Saludos. La amiga @naath en una reciente publicación en la comunidad de @holos-lotus nos deja la invitación a reflexionar sobre el impacto que tiene el entorno en nuestras vidas. Les comento…
En 1762, hace mucho más de doscientos años, el ginebrino Juan Jacobo Rousseau, en su célebre obra “El contrato social”, nos dejaba un comentario directamente relacionado con la pregunta propuesta por nuestra amiga @naath. Decía Rousseau que el hombre nace bueno por naturaleza y que es la sociedad la que lo corrompe.
Esa sentencia ha sido producto de largos debates durante mucho tiempo, porque según ese destacado autor cada uno de nosotros estaría casi que condenado por las circunstancias en que hubiese nacido, sin que hubiese alguna fuerza interior que le permitiera la posibilidad de sobreponerse a esas circunstancias.
No llego a compartir plenamente el peso de la determinación de nada en nuestras vidas. Creo que Dios nos ha dejado el regalo de una fuerza interior capaz de impulsarnos por encima de cualquier adversidad.
Sin embargo, reconozco que las condiciones del entorno tienen una enorme influencia en la forma en que somos y en las opciones de vida que tomamos.
No tienen las mismas oportunidades los niños que han sufrido hambre desde el momento de su nacimiento en relación con aquellos que han podido comer todos los nutrientes necesarios para su desarrollo. No tiene la misma oportunidad el que ha recibido una educación que potencie las capacidades de su mente en relación con aquel que apenas ha sido preparado para repetir dos o tres cuestiones banales y superficiales.
Más recientemente el escritor canadiense Malcolm Gladwell, en su libro “Fuera de Serie”, nos deja un escrito que refuerza el peso del entorno en el éxito de las personas. A través del estudio de casos de figuras relevantes como Bill Gates y los Beatles, el autor nos muestra cómo hubo situaciones que fueron la clave para que estas personas pudieran salir adelante con sus ideas. Sin esas condiciones quizá el futuro de ellos hubiese sido distinto.
El asunto en realidad se me vuelve bastante complicado porque siempre me he hecho una pregunta difícil: ¿Si alguien no me lo muestra, no me guía, no me proporciona el germen de una sospecha, cómo lo puedo conocer…?
Y no se trata de buscar excepciones, claro que las hay. Siempre vamos a tener los ejemplos de aquellas personas que en medio de las condiciones más difíciles pudieron salir adelante. Son esos ejemplos los que nos permiten pensar en que esa fuerza interior que todos poseemos tiene un poder casi ilimitado.
Pasé mis años de infancia y adolescencia en un entorno que no valoraba mucho la necesidad de educarse. La mayoría de mis vecinos eran personas con trabajos muy precarios que necesitaban generar ingresos rápidamente, criaban a sus hijos para incorporarse lo más pronto posible a alguna actividad productiva. Además, las escuelas tampoco quedaban cerca, era costoso llegar a ellas.
Pero por suerte para mí, mi madre tenía otros planes, se había propuesto que nosotros sí íbamos a estudiar, y se ocupó de vencer cada obstáculo para hacer eso posible. Sin esa determinación de ella quizá nosotros hubiésemos seguido el mismo camino de los hijos de nuestros vecinos. Sin que ello significara que fuese mejor o peor que el que nosotros seguimos, digamos sencillamente que fue distinto.
En temas como estos me gusta pensar las cosas a dos niveles. El social, en el que lo más deseable sería que las oportunidades estuviesen disponibles para todos, de ese modo las personas tendrían un repertorio para escoger hacia donde orientar sus esfuerzos, y cada quien podría desarrollar plenamente sus potencialidades. Ese sería un entorno maravilloso.
A nivel individual es muy importante llegar a convencernos que dentro de nosotros tenemos todo lo que necesitamos. Pueda ser que en un tiempo de la vida no hayamos tenido el entorno más favorable, que incluso haya sido bastante hostil. Pero siempre tenemos la posibilidad de encontrar alternativas, cada uno puede aprender a valorar las cosas de otro modo, y siempre podemos aprender a sobreponernos al dolor, el abandono y la desdicha.
La costumbre nos puede llevar a ser resignados, a dejarnos derrotar por las condiciones que nos han tocado. Pero es sano pensar que la vida no se juega en una sola partida y que podemos aprovechar mejor cada carta que nos llega.
Gracias por tu tiempo.
Greetings. Friend @naath in a recent post in the @holos-lotus community leaves us the invitation to reflect on the impact that the environment has on our lives. Let me tell you...
In 1762, much more than two hundred years ago, the Genevan Jean-Jacques Rousseau, in his famous work "The Social Contract", left us a comment directly related to the question proposed by our friend @naath. Rousseau said that man is born good by nature and that it is society that corrupts him.
That sentence has been the product of long debates for a long time, because according to that outstanding author each one of us would be almost condemned by the circumstances in which we were born, without any inner strength that would allow us the possibility of overcoming those circumstances.
I do not fully share the weight of the determination of anything in our lives. I believe that God has left us the gift of an inner strength capable of propelling us over any adversity.
However, I recognize that environmental conditions have an enormous influence on the way we are and the life choices we make.
Children who have suffered from hunger from birth do not have the same opportunities as those who have been able to eat all the nutrients necessary for their development. Those who have received an education that enhances the capacities of their minds do not have the same opportunity as those who have been prepared to repeat two or three banal and superficial questions.
More recently, the Canadian writer Malcolm Gladwell, in his book "Out of Series", has written a book that reinforces the weight of the environment in the success of people. Through case studies of relevant figures such as Bill Gates and the Beatles, the author shows us how there were situations that were the key for these people to succeed with their ideas. Without those conditions, perhaps their future would have been different.
The issue actually becomes quite complicated for me because I have always asked myself a difficult question: If someone does not show me, does not guide me, does not give me the germ of a suspicion, how can I know him...?
And it is not a question of looking for exceptions, of course there are exceptions. We will always have the examples of those people who, in the midst of the most difficult conditions, were able to get ahead. It is those examples that allow us to think that the inner strength that we all possess has an almost unlimited power.
I spent my childhood and teenage years in an environment that did not place much value on the need for education. Most of my neighbors were people with very precarious jobs who needed to generate income quickly, raising their children to join some productive activity as soon as possible. Moreover, the schools were not close either, it was expensive to get to them.
But luckily for me, my mother had other plans, she had decided that we were going to study, and she overcame every obstacle to make that possible. Without her determination we might have followed the same path as our neighbors' children. Without this meaning that it was better or worse than the one we followed, let's just say it was different.
On issues like these I like to think of things on two levels. The social one, in which the most desirable thing would be that opportunities were available to all, so that people would have a repertoire to choose where to direct their efforts, and everyone would be able to fully develop their potential. That would be a wonderful environment.
At the individual level, it is very important to convince ourselves that we have everything we need within ourselves. It may be that at one time in our lives we may not have had the most favorable environment, or even a rather hostile one. But we always have the possibility of finding alternatives, everyone can learn to value things differently, and we can always learn to overcome pain, abandonment and misfortune.
Habit can lead us to be resigned, to let ourselves be defeated by the conditions that have been given to us. But it is healthy to think that life is not played in a single game and that we can make better use of each card that comes our way.
Thank you for your time.
Translated with DeepL.com (free version)
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