Siempre tenemos la costumbre de decir que rápido pasa el tiempo, las horas, los meses e inclusive los años, hoy estamos en enero y mañana mismo es diciembre otra vez.

A veces nos conseguimos un amigo por casualidad y nos ponemos a conversar con él mientras nos tomamos un café, cuando nos damos cuenta pasaron varias horas y ni cuenta nos damos.

Parece como si hubiese sido ayer cuando vivíamos en un pueblito llamado Río Cristalino, nuestra casa era humilde pero teníamos lo necesario y cuando llegaba mi amado tío Efraín con su burro, me cargaba, me daba un beso y luego yo agarraba al burro por una de sus patas delanteras la abrazaba y no dejaba que nadie lo tocará

Luego como a la edad de seis años nos vinimos para Maturín y teníamos unos vecinos que eran contemporáneos con nosotros y había algo que me encantaba hacer, jugar metras, tenía un pote de mayonesa mediano lleno de metras, huevitos y carambolas que eran metras grandes y mi madre siempre peleaba conmigo y me decía que parecía un macho.

También recuerdo que mi madre hacia empanadas para vender y yo todos los días en la mañana me iba con una olla de aluminio full de empanadas que para ese tiempo las vendíamos a medio en la escuela donde estudiaba de tarde y me ponía muy feliz cuando lograba venderlas todas

Cuando me hice una adolescente, mi mamá me regañaba mucho porque de todo me reía y me decía "esa muchacha está en la edad de la necedad". En ese tiempo pensaba que la gente no moría, que los carros no chocaban, ni los aviones porque como no había observado nada de eso, después fue que poco a poco me di cuenta de la cruda realidad.

Cuando murió la princesa Diana yo no podía creerlo, porque para mí era imposible que una persona tan importante se muriera para ese tiempo y pasaron varios años para poderlo digerir bien.

Total que el tiempo se nos va de las manos sin darnos cuenta, ya tengo 51 años y a pesar de que mis circunstancias actuales son adversas trato de aprovechar el tiempo al máximo: tejiendo, dibujando, leyendo, haciendo cartas, viendo una buena película, escuchando música y ahora soy escritora, aunque no soy muy buena en esto, por eso siempre le pido a Dios que me eche una mano y también estoy muy agradecida de formar parte de la plataforma de Hive que le da la oportunidad a las personas para que muestren las diversidades de sus talentos, por eso aunque el tiempo siga pasando de prisa quiero seguir formando parte de la gran familia que conforma la plataforma Hive y mejorar mis escritos con el pasar del tiempo.