Tú, tan única y singular. ¡Mira que felicidad produces solo con tu presencia! Siempre con la mano abierta, dispuesta a ayudar, a dar todo de ti, tan altruista, solo quieres ver felices a los demás. Tú eres maravillosa, con esa preciosa sonrisa a flor de piel que transmite tanta calma y calidez. Verte a ti es ver la luz del sol después de varios días de intensa lluvia. Es ver la calma, después de haber afrontado la tormenta.

Siempre buscando lo mejor en los demás, siempre ves lo bueno donde otros nos quedamos en lo negativo. Así eres tú, siempre. Tan especial que, pase lo que pase, todos agradecemos el placer y la felicidad de haberte conocido, aunque el tiempo haya sido poco, tan poco, mucho menos del que queríamos, del que aún deseamos con todo el corazón. Aunque tu nobleza solo nos haya arropado por algunos instantes, nunca podremos olvidarte.

Pero, aunque puedo decir muchas cosas hermosas sobre ti, porque sin duda alguna es fácil hallar lo bueno, pienso que no hay mejor manera de hacerte entender lo que vales que imaginando que no estás. Sí, ¿Qué pasaría si tú no existieras en nuestras vidas? ¿Cómo sería todo?

Y es allí donde recuerdo como era todo antes de que llegarás, antes de que existieran los seres humanos, como era todo en el principio. La vida no existía, la tierra era desierta y la soledad era la única compañía que tenía el agua o la poca luz que había. Todo era tan sombrío, tan frío. Sí, así era todo al principio.

¡Que imagen tan desoladora! ¡Que tristeza y melancolía!, sentimientos tan difíciles de entender, y sobre todo, de sentir. Así sería todo si tú no existieras. Sin tu presencia, la luz del sol no brillaría igual, y los momentos felices, si es que acaso habría alguno, se desvanecerían rápidamente en el tiempo. No habría motivos para reír, ni canciones que hablaran de esperanza o de amor. Y si las hubiera, nadie las entendería.

Sin ti, el cielo, la luna y las estrellas, solo serían parte del paisaje sombrío de la vida. No tendría sentido levantar la mirada, pues solo nos daría un motivo más para llorar y sufrir. Las plantas, con su hermoso color verde, flores cautivantes y frutas exquisitas, serían tan poca cosa, quizás hasta nadie las disfrutaría.

¿Entiendes ahora lo mucho que vales? ¿Entiendes lo afortunados que somos de tenerte? Siento tal alegría que, el día que te conocí, mi corazón quiso acercarse a darte un abrazo gigante, sobre todo para asegurarse de que eras real, quería saber si se trataba solo de un sueño maravilloso, hermoso, de los mejores que había tenido en la vida, pero no, era mucho mejor que eso: Tú eres real, maravillosa, inigualable, fenomenal. Y mi corazón saltó de alegría al saberlo.

Hablo por mí, aunque sé con certeza que muchos opinan igual. Sé que muchos desean decir lo mismo que yo ahora, pero eres tan especial y maravillosa, que tal vez no sepan cómo expresarlo. Quizás solo se limitan a verte, a disfrutar tu presencia y, como gesto de agradecimiento, ser felices, porque saben que eso también te llena de felicidad.

Eres tan fácil de querer, es tan sencillo llegar a amarte. Y es que no podría ser diferente, porque siempre estás ahí para los demás. Con esa gran empatía y humildad que haces que los demás se sientan tan a gusto. Y, una vez más, hablo por mí: así me siento yo, así lo siento con todo mi ser.

Con todo, he de reconocer que no siempre estarás, que los momentos difíciles pueden llegar y, por mucho que lo desee, tú no estés ahí para ayudarme. No sé si pueda soportarlo, no sé si pueda seguir adelante, pero lucharé por hacerlo, lucharé con todas mis fuerzas para mantenerme en pie hasta tu regreso, hasta que nuevamente tus suaves palabras me abracen con fuerza, como siempre lo haces, ayudandome a sentir que valió la pena la espera, y que los motivos para ser felices siempre son más, muchos más.

Quiero decir tantas cosas, pero siempre es poco lo que podemos decir con palabras, y al hablar de ti, eso es más cierto que nunca. Pero cuan agradecido estoy, y cuanta felicidad siento por conocerte, tenerte en mi vida y disfrutar de tu maravillosa personalidad. No en vano tienes el nombre que con orgullo todos mencionamos al verte, aunque solo sea por pequeños momentos.

¡Que nombre tan especial! ¡Que apropiado para ti! Haces valer cada una de las letras que lo componen. Le das un valor único a ese nombre, tanto que no hace falta explicarlo o describirlo, solo basta con mencionarlo para que todos sepan quién eres. Porque tú, llevas por nombre BONDAD.

You, so unique and singular, look what happiness you produce just by your presence! Always with an open hand, ready to help, to give everything of yourself, so altruistic, you just want to see others happy. You are wonderful, with that beautiful smile that transmits so much calm and warmth. To see you is to see the sunlight after several days of heavy rain. It is to see the calm, after having faced the storm.

Always looking for the best in others, always seeing the good where others are left with the negative. That's you, always. So special that, no matter what happens, we are all grateful for the pleasure and happiness of having known you, even if the time has been little, so little, much less than what we wanted, what we still wish with all our hearts. Although your nobility has only tucked us for a few moments, we can never forget you.

But, although I can say many beautiful things about you, because it is certainly easy to find the good things, I think there is no better way to make you understand what you are worth than imagining that you are not there. Yes, what would happen if you didn't exist in our lives, what would everything be like?

And that's where I remember how everything was before you arrived, before human beings existed, how everything was in the beginning. Life did not exist, the land was deserted and loneliness was the only company the water or the little light there was. Everything was so bleak, so cold. Yes, that's how everything was in the beginning.

What a desolate image, what sadness and melancholy, feelings so difficult to understand, and above all, to feel. That's how everything would be if you didn't exist, without your presence the sunlight wouldn't shine the same, and the happy moments, if there would be any, would fade quickly in time, there would be no reason to laugh, no songs that spoke of hope or love. And if there were, no one would understand them.

Without you, the sky, the moon and the stars would only be part of the bleak landscape of life. There would be no point in looking up, for it would only give us one more reason to cry and suffer. The plants, with their beautiful green color, captivating flowers and exquisite fruits, would be so little, perhaps no one would even enjoy them.

Do you understand now how much you are worth? Do you understand how lucky we are to have you? I feel such joy that, the day I met you, my heart wanted to come closer to give you a giant hug, especially to make sure you were real, I wanted to know if it was just a wonderful, beautiful dream, one of the best I had ever had in my life, but no, it was much better than that: You are real, wonderful, incomparable, phenomenal. And my heart leapt with joy when I knew it.

I speak for myself, although I know for sure that many feel the same way, I know that many wish to say the same as I do now, but you are so special and wonderful, they may not know how to express it. Maybe they just see you, enjoy your presence and, as a gesture of gratitude, be happy, because they know that this also fills you with happiness.

You are so easy to love, it is so easy to love you. And it couldn't be any different, because you are always there for others. With that great empathy and humility that you make others feel so comfortable. And, once again, I speak for myself: that's how I feel, that's how I feel with all my being.

However, I must admit that you will not always be there, that difficult moments may come and, no matter how much I wish it, you may be distant. I don't know if I can bear it, I don't know if I can go on, but I will fight to do it, I will fight with all my strength to stand until your return, until again your soft words embrace me, reminding me that it was worth the wait, and that the reasons to be happy are always more, many more.

I want to say so many things, but there is always so little we can say in words, and when speaking of you, that is truer than ever. But how grateful I am, and how happy I am to know you, to have you in my life and to enjoy your wonderful personality. Not for nothing do you have the name that we all proudly mention when we see you, even if only for small moments.

What a special name, how appropriate for you! You make each of the letters that compose it count. You give a unique value to that name, so much so that there is no need to explain or describe it, just mentioning it is enough for everyone to know who you are. Because your name is KINDNESS.