Hoy estuve meditando en lo complicado que son los tiempos que vivimos; donde todo el mundo parece girar en torno a la tecnología y la información. Porque ya no es la revolución industrial lo que la humanidad está viviendo desde hace tiempo, sino la revolución de la información. Hablemos por tanto de un tema sobre el que no me canso de reflexionar: La naturaleza de la información y sus fuentes.
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¿Qué consecuencias tiene no saber distinguir la información veraz de la que es falsa
Este es un tema sensiblemente importante, ya que (como he dicho en posts anteriores) de la mano de la información va también la desinformación; y si no tenemos cuidado para discernir la veracidad de todos los datos y noticias que nos llegan, podríamos confundir información real, con información falsa, con los problemas que eso nos acarrea.
Ahora, no quiero redundar en algo de lo que ya he hablado de sobra en otras ocasiones, pero quiero dejar muy claro que esto de no saber distinguir la información real de la que no lo es, nos acarrea problemas muy graves; tales como desinformación, la creación en nosotros de creencias erradas y el que nos convirtamos en tontos útiles que son un medio de difusión más de dicha desinformación.
Esto, por no hablar de que tal cosa genera que tomemos decisiones erradas que tienen repercusiones negativas en cualquier nivel de nuestra vida en que las estemos tomando, e incluso, en muchos otros niveles. Entonces, una medida que suelo tomar para no caer en el error de la desinformación consiste (como ya he dicho otras veces), en filtrar todo dato o posible información que me llegue, y esto lo hago constatando las fuentes de la información.
Para esto, ya tengo una serie de fuentes (digitales o no) sobre las cuales ya he determinado que son veraces y confiables. Y en base a eso, me suelo nutrir con las noticias que dichas fuentes proveen; por lo que tengo un nivel de certeza razonable de que la información que estoy recibiendo y consumiendo de ellas es verdadera.
Acerca de la confiabilidad de las fuentes
Ahora, esto no significa tampoco que confíe ciegamente en lo que las fuentes que considero confiables me dicen, sino que lo que significa realmente es que les doy mayor nivel de crédito inicialmente ante cada noticia que me proveen; porque las he preferido (en base a análisis anteriores) antes que otras fuentes. Pero igualmente, tengo la costumbre de constatar y analizar toda información que llegue hasta mí, venga de donde venga.
Y aunque pueda parecer que soy demasiado desconfiado en todo esto, la realidad es que hoy en día hay que ser un poco paranoíco al respecto; porque hay demasiada manipulación informativa, demasiadas pseudo-noticias (o fake news) circulando (sobre todo en Internet) y demasiados intereses de todo tipo tratando de ganar nuestra atención a toda costa.
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Todo esto significa que la confiabilidad de las fuentes informativas siendo (como en realidad es) un pilar importante en la determinación de la veracidad de la información, debe ser analizada y determinada con cierta frecuencia. Ya que debemos saber muy bien que las circunstancias en este mundo cambian (o pueden cambiar) de un momento a otro; y este tópico no es la excepción. Por ello debemos entender que el que una fuente de información pueda resultar confiable hoy, no significa que por necesidad siempre será así. Así que hay que tener mucho cuidado en nuestro proceder y confiar al respecto.
Entonces, constantemente soy de los que analiza la veracidad de las fuentes informativas que utilizo, para ver si continúan siendo confiables o si por el contrario, ya no lo son tanto y necesito cambiarlas.
El amarillismo: Una señal por excelencia de pseudo-información
Determinar cuáles son las fuentes fiables de las que no lo son, es un proceso complejo; ya que el filtrado de la información debe ser examinado cuidadosamente a muchos niveles. O sea, este filtrado tiene cierto nivel de complejidad por lo que hay que saber hacerlo en base a una serie de factores que debemos conocer muy bien.
Entre muchas cosas, debemos entender el lenguaje que está empleando el medio informativo que estamos consultando y lo que se puede inferir de fondo (a nivel general) en base a las informaciones que provee, para así determinar si existe algún nivel de sesgo informativo. También debemos conocer muy bien lo que es una opinión personal de una información real.
Ahora, les comento una cosa que suele ser una de las "señales a gritos" de que la fuente informativa que estamos consultando no tiene fiabilidad: El amarillismo. El amarillismo siempre ha existido, y se trata de noticias o datos que son puestos de forma rimbombante o engañosa con diversos propósitos.
Los autores o fuentes de dicho tipo de informaciones suelen exagerar o tergiversar lo que las noticias realmente son, implicando cosas que no son reales con el fin de llamar la atención del público hacia el contenido en cuestión. Generalmente no son noticias totalmente falsas, pero tampoco son completamente ciertas, lo que hace que la calidad de la información obtenida sea (cuando menos), muy cuestionable.
Todo esto lo vemos a diario, por ejemplo, en medios como YouTube, donde mucha gente tiene canales de noticias en los que publican videos que muchas veces tienen portadas sensacionalistas, e incluso titulares engañosos, que implican cosas que no están pasando realmente.
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Esto es lo que hoy en día llamamos "Click Bait" y se trata de ese tipo de informaciones que son sesgadas a propósito por sus creadores para crear un impacto inicial en la audiencia o espectador, con el fin de ganar clicks y visualizaciones que les traigan mayores ventajas con los algoritmos de búsqueda a fin de atraer mayor cantidad de visitas, y más ingresos por publicidad. Si lo pensamos, este es uno de los mayores problemas de todas las más grandes y famosas plataformas sociales de la actualidad; y de los más comunes también.
Y lo peor es que he visto personalmente como algunas personas (incluso periodistas que dicen ser serios), dicen que esto es normal, y sostienen que es algo válido para poder atraer la atención de la gente. Obviamente que esto es una treta que funciona muy bien como un modo para atraer engañosamente gente hacia su contenido; y que tristemente se está haciendo cada vez más común en Internet; pero que así sea, no lo hace normal; ni mucho menos deseable.
Y si lo analizamos bien, a nivel de los creadores contenido y de las páginas informativas, esto del "click bait" es en realidad una práctica tonta e inútil. Porque es verdad que ganan mayor nivel de interacción gracias a ello; pero no crean fidelidad ni confianza en la audiencia. Sí, puede que ello les genere visitas momentáneamente, pero la tasa de rebote (o sea, la tasa de gente que se va por donde vino tan pronto como se dan cuenta de la naturaleza del contenido), suele ser muy alta.
Entonces, recalcando, como personas que estamos intentando discernir la naturaleza de las fuentes informativas que usamos, el amarillismo es una señal poderosa de que la fuente que estamos consultando es poco o nada confiable. Esto debemos recordarlo siempre.
¿Qué opinas sobre el tema tratado? Por favor comenta.
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