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El barquero rápidamente miró a su compañero con sospecha, sin querer hacer contacto visual con una presencia tan extraña e inquietante. Podía sentir los ojos del otro hombre en él a veces, aunque parecían no moverse, era casi como si lo estuviera mirando a través de él mismo.

Cuando el hombre comenzó a hablar de nuevo, después de varios minutos de silencio, sonó como si estuviera recitando poesía en un idioma extranjero, las palabras salían lentamente, una sílaba a la vez. Era difícil entender lo que decía porque su voz parecía distorsionada por estática.

Su compañero escuchó atentamente como si tratara de descifrar el significado detrás de cada palabra hasta que finalmente no había más que decir. Cuando volvió a hablar, su voz era diferente, más profunda y ronca que antes, y el barquero tardó un momento en darse cuenta de lo que estaba diciendo.

Tendremos que volver, dijo el hombre en un susurro. — Hay cosas en este lugar.

Al principio, el barquero pensó que estaba bromeando, pero cuando se volvió hacia el hombre y vio que no estaba sonriendo, se dio cuenta de que el hombre había hablado muy en serio. Estaba mirando algo flotando cerca. Había un objeto en el agua, apenas visible en la luz que se desvanecía, el hombre inmediatamente dijo que no tocara este objeto y que ambos deberían entrar en el barco.

El barquero miró el objeto, se veía muy extraño y algo que nunca había visto antes. En todos los años que había pasado trabajando en el mar, nunca en ninguno de esos viajes había visto algo así. No se parecía a nada que hubiera encontrado, era una esfera sólida negra, similar a una bola de bolos. Flotaba sola en el agua y parecía ser perfectamente lisa.

El barquero pensó que tal vez el objeto podría haber sido arrojado por la borda por alguien que había abordado algún barco, pero no se atrevió a tocar este extraño objeto.

Subieron a bordo del pequeño bote, encendieron una lámpara y regresaron a la costa. Mientras navegaban, el hombre de repente saltó del bote y se sumergió en el agua sin siquiera informar al barquero sobre lo que estaba haciendo. El barquero no sabía si el hombre había cometido un error o se había vuelto loco y continuó mirando el lugar donde el hombre había desaparecido en las aguas oscuras de abajo hasta que finalmente estaba demasiado asustado para permanecer en esas aguas y continuó hacia la costa.

Llegó a los muelles y el cielo ya estaba bastante oscuro. Después de un tiempo, no había señales de su cliente en ninguna parte. Sintió desde el principio sensaciones muy extrañas cuando ese hombre lo contrató para hacer un corto viaje en bote. Sabía que algo andaba mal con él, pero aceptó llevarlo de todos modos, y ahora, el hombre probablemente estaba muerto en el mar.

Trató de encontrarlo, pero no pudo hacerlo y tuvo que regresar a casa sintiéndose perturbado. Subió directamente las escaleras a su habitación, cerró la puerta detrás de él y se durmió.

Al principio pensó que debían ser detectives, pero luego se dio cuenta de que no estaban armados, solo observándolo como si fuera un espécimen bajo un microscopio. El hombre le preguntó su nombre, dónde vivía y qué hizo la noche anterior.

Les explicó todo a estos hombres, pero no parecían muy convencidos de lo que estaban escuchando. Finalmente, los hombres de negro se detuvieron con sus preguntas y se fueron.

De vuelta en su habitación, el barquero decidió acostarse en la cama. Comenzó a pensar en los eventos de la noche anterior. Luego se dio cuenta, el hombre probablemente había hecho algo con el extraño objeto del mar, y es por eso que estaba siendo interrogado al respecto. Antes estaba seguro de que el hombre había muerto en el agua, pero ahora ya no estaba tan seguro.

También estaba muy intrigado por ese extraño objeto y se quedó perplejo cuando recordó que le dijeron que no tocara ese objeto. No sabía qué hacer y estaba confundido. Tal vez debería haber prestado más atención en lugar de distraerse con la extrañeza que lo rodeaba durante ese paseo en bote. Se sentía mal, así que decidió quedarse en casa ese día y descansar.

Al día siguiente es cuando las cosas comienzan a ponerse realmente extrañas en ese pequeño pueblo, la gente comenzó a informar haber visto luces extrañas en el mar, y había otros 2 barqueros que de repente desaparecieron sin dejar rastro alguno.

La ciudad estaba experimentando una constante sensación de pánico y el barquero sabía que todo estaba relacionado con su extraño cliente de antes y ese extraño objeto que encontraron en el mar. Dio un corto paseo en bote y buscó el objeto, pero no se encontraba en ninguna parte.

El barquero nunca pudo averiguar realmente lo que sucedió ese día, pero se dio cuenta de que durante ese viaje, se acercó mucho a algo que podría describirse como paranormal.

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