En cuanto a la votación desde muy pequeña siempre me caractericé por ser justa y equitativa porque mi deseo era ganar sin hacer trampa por lo que cada participante tenía derecho a votar y podía hacerlo por ella misma o por otra amiga y las personas que estarían presentes, los votos se colocaban en una caja con una ranura superficial completamente forrada y los votos se contaban en voz alta en presencia de todos, estos momentos eran de mucha tensión, faltaba el redoble de tambores, nadie sabía el resultado final, absolutamente nadie. El jurado principal incluía la representante de cada niña que participaba y algunos vecinos invitados este jurado se rotaba cada cierto tiempo en cada nuevo concurso porque no fue un solo concurso fueron varios a lo largo de dos años más o menos.

Nunca sé sabia quien ganaría, ya que parte del concurso era hacer una pregunta seleccionada por el jurado y dependiendo de la dicción y la respuesta de la niña influía en el resultado final. A la ganadora se le coronaba y se le entrega un cetro, al principio coronas de cartón que yo hacía, pero conforme el juego se hizo popular una de las madres representantes de una de las niñas elaboro una corona bellísima y su cetro, para asignárselo a la nueva soberana y se prestaba por una semana, este trofeo se lo llevaba a su casa, y podía sacarse fotos enseñarlo a su familia, pero también cuidarlo y entregarlo intacto, la verdad es que esas niñas me tenían un respeto o tal vez algo de miedo je, je, je porque cuidaban eso más que sus vidas, yo era la propia Osmel Sousa de mi barrio.

Al finalizar, y tener una ganadora, empezábamos a comer, bailar, y se venía la rumba, en el patio de mi abuela que es grande y de los vecinos, corríamos a escondernos, a jugar la ERE, entre tantas cosas que terminabas muy cansadas y sin maquillaje, todas sudadas, porque esta era una actividad que duraba todo el día, comenzábamos a las 2 pm y eran las 10 pm y seguíamos jugando. Salíamos por las calles recorriendo varias cuadras gritando: la reina, la reina. La logística que yo manejaba eran tan grande que hasta asignaba una persona narradora, que leía todas las presentaciones, eran uno o dos animadores. Era un gran juego.

Recordando me mata la risa, que mi abuela terminaba enojada y corriendo a todas las niñas porque le dañábamos sus plantas al correr y escóndenos en ellas, también una vez una de la mamá de las niñas no estuve presente en el concurso y se apareció en la noche a buscar a su hija y cuando se enteró de que había ganado, la señora termino llorando a lloros con tanta emoción, que todas nos reíamos, je, je, je qué mala era. La verdad que fue una experiencia maravillosa este juego, mi familia aún lo recuerda y es muy chistoso, después de varias ediciones yo estaba agotada de la administración de ese juego, la voz se corrió y ya no se trataba de unas cuantas cuadras, las niñas que querían inscribirse eran muchas y me mantenían loca preguntándome a cada rato cuando sería el próximo concurso.

Este juego terminó cuando por fin como en la 9.ª edición yo gane la corona je, je, je, si una vez que me pude coronar me dije se acabó este juego, ya no quiero más, no me parecía divertido era mucho trabajo organizando todo y aunque varias niñas se ofrecieron ayudarme, cerré este capítulo en mi vida, quede como la reina vitalicia, lo único que lamento es que no me saque ni una foto de esos eventos, no quedo ningún registro fotográfico porque en ese tiempo las cámaras eran costosas y se tenían que comprar rollos, no era tan fácil como ahora. Me sorprende lo organizada que yo era y bueno puedo decir que no fui mis, pero si me gradué de administradora, tal vez si me fuera ido por esa rama tuviera una academia de modelos o mises.

Muchas gracias si llegaste hasta el final de mi post, para mí fue un placer participar y rememorar parte de mi infancia, quiero invitar a participar a @maridmc, @equipodelta, @pannavi estoy segura de que ustedes tienen aventuras de infancia placenteras para contar. Hasta un nuevo post, nos leemos en los comentarios.