómago, la conversación no iba por buen camino—. Ese día ya está marcado, Origo ya despertó y avisó de su presencia. Su objetivo es generar caos en la tierra entera ante la noticia de que el fin está cerca. En cualquier momento esa noticia se regará, no solo en Amginae sino a nivel mundial. Yo estuve estudiando por décadas la posibilidad de acabar con la maldición antes de que él logre desatar el Armagedón.
—¿Lo lograste? —Cristal estaba atenta a cada palabra que pronunciaba Johnny, siguiendo la historia con bastante miedo y atención.
—Sí. Conseguí bastante información acerca de un ser supremamente poderoso que puede dar lucha contra Origo, incluso acabar con la maldición y darle otra oportunidad a la vida en la tierra. Básicamente para invocarla, se necesitan algunos artilugios mágicos y un grupo de seres que lleven a cabo la invocación. Yo logré recolectar cada artefacto y embrujarlos, viajando por el mundo logré aprender bastante de magia, incluso aquí en el bosque, que prácticamente aprendí la mayoría de las cosas de brujería que me hicieron el supremo de las brujas. Prosiguiendo con el plan, el grupo de seres consta de cinco, deberán ser un ángel, un demonio, una deidad, el ser de corazón más puro y yo, el supremo reinante. Es ahí donde llegamos a ti —Johnny posó sus ojos directo a los de Cristal, que se confundió un poco, no lograba entender a qué se refería Johnny—. Tu eres el ser de corazón más puro y la indicada para hacer la invocación junto a Zavist, Davi y yo.
—No… No entiendo que te refieres, y empiezas a asustarme —Cristal negaba levemente con la cabeza y empezaba a sentir nauseas— ¿Cómo sabrías que soy el ser de corazón más puro?
—La parte más difícil estoy por decírtela, así que entenderé si te retiras del plan, o si me odias luego de lo que te diré —Johnny sentía su boca secarse lentamente, sabía que Cristal estaría muy enojada.
—¡Dilo ya! Mi corazón va a explotar —Cristal esperaba ansiosa a saber a qué se refería Johnny.
—Yo me encargué de que tú fueras la persona con corazón más puro y de la fe más fuerte —Johnny estaba asustado y sus ojos se hicieron agua, Kaín lo notó y corrió a su lado para poner la mano en el hombro, quería que supiera que no importaba que, él estaría ahí para hacerlo sentir acompañado y protegido. Kaín entendía la importancia del perdón de Cristal—. Yo noté cierto brillo en ti cuando llegaste al pueblo, tu corazón brillaba a mis ojos, eras bondadosa e inocente, pero necesitabas quebrarte para poder hacerte el corazón más fuerte, más bondadoso y con una conexión directa a Jehová. Para lograr eso tuve que quitarte a personas importantes para ti, hacerlo parecer un accidente o un atraco. Pero la verdad, no fue nada de eso, solo fui yo. Tuve que quitarlos de tu vida para ver si te quebrabas o te hacías fuerte y pudieras formar parte del plan —las lágrimas salían desprendidas de los ojos de Johnny y Cristal estaba en completo shock.
—Y-yo no… no entiendo nada de lo que estás hablando —Cristal empezaba a llorar—. Tú no asesinaste a Manuel, él murió en un accidente automovilístico mientras me engañaba. Tampoco asesinaste a Paul, a él lo mataron unos ladrones cuando entraban a robar su consultorio. Me estás mintiendo —Cristal negaba fuertemente con la cabeza mientras lloraba a borbotones, pero su corazón sabía que lo que le decía Johnny era verdad, tenía la corazonada de que él estaba siendo sincero y eso la asustó, empezaba a transformar sus emociones, la furia le invadía la cabeza.
—Perdón Cristal, pero era necesario para la salvación de la humanidad. Y si tú eres la indicada, entonces podrás perdonarme. Pero entenderé si no quieres darme tu perdón. Sin embargo, espero que me perdones y quieras seguir adelante con el plan y darles una oportunidad a los humanos para seguir viviendo —Johnny sostenía la mano de Kaín con fuerza, asustado de la reacción de Cristal.
—Creo que quiero irme, necesito procesar lo que me estás diciendo. No siento que pueda confiar en ti, si lo que dices es verdad, entonces te encargaste de destrozarme y eso me duele profundamente.
—Entiendo lo que dices, Cristal, pero no te puedo dejar salir. Si deseas, puedo salir a dar un paseo con Kaín, en un radio pequeño, porque me temo que alguien sabe de mi plan y va tras de ti para arruinar la única oportunidad que tenemos de salvar a la humanidad. Aquí en mi cabaña estarás protegida por mí y por Kaín, incluso por Artemisa, la deidad que colaborará en la invocación —Johnny se levantó del mueble, no despegaba sus ojos de Cristal, que tenía la mirada perdida y las mejillas llenas de lágrimas.
—¿Tienes algún rosario por allí? —fueron las únicas palabras que pronunció Cristal, y se levantó del mueble, se arrodilló y esperó por un rosario. Por suerte, Johnny respetaba cada religión y era politeísta, tenía bastante fe en Jehová y era uno de los dioses con los que sentía más cercanía. Le dio el rosario y se dirigió a la puerta, tomado de la mano de Kaín.
Justo cuando cerró la puerta detrás de él, Kaín le tomó de la cara y le dio un beso en los labios. Ya la noche se había adueñado del bosque y Johnny correspondió el beso con gusto. Era la primera vez que se besaban y sintieron que el momento fue eterno. Johnny se sentía joven por siempre, lleno de vida y el alma con mucha calidez. Kaín se sintió completo y feliz. Cuando se separaron del beso, ambos sonrieron, viéndose fijo a los ojos. Por un momento olvidaron todas las tensiones a las que se estaban enfrentando. Johnny empezó a sentir que si podría tener un final feliz después de todo. Se había enamorado y eso le hacía sentir muy alegre.
Ambos se quedaron callados, observando a la luna, rebosantes de alegría, sentados en la grama del precioso jardín, acompañados por el exquisito aroma de las flores y el perfume de Johnny. Pasaron algunos minutos antes de que ellos volvieran a hablarse, con una sonrisa iluminando sus rostros.
—Pensé que te molestarías, sentía que yo no te gustaba y que, cuando Zavist dijo la palabra con “N”, entendiste que me gustabas y yo había malinterpretado todo —Kaín se sinceraba en plena luz de luna, sin hacer contacto visual con Johnny porque ya se sentía lo suficientemente nervioso.
—Para nada, claro que me gustas, y si me lo permites, quisiera llamarte como te dijo Zavist: mi novio —ambos gritaban internamente y Johnny sentía como sus mejillas se incendiaban de un ardiente rojo por los nervios.
—Está bien. Ya te lo dije anteriormente, no importa si solo viviremos treinta o cuarenta días, o quizá muchos años más, quiero pasar cada momento a tu lado. Ya hemos perdido bastante tiempo ocultando nuestros sentimientos y ahora tengo el deseo de que, cada día que pasa, quiero pasarlo con tu mano unida a la mía —Kaín hablaba con una elocuencia que ni el mismo podía creer, por lo general, cuando estaba nervioso, se trababa y no hablaba bien. Pero con Johnny a su lado, sentía que todo estaba bien.
La romántica velada se vio interrumpida por una presencia poco bienvenida. Cuando ambos vieron la figura femenina caminar de forma seductora en dirección de la cabaña, se pusieron de pie y Kaín sintió su piel espelucarse rápidamente, era la misma figura que había visto en la ventana del hospital. Johnny rápido notó la tensión en el cuerpo de Kaín y tomó su mano, le dio una mirada para que se calmara y así, él llevar las riendas de la situación.
—Hola Amanda, no esperaba una visita tuya de nuevo —dijo Johnny, con cierto nerviosismo porque aún no podía confiar en ella, su intuición era siempre certera.
—No te ves muy contento de verme, y noto que tienes visita —el tono de Amanda era alejado a la amabilidad, sonaba hostil y su aspecto era un tanto desaliñado.
—¿Por qué dices eso?
—Déjate de estupideces, Johnny. Ambos sabemos lo que está pasando.
—Me gustaría saber el contexto —interrumpió Kaín, sonó lo más tajante posible, solo para que Amanda supiera que él defendería a Johnny a capa y espada.
—No sabía que tu mascota podía hablar —Amanda soltó una risa burlona y devolvió la mirada a Johnny.
—¿Para qué viniste, Amanda? —preguntó Johnny, que empezaba a irritarse con la presencia de Amanda.
—Ahora resulta que no puedo visitar a mi colega brujo —Empezó a caminar Amanda de un lado a otro.
—No es buen momento para atenderte, si vienes luego, lo agradeceríamos mucho —terminó de escupir Kaín, estaba hostil y no trataba en lo más mínimo de disimularlo.
—Entiendo, no es buen momento, los tórtolos están ocupados —en la voz de Amanda se notaba un rastro de duda, pero chasqueó la lengua e inclinó un poco la cabeza—. Entonces me iré, volveré cuando reciba una invitación cordial a tu cálida posada.
Empezaba a caminar Amanda, justo cuando estaba por desaparecer entre la arboleda del bosque, un sonido la hizo detenerse en seco, era la puerta de la cabaña abriéndose, y ella sabía que no eran ni Johnny ni Kaín. La luz salía por detrás de una silueta desconocida para Amanda, que empezaba a sonreír de forma macabra, pero la voz que emitió aquella silueta, rápido borró aquel gesto de su cara:
—¡Kaín, Johnny!, Davi dice que se siente mal por haber tomado tanto vino —Zavist tenía una voz mucho menos ebria y hablaba entre carcajadas, burlándose de la situación del ángel.
—¡Ya vamos! —Johnny dio la espalda y empezó a caminar hacia la puerta de su cabaña, pero Kaín esperaba a ver la sombra de Amanda desaparecer por completo, pero cada paso que ella daba era más lento que el anterior. Sin embargo, lo que dijo Zavist a continuación, haría que Amanda se devolviera rápidamente, haciendo que toda la situación se complicara mucho más:
—Por cierto, Cristal dice que está preparada para hablar con ustedes —Zavist no tenía ni la menor idea de lo que acababa de hacer pues no sabía que alguien estuviera tratando de sabotear el plan, mucho menos aquella bruja desconocida.
Todo pasó en cámara lenta: Amanda empezaba a correr en dirección a la puerta, mientras Kaín sacaba rápidamente la pistola de su cinturón, pero cuando apuntó a la bruja, ella hizo un pequeño remolino con su mano que lanzó a Kaín por los aires. Johnny puso ambos brazos frente a su tronco, formando una equis, lo que ocasionó que Amanda frenara en seco. Ella sin duda no se esperaba que Johnny tuviera el poder suficiente para confrontarla, así que estaba impresionada con aquella fuerza. Johnny se acercó a ella con un cierto gesto de sufrimiento, ella se mantenía completamente paralizada.
—Cuanto lamento que nuestra amistad tenga que terminar… lo que no logro entender es porque intentas sabotear la única oportunidad que le queda a la humanidad para salvarse —Johnny buscó con la mirada a Kaín, que se intentaba parar luego del estruendoso golpe que se dio con un gran árbol. Dirigió entonces su mirada a Amanda, que lloraba sin detenerse, sin poder mover siquiera la boca—. Entiendo, no puedes hablar —el hechicero observaba a la bruja en la oscuridad de la noche, con cierta nostalgia invadiendo su corazón, recordando los tiempos donde ambos eran lo único que les quedaba luego de que el resto del mundo los rechazara. Mientras sus ojos paseaban por cada rincón del cuerpo, logró notar que tenía pequeños remolinos alrededor de su cuerpo, incluso en su pupila. Con un pequeño gesto, quitó la parálisis del rostro de Amanda, solo para que ella pudiera responder, algo acerca de aquellos remolinos le daba mucha mala espina.
—¡P-perdón! Créeme que nunca fue mi intención traicionarte, pero Él me obliga a hacerlo —entre llanto y mocos, Amanda imploraba por el perdón de su ex colega, desesperada por enfrentar la muerte. Johnny notó que era sincera, lo que se sintió como una fuerte bofetada, porque sentía que tener a su amiga paralizada no era lo correcto—. Johnny, debes creerme, no he parado de sentir el dolor desde su aparición. Él me prometió que si le daba información de tu plan y lo saboteaba, el dolor finalmente pararía —el hechicero sabía que parte de aquello que decía Amanda era verdad, sonaba como algo que hubiese hecho Origo con tal de llevar a cabo el Armagedón.
—Sabes que no te puedo permitir eso, Amanda. Va más allá de mí y de ti. Es algo que debo hacer para poder salvar a la humanidad.
—Entonces mátame —sentenció Amanda de inmediato, que anhelaba la cesación de su sufrimiento—. Acaba con mi vida y estaré agradecida contigo por siempre.
—Y-yo no… No puedo hacer eso, Amanda —Johnny se sentía vulnerable, no quería dañar a su amiga, pero no podía dejar que ella le hiciera daño—. Podemos tratar de solucionar esto. Debe haber una manera.
—Sí la hay —Amanda paró de llorar y aprovechó el momento de vulnerabilidad de Johnny para liberarse de su hechizo. Le dio un fuerte golpe en el cuello, haciendo que él se arrodillara, y cuando lo tenía en esa posición, le propinó un rodillazo en la mandíbula que lo dejó por completo desestabilizado y cayó al suelo, desmayado. Aprovechó la oportunidad y le hizo el mismo remolino a Zavist, que estaba confundido y con malestar, parado en la puerta observando toda la escena, dejándolo pegado a la puerta e inmóvil. Pasó a la cabaña y con los ojos buscaba a Cristal. Estaba determinada a asesinar a la pobre humana con tal de liberarse del dolor.
Cristal, que había escuchado más o menos el desastre que estuvo ocurriendo a las afueras de la cabaña, corrió a esconderse en el pequeño armario que había debajo de las escaleras, con los ojos cerrados y orando en silencio. Su corazón latía tan fuerte que ella podía escucharlo. Escuchaba los pasos de Amanda, paseándose por la sala lentamente, como si tratara de matarla de los nervios. Cristal rogaba porque alguien la salvara de aquella locura, pensó que en medio del bosque estaría a salvo, pero justo quien le había ocasionado el choque automovilístico, estaba a punto de asesinarla brutalmente. El chirrido de la puerta del armario abriéndose hizo que su cuerpo temblara sin cesar, llevándose ambas manos a la boca. Cuando la luz empezaba a entrar al pequeño rincón, un fuerte estruendo hizo que sus ojos se abrieran hasta más no poder, llevó su mirada hacia su franela blanca, que ahora estaba muy manchada de sangre, Sintió que sus piernas se debilitaron con mucha rapidez y cayó de rodillas, sin despegar sus manos de la boca. La puerta terminó de abrirse y el cuerpo de Amanda sin vida cayó frente a Cristal, que miraba atónita la escena. Al levantar la mirada, Kaín todavía tenía la pistola en alto, en estado de shock. Al entrar Johnny a la cabaña, corrió al cuerpo sin vida de Amanda, lo apartó un poco y le dio un fuerte abrazo a Cristal, que estaba paralizada del miedo. Cristal rápido correspondió el abrazo y se dejó llorar sobre el hombro de Johnny, que también lloraba desconsolado por la pérdida de Amanda.
Pasarían algunos minutos en ese abrazo antes de que Kaín los interrumpiera, carraspeando la garganta. Había tantas cosas pasando, que no podían darse el lujo de consolarse por aquel susto que ellos habían vivido. Kaín y Zavist llevaron el cuerpo de Amanda afuera, lo enterraron en un hoyo que había cavado Johnny con un hechizo. Mientras ellos hacían esa ardua tarea, Johnny se había sentado en el mueble con Cristal, ambos tenían una taza de té humeante, preparados para oír el veredicto final de la joven muchacha, que había pasado por mucho en las últimas horas.
—Muy bien, es hora de que tomes una decisión. Y aún si decidieras no formar parte del plan, nos encargaríamos de ofrecerte toda la protección posible para que Origo no te elimine ni te haga daño —Johnny estaba más serio que nunca, pero no de malas, era más bien una seriedad que viene acompañada de la mirada perdida. Las emociones le invadían pero debía enfocarse en llevar a cabo el plan.
—Antes de que sucediera lo de tu amiga, acababa de tomar una decisión. Incluso si lo de Origo era real, sentí que fue muy innecesario que me hicieras tanto daño. Pensé que no debiste tomar esa decisión, que debía haber otra manera u otra persona que funcionara para tu plan —Johnny sentía un vuelco en el corazón, aquello significaba un “no”, no habría una nueva oportunidad para la humanidad y sólo quedaban pocos días para que el fin del mundo sucediera—. Sin embargo, luego de ver como mataron a tu propia amiga con tal de proteger al plan, con tal de protegerme a mí, sentí que en realidad toda esta situación es mucho más grande que yo. Entonces entendí que el hecho de que me hayas quitado a dos grandes personas, no fue porque quisieras, sino porque debías. Y mi corazón nunca me ha fallado, siempre me dice las personas en las que puedo confiar, y tú eres una de ellas —el hechicero no pudo evitar esbozar una sonrisa con aquella declaración—.Con esto te quiero decir que te perdono por lo que hiciste, porque sé que llevas una culpa por ello. También con esto te digo que sí, con gusto formaré parte de tu equipo para hacer esa invocación de la que me hablaste, y así poder evitar un apocalipsis.
—¡Estoy tan agradecido! —Johnny temblaba de la emoción y se dejó llevar, dándole un nuevo abrazo a Cristal y soltando un llanto de nuevo. Estaba feliz porque el plan se podría llevar a cabo, y se sentía mucho mejor consigo mismo por haber recibido el perdón de Cristal. Todo empezaba a marchar bien para el plan de invocación de Johnny, pero solo él sabía que el dolor no había terminado.
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El gif fue tomado de Tenor y tiene su respectiva fuente. El banner, además, fue editado con Picsart.
RecRuiTmeNt iii
In a moment, the nerves increased greatly, making the small group's hair stand on end. Cristal, the least experienced in this matter, opened her eyes wide and brought with great effort a hand to her mouth, following the indications to be silent. Cristal still felt pain throughout her body, and the morphine was beginning to wear off. Kain was worried about not being able to grab the weapon he carried in his belt, but he could not just throw Cristal to the ground. Johnny, the one closest to the door, quickly moved into attack position and began unconsciously reciting multiple attack spells. Although, something in Johnny's heart told him it could be Amanda and one of her unexpected visitors, but if his intuition was correct, Amanda posed a threat to Cristal and to the plan.
From inside the cabin, the thunderous laughter of two people could be heard, which caused great confusion to Johnny, Kain and Cristal. The policeman was approaching the cabin at a slow pace and accidentally stepped on a branch, which created a noise that caught the attention of those inside, who stopped laughing and started walking towards the door. The entrance opened little by little and Johnny landed in front of Kain and Cristal to offer them protection with his magic. When the wizard saw who it was he completely relaxed his body and could breathe normally again. He glanced at the other two and gestured to let them know they were safe.
—My dear Johnny! —Zavist's voice sounded a little raspy and a little high pitched. The demon went over to Johnny and offered him a hug, which threw the wizard off. The smell of sulfur and cologne greatly displeased Kain and Cristal, who were still feeling a bit defensive. Johnny cordially received the hug and within seconds caught the scent of wine he carried on him.
—How are you, Zavist? I wasn't expecting you today —the tone of confusion didn't quite disappear from Johnny's voice, who had just visualized Davi, perched in the doorway with a contented countenance, waving a hand at him.
—That's right my dear Johnny. I came today because there is a rumor going around in hell that Origo has finally awakened and the demons are incredibly happy about the massacre, even planning to help the evil Deity, in order to see human life suffer. So I thought "why not go and see how Johnny's plan is going?" and I also wanted to find out if there was anything I could help with —Zavist raised his tone as he spoke and let out a chuckle from time to time, the alcohol had taken effect and Johnny was amused. However, Kain felt a little jealous of the closeness with which the demon treated Johnny— Anyway, I am dismayed by everyone's attitude to see how there is a being even more evil than Satan, trying to carry out a plan or a mission that only belongs to him —Zavist's usual composure returned, accompanied by a repressed anger, the envy that this being was going to execute such a sinister plan caused him regret.
—And what are you doing with Davi? Did they know each other? —Johnny asked, inviting everyone to enter the small cabin to accommodate Cristal, who was beginning to complain of pain.
—No, of course I didn't know him, I belong to the Circle of Hell, I wouldn't have contact with just any angel, much less with a good-hearted one —Zavist's tone was of incredible haughtiness, which seemed heavy, but Davi was amused and gave Zavist a little tap on the shoulder, making them both laugh. It gave Cristal a little reassurance to see the camaraderie with which they were all treating each other. Once settled on the furniture, Johnny quickly went upstairs to his room to get a couple of pillows and some blankets. When he came downstairs, he asked Cristal in a low voice if she was okay, Cristal offered him a small smile and showed understanding, she understood that they would have an important conversation, but first she had to attend to the two drunks who were talking, or practically, shouting and laughing.
—How rude of me. Zavist, Davi, I see you know each other, let me introduce you to my friend Cristal, who I just met today —Cristal gave a small smile and waved her hand. The demon and the angel smiled, trying to hide the drunkenness they both had on them- And this one here is... —he was immediately interrupted by Zavist, who approached Kain:
—He's your boyfriend. I can tell by the way he looks at me, with jealousy and a bit of distrust. Nice to meet you, my name is Zavist, as you already know. Your name is... —He extended his hand towards Kain, who looked him in the eyes with great seriousness, but his heart had accelerated to a great extent, just by hearing the word "boyfriend".
—Kain, nice to meet you.
—It's a pleasure, policeman —They clasped hands tightly and looked each other straight in the eyes, almost immediately they gained each other's respect, they noticed that both had strong character and knew when they could respect someone, be it human, demon, angel or deity—. I notice that everyone here is a kind and good-hearted being. That leaves me as the only being with true malice.
—I see that... hip... evil doesn't spare you from the effects of alcohol —Davi held onto Zavist's shoulders as he snorted and they both let out a loud laugh.
It would be a few hours before the two drunks would collapse under the effects of the wine they had drunk. The rest of the group in the cabin felt some relief. Johnny settled Zavist and Davi in his bed, both completely asleep at barely five o'clock in the afternoon. Once he went down to the living room, he felt his heart flip again. It was time for him to talk to Cristal and tell her some truths that might make her walk away from the plan for the salvation of mankind.
As he walked down the dark wooden stairs, he met his gaze with that of Kain, who offered him a warm smile and felt a hug in his soul, but he did not smile back at the policeman, on the contrary, he averted his gaze and walked towards where Cristal was. Kain was beginning to feel sad, maybe he had imagined it all, or the word boyfriend had fallen heavy on Johnny and that's why he was acting strange now. Kain thought it all over, he felt a lump in his throat for a moment, which made him take a big sip of the bottle of red wine that the two drunks had left half-full.
Johnny sat down on the furniture with Cristal and looked her in the eyes, he made a gesture that tried to be a smile, but it was far from it. That was when Cristal felt a bad feeling about what the sorcerer might say to her. Johnny placed his hand on her forehead and motioned for her to close her eyes, he began to speak barely audible words as they both had their eyes closed. Little by little, Cristal's body was feeling incredibly better. She felt the aches and pains disappear and, inside, her bones rattled a little. Her heart was racing greatly and she began to feel frightened, but she let herself go because she knew that he was extremely powerful and she felt herself healing. The wizard removed his hand and whispered that she could now open her eyes. Cristal was slowly inspecting her body, looking for traces of bruises or any of the scratches she had gotten in the accident. Nothing, there was not a single scar on her body, that's when the idea came to her to get up and see if she could walk without any pain. He put on his face a grin from ear to ear as he looked at her firm legs, free of any ailment and happy how magic had healed her so quickly. Her instinct was to give Johnny a big hug, who reciprocated with great joy.
—Very well Cristal, now we must talk —Johnny's voice became serious and he told her to sit down. Kain was on the other side of the room, drinking wine and trying not to think so much about how distant Johnny had become in the last hours.
—I'm afraid of your tone, Johnny, is something wrong? —Cristal's smile faded and a worried expression appeared on her face.
—You see, what I'm about to say sounds absurd, but having met the sorcerer supreme, a demon and an angel in the same day, it shouldn't be so strange for you —Johnny waved a hand at Kain to pour two glasses of wine, one for Cristal and one for him—. Forty years ago, a group of witches, including myself, summoned a supremely powerful and destructive being that unleashed a curse on the town and the entire world. The curse basically states that after forty years of tormenting an entire town, Origo, the God we invoked, would awaken to wipe out all life on earth —Cristal felt a strong punch in the stomach, the conversation was not going well—. That day is already marked, Origo has already awakened and warned of his presence. Its objective is to generate chaos in the entire earth with the news that the end is near. At any moment that news will spread, not only in Amginae but worldwide. I have been studying for decades the possibility of ending the curse before he manages to unleash Armageddon.
—Did you succeed? —Cristal was attentive to every word Johnny uttered, following the story with great fear and attention.
—Yes, I got a lot of information about a supremely powerful being that can fight Origo, even end the curse and give life on earth another chance. Basically to summon it, you need some magical contraptions and a group of beings to perform the summoning. I managed to collect every single artifact and bewitch them, traveling the world I managed to learn quite a bit of magic, even here in the forest, that I practically learned most of the witchcraft stuff that made me the supreme of witches. Continuing with the plan, the group of beings consists of five, they must be an angel, a demon, a deity, the purest being of heart and me, the reigning supreme. That's where we come to you —Johnny placed his eyes directly to Cristal's, who was a little confused, she couldn't understand what Johnny was referring to—. You are the being with the purest heart and the one indicated to do the invocation together with Zavist, Davi and me.
—I don't... I don't understand what you mean, and you are starting to scare me —Cristal shook her head slightly and began to feel nauseous— How would you know that I am the purest being of heart?
—The hardest part I'm about to tell you, so I'll understand if you back out of the plan, or if you hate me after what I'll tell you —Johnny felt his mouth slowly dry up, he knew Cristal would be very angry.
—Say it now! My heart is going to explode —Cristal waited anxiously to know what Johnny meant.
—I made sure that you were the person with the purest heart and the strongest faith —Johnny was scared and his eyes watered, Kain noticed it and ran to his side to put his hand on his shoulder, he wanted him to know that no matter what, he would be there to make him feel accompanied and protected. Kain understood the importance of Cristal's forgiveness—. I noticed a certain glow in you when you came to town, your heart shone in my eyes, you were kind and innocent, but you needed to be broken in order to make your heart stronger, kinder and with a direct connection to Jehovah. To achieve that I had to take away people important to you, make it look like an accident or a robbery. But the truth is, it was nothing like that, it was just me. I had to take them out of your life to see if you would break or become strong enough to be part of the plan —the tears came out of Johnny's eyes and Cristal was in complete shock.
—I-I don't... I don't understand anything you're talking about —Cristal began to cry—. You didn't kill Manuel, he died in a car accident while he was cheating on me. You didn't kill Paul either, he was killed by thieves when they broke into his office. You are lying to me —Cristal was shaking her head while she was crying her eyes out, but her heart knew that what Johnny was telling her was true, she had a hunch that he was being sincere and that scared her, she was beginning to transform her emotions, fury was invading her head.
—I'm sorry Cristal, but it was necessary for the salvation of humanity. And if you are the one, then you can forgive me. But I will understand if you don't want to give me your forgiveness. However, I hope you will forgive me and want to go ahead with the plan and give the humans a chance to live on —Johnny held Kain's hand tightly, afraid of Cristal's reaction.
—I think I want to leave, I need to process what you are telling me. I don't feel I can trust you, if what you say is true, then you took it upon yourself to destroy me and that hurts me deeply.
—I understand what you are saying, Cristal, but I can't let you leave. If you wish, I can go for a walk with Kain, in a small radius, because I fear that someone knows of my plan and is after you to ruin the only chance we have to save humanity. Here in my hut you will be protected by me and by Kain, even by Artemis, the deity who will collaborate in the summoning —Johnny got up from the furniture, he did not take his eyes off Cristal, who had a lost look and her cheeks full of tears.
—Do you have a rosary over there? —Those were the only words Cristal uttered, and she got up from the cabinet, knelt down and waited for a rosary. Luckily, Johnny respected every religion and was a polytheist, he had a lot of faith in Jehovah and it was one of the gods he felt closest to. He gave him the rosary and headed for the door, holding Kain's hand.
Just as he closed the door behind him, Kain grabbed his face and kissed him on the lips. Already the night had taken over the forest and Johnny reciprocated the kiss with pleasure. It was the first time they kissed and they felt the moment was eternal. Johnny felt forever young, full of life and the soul with a lot of warmth. Kain felt complete and happy. When they broke away from the kiss, they both smiled, staring into each other's eyes. For a moment they forgot all the tensions they were facing. Johnny began to feel that he might have a happy ending after all. He had fallen in love and that made him feel very happy.
They both remained silent, gazing at the moon, brimming with joy, sitting on the grass of the beautiful garden, accompanied by the exquisite scent of flowers and Johnny's perfume. A few minutes passed before they spoke to each other again, a smile lighting up their faces.
—I thought you would be upset, I felt that you didn't like me and that, when Zavist said the "B" word, you understood that I liked you and I had misunderstood everything —Kain said in full moonlight, without making eye contact with Johnny because he already felt nervous enough.
—Not at all, of course I like you, and if you allow me, I would like to call you as Zavist told you: my boyfriend —they both shouted internally and Johnny felt his cheeks burning a fiery red from nerves.
—It's okay. I told you before, it doesn't matter if we'll only live thirty or forty days, or maybe many years longer, I want to spend every moment by your side. We've wasted enough time hiding our feelings and now I have the desire that, every day that passes, I want to spend it with your hand joined to mine —Kain spoke with an eloquence that even he couldn't believe, usually, when he was nervous, he got stuck and didn't speak well. But with Johnny by his side, he felt everything was fine.
The romantic evening was interrupted by an unwelcome presence. When they both saw the female figure walk seductively in the direction of the cabin, they stood up and Kain felt his skin crawl quickly, it was the same figure he had seen in the hospital window. Johnny quickly noticed the tension in Kain's body and took his hand, he gave him a look to calm him down so he could take control of the situation.
—Hello Amanda, I wasn't expecting a visit from you again —said Johnny, with some nervousness because he still couldn't trust her, his intuition was always accurate.
—You don't look very happy to see me, and I notice you have a visitor —Amanda's tone was far from friendly, she sounded hostile and her appearance was somewhat disheveled.
—Why do you say that?
—Cut the crap, Johnny. We both know what's going on.
—I'd like to know the context —Kain interrupted, sounding as blunt as possible, just to let Amanda know that he would defend Johnny to the hilt.
—I didn't know your pet could talk —Amanda let out a derisive laugh and looked back at Johnny.
—What did you come here for, Amanda? —asked Johnny, who was starting to get irritated with Amanda's presence.
—Now it turns out I can't visit my fellow warlock —Amanda began to pace back and forth.
—It's not a good time to see you, if you come later, we would be very grateful —Kain finished spitting, he was hostile and did not try to hide it at all.
—I understand, it's not a good time, the lovebirds are busy —Amanda's voice showed a trace of doubt, but she clicked her tongue and bowed her head a little—. Then I'll leave, I'll come back when I receive a cordial invitation to your warm inn.
Amanda started to walk, just as she was about to disappear into the forest grove, a sound made her stop in her tracks, it was the door of the cabin opening, and she knew it wasn't Johnny or Kain. The light came out from behind a silhouette unknown to Amanda, who began to smile in a macabre way, but the voice that emitted that silhouette, quickly erased that gesture from her face:
—Kain, Johnny!, Davi says he feels bad for having drunk so much wine —Zavist had a much less drunken voice and spoke between guffaws, mocking the angel's situation.
—We're coming! —Johnny turned his back and started walking towards the door of his cabin, but Kain waited to see Amanda's shadow disappear completely, but each step she took was slower than the last. What Zavist said next, however, would cause Amanda to quickly turn back, making the whole situation much more complicated:
—By the way, Cristal says she's ready to talk to you —Zavist had no idea what he had just done as he didn't know that anyone was trying to sabotage the plan, much less that unknown witch.
Everything happened in slow motion: Amanda started to run in the direction of the door, while Kain quickly took the gun from his belt, but when he pointed it at the witch, she made a small swirl with her hand that threw Kain into the air. Johnny put both arms in front of his trunk, forming an X, which caused Amanda to brake in her tracks. She certainly didn't expect Johnny to have enough power to confront her, so she was impressed with that strength. Johnny approached her with a certain gesture of suffering, she remained completely paralyzed.
—I'm so sorry that our friendship has to end... what I can't understand is why you are trying to sabotage the only chance left for humanity to save itself —Johnny looked at Kain, who was trying to stand up after the thunderous blow he gave himself with a big tree. He then turned his gaze to Amanda, who was crying without stopping, unable to even move her mouth—. I understand, you can't talk —the wizard watched the witch in the darkness of the night, with a certain nostalgia invading his heart, remembering the times where both of them were the only thing left after the rest of the world rejected them. As his eyes wandered over every corner of her body, he managed to notice that she had little swirls around her body, even in her pupil. With a small gesture, he removed the paralysis from Amanda's face, just so she could respond, something about those swirls gave him a very bad feeling.
—S-sorry! Believe me it was never my intention to betray you, but He forces me to do it —between tears and snot, Amanda begged for forgiveness from her former colleague, desperate to face death. Johnny noticed that she was sincere, which felt like a strong slap, because he felt that having her friend paralyzed was not the right thing to do—. Johnny, you must believe me, I have not stopped feeling the pain since His appearance. He promised me that if I gave him information about your plan and sabotaged it, the pain would finally stop —the wizard knew that part of what Amanda said was true, it sounded like something Origo would have done in order to carry out Armageddon.
—You know I can't let you do that, Amanda. It's beyond me and you. It's something I must do in order to save humanity.
—Then kill me —Amanda said immediately, longing for the cessation of her suffering—. End my life and I will be grateful to you forever.
—I-I can't... I can't do that, Amanda —Johnny felt vulnerable, he didn't want to hurt his friend, but he couldn't let her hurt him—. We can try to work this out. There must be a way.
—Yes, there is —Amanda stopped crying and took advantage of Johnny's moment of vulnerability to free herself from his spell. She gave him a strong blow in the neck, making him kneel, and when she had him in that position, she gave him a knee in the jaw that left him completely destabilized and he fell to the ground, fainted. She took the opportunity and did the same whirlwind to Zavist, who was confused and in discomfort, standing in the doorway watching the whole scene, leaving him glued to the door and motionless. She passed into the cabin and with her eyes searched for Cristal. She was determined to murder the poor human in order to free herself from pain.
Cristal, who had more or less heard the disaster that had been going on outside the hut, ran to hide in the small closet under the stairs, her eyes closed and silently praying. Her heart was beating so loudly that she could hear it. She could hear Amanda's footsteps, pacing the room slowly, as if trying to kill her nerves. Cristal prayed that someone would save her from that madness, she thought that in the middle of the forest she would be safe, but the one who had caused the car crash was about to brutally murder her. The creaking of the closet door opening made her body tremble without ceasing, bringing both hands to her mouth. As the light began to enter the small corner, a loud bang caused her eyes to widen as far as they could go, she brought her gaze to her white flannel, which was now heavily stained with blood, She felt her legs weaken very quickly and she fell to her knees, without taking her hands from her mouth. The door finished opening and Amanda's lifeless body fell in front of Cristal, who watched the scene stunned. When she looked up, Kain was still holding the gun, in shock. As Johnny entered the cabin, he ran to Amanda's lifeless body, pushed it aside and gave Cristal, who was paralyzed with fear, a tight hug. Cristal quickly returned the hug and let herself cry on Johnny's shoulder, who was also crying inconsolably for the loss of Amanda.
It would be a few minutes in that hug before Kain interrupted them, clearing his throat. There was so much going on, they could not afford to console themselves for the scare they had experienced. Kain and Zavist carried Amanda's body outside, burying it in a hole that Johnny had dug with a spell. While they were doing that arduous task, Johnny had sat on the furniture with Cristal, both had a steaming cup of tea, ready to hear the final verdict of the young girl, who had been through a lot in the last hours.
—All right, it's time for you to make a decision. And even if you decide not to be part of the plan, we will take care to offer you all the protection possible so that Origo does not eliminate you or harm you —Johnny was more serious than ever, but not in a bad way, it was rather a seriousness that comes with a lost look. Emotions were running high, but he had to focus on carrying out the plan.
—Before all the things with your friend happened, I had just made a decision. Even if Origo was real, I felt it was very unnecessary for you to hurt me so much. I thought you shouldn't have made that decision, that there must have been another way or another person that would work for your plan —Johnny felt a twist in his heart, that meant "no", there would be no new opportunity for humanity and there were only a few days left for the end of the world to happen—. However, after seeing how they killed your own friend in order to protect the plan, in order to protect me, I felt that in reality this whole situation is much bigger than me. Then I understood that the fact that you took two great people from me, was not because you wanted to, but because you had to. And my heart has never failed me, it always tells me the people I can trust, and you are one of them —the wizard could not help but smile at that statement—. With this I want to say that I forgive you for what you did, because I know you carry a guilt for it. Also with this I say that yes, I will gladly be part of your team to do that summoning you told me about, so I can prevent an apocalypse.
—I am so grateful! —Johnny was shaking with emotion and let himself go, giving Cristal another hug and crying again. He was happy that the plan could be carried out, and he felt much better about himself for having received Cristal's forgiveness. Everything was starting to go well for Johnny's summoning plan, but only he knew that the pain was not over.
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