In the middle of a real hell on earth, a mentally ill man will hear a disturbing sound that will completely change his entire reality.

  El silbido en su cabeza se hizo más fuerte, el pobre hombre sintió desfallecer en medio de la oscuridad de aquel extraño túnel, mientras una nube de polvo le seguía en su larga carrera intentando salvar la vida, viendo como todo encima de él temblaba y se destruía, a consecuencia de la poderosa bomba que impactó directamente sobre el sanatorio mental acabando de cientos de pacientes. El aire escapó aprisa de los pulmones de Sigmund, ante la gran cantidad de cenizas que colapsaron todo a su alrededor, dejándolo totalmente desconcertado y con el poderoso sonido retumbando dentro de su mente hasta que perdió el conocimiento.

  Luego de un largo tiempo. El fuerte arañazo de una rata negra sobre su rostro, lo despertó abruptamente para descubrir que ya podía respirar con normalidad, una tenue luz de la superficie se filtraba en partes de la caverna producto de las grietas que dejó la explosión, en su avance subterráneo, el delgado enfermo mental sintió curiosidad por ver lo que quedaba de lo que fue su prisión, pero lo que se debeló ante sus ojos fue algo tan perturbador que lo marcaría para siempre. Una de las salas donde se alberga a los locos ahora se convirtió en una especie de fosa común, donde los soldados del régimen estaban aglomerando los cadáveres quemados de cientos de personas, algunos ni siquiera tenían cabeza, otros no eran más que simples pedazos humeantes negros como el carbón, despidiendo un terrible olor a carne quemada.

  En ese momento, nuevamente, el silbido del desconcierto reapareció junto con la visión de la bomba. Sigmund, se sujetaba con fuerza la cabeza poniendo sus manos sobre ella, intentando soportar el terrible dolor que le quemaba por dentro hasta que logró entender que lo ocurrido no fue un error de la guerra, la explosión fue intencionada, aquel artefacto explosivo que se mostró atravesando los cielos como un pájaro de hierro, estaba pintado de rojo y lucía en sus alas el funesto logo de líneas negras cruzadas, identificando a la facción del líder perverso que se había hecho con el poder.

  Los demonios querían eliminar a todos en ese hospital, puede que sea porque eran enfermos, desquiciados, discapacitados, o algo peor, sabían de su presencia y querían matarlo precisamente a él, esa deducción rápida, lo abrumó en el desespero de todavía no entender el porqué, sumiéndose en un miedo lacerante que descalabró sus nervios al punto de hacerlo temblar como una gelatina.

  Inevitablemente, supo que debía huir de esa zona, de la ciudad y del país, bajo ningún concepto podía permitir que los militares lo encontraran. El agujero donde se encontraba era inmensamente largo, en sus paredes de roca oscura estaban labradas inscripciones en símbolos extraños que no alcanzaba a comprender directamente, pero que de alguna forma lo guiaban por un camino. Tras pasar un extenuante trayecto, la oquedad se dividió en 3 partes, mostrando arcos con deidades romanas como si fuese alguna prueba que debía superar antes de llegar a su destino.

  Fue algo sencillo escoger por donde seguir avanzando, solamente prosiguió por donde el sonido de su cabeza se hacía cada vez más fuerte, como los gritos desesperados de un poder que necesitaba ser descubierto para estar en sus manos, una energía mística que seguramente estuvo dormida por miles de años, pero que resurgió en este mundo, impulsada por la maldad que se desataba en todo el continente. Una flama oscura, azulada y sobrenatural fue el preludio de un camino de antorchas negras, que lo llevó directamente a situarse frente a una puerta de piedras donde resplandecían símbolos labrados en un lenguaje extinto.

  Sin embargo, nuevamente el silbido jugó un papel importante en los acontecimientos, trayendo en un sueño vívido como un recuerdo en donde se entendía perfectamente la traducción de lo escrito en el portal y se le mostraba a él, en otra época, con vestimentas costosas, cortando con una daga la palma de su mano para que brotara la sangre de su linaje, la cual colocó contra la roca desactivando el conjuro mágico de protección abriendo la puerta. Tal como en la visión, así lo hizo cortándose con una punta afilada de la pared, en ese momento, una majestuosa galería le dio la bienvenida a un altar cubierto de oro y plata, sobre el cual estaba la estatua de un arcángel portando en sus manos un libro antiguo con portada de piel negra y páginas de papiro, que brillaba con la misma intensidad de un fuego de almas oscuro y azulado, en el que se veía el símbolo de una estrella de 5 puntas dentro de un círculo donde estaban presentes, la representación de los elementos esenciales de la magia.

Continuará…

Esta historia es ficticia y no representa a nadie en particular.

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The whistle of bewilderment Part 2

  The whistle in his head became louder, and the poor man felt faint in the middle of the darkness of that strange tunnel. At the same time, a cloud of dust followed him in his long race trying to save his life, seeing how everything above him trembled and was destroyed, as a result of the powerful bomb that hit directly the mental sanatorium killing hundreds of patients. The air escaped quickly from Sigmund's lungs, before the great number of ashes collapsed everything around him, leaving him totally bewildered and with the powerful sound rumbling inside his mind until he lost consciousness.

  After a long time. The strong scratch of a black rat on his face, woke him abruptly to discover that he could already breathe normally, a faint light from the surface filtered into parts of the cavern product of the cracks left by the explosion, in its subway progress, the thin mentally ill man was curious to see what was left of what was once his prison, but what was revealed before his eyes were something so disturbing that would mark him forever. One of the rooms where the insane were housed now became a kind of mass grave, where the soldiers of the regime were crowding the burnt corpses of hundreds of people, some did not even have heads, and others were nothing more than simple smoking pieces black as coal, giving off a terrible smell of burnt flesh.

  Again, the hiss of bewilderment reappeared at that moment, along with the sight of the bomb. Sigmund held his head tightly, placing his hands on it, trying to endure the terrible pain that burned inside him until he managed to understand that what happened was not a mistake of the war, the explosion was intentional, that explosive device that was shown crossing the skies like an iron bird was painted red and wore on its wings the dismal logo of crossed black lines, identifying the faction of the perverse leader who had seized power.

  The demons wanted to eliminate everyone in that hospital, maybe because they were sick, deranged, disabled, or worse, they knew of his presence and tried to kill him precisely, that quick deduction, overwhelmed him in the despair of still not understanding why, plunging into a lacerating fear that miscalibrated his nerves to the point of making him tremble like a jelly.

  Inevitably, he knew that he had to flee from that area, from the city, and the country, under no circumstances could he allow the military to find him. The hole where he found himself was immensely long, on its dark rock walls were carved inscriptions in strange symbols that he could not directly understand, but that somehow guided him along a path. After passing a strenuous journey, the hollow was divided into 3 parts, showing arches with Roman deities as if it were some test that he had to overcome before reaching his destination.

  It was a simple thing to choose where to continue advancing, he only proceeded where the sound in his head became louder and louder, like the desperate cries of a power that needed to be discovered to be in his hands, a mystical energy that was surely dormant for thousands of years, but that resurfaced in this world, driven by the evil that was unleashed throughout the continent. A dark, bluish, unearthly flame was the prelude to a path of black torches, which led him directly to stand before a stone doorway where symbols carved in an extinct language glowed.

  However, again the whistling played an important role in the events, bringing in a vivid dream-like memory where the translation of what was written on the portal was perfectly understood and showed him, in another time, with expensive clothes, cutting with a dagger the palm of his hand so that the blood of his lineage would flow, which he placed against the rock deactivating the magic spell of protection opening the door. Just as in the vision, he did so by cutting himself with a sharp point of the wall, at that moment, a majestic gallery welcomed him to an altar covered in gold and silver, on which was the statue of an archangel carrying in his hands an ancient book with black leather cover and papyrus pages, which shone with the same intensity of a dark and bluish soul fire, in which was seen the symbol of a 5-pointed star within a circle where they were present, the representation of the essential elements of magic.

To be continued...

Thank you for reading

This story is fictional and does not represent anyone in particular.

This is an Original Story written by @susurrodelmisterio for Hive
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