El apego ansioso: una disonancia cognitiva real, y muy común en las relaciones de pareja [Español]

Si hablamos de comportamientos de pareja, seguramente estaremos adentrándonos en un tema que a muchas personas les genera resistencia. Casi siempre actúan de forma irritable y sobre todo, con una terrible resistencia ante el más mínimo análisis. La idea de este post no es generar una "superioridad" moral. Nada que ver, lo que subyace detrás de la intención de hacer esto, es precisamente brindar un poco de información, contraste y debate sobre un hecho muy común, humano y sobre todo, ampliamente normalizado (aunque es negativo)...

Desde la ansiedad, absolutamente nada puede conservar el sentido y el raciocinio. Si partimos de esta premisa, entonces hay que detectar que dentro de la demostración de afecto que los humanos solemos sostener, en muchos casos también añadimos la necesidad de apegarnos con nuestra pareja. Lo cual, a priori, no es ni bueno ni malo. Pero que sí tiene implicaciones en el comportamiento que pueden cambiar la naturaleza de lo que tenemos con aquella persona que nos une sentimentalmente.

Lo voy a dejar muy en claro, de un modo más sencillo. En las relaciones de pareja, es muy frecuente ver una de las dos partes experimentar esa sensación/patrón de conducta que muestra la marcada diferencia entre una de las dos partes que conforman la relación. Una de las dos partes está más apegada, más "necesitada" y sobre todo, más dependiente al otro. Y esa acción, puede llegar a ser muy preocupante. No solo por el aspecto nulo del dominio emocional, sino porque puede llegar a convertirse en una disonancia cognitiva.

"Yo te amé más que a nada en el mundo, y tú no fuiste capaz de verlo, de amarme". Ésto es sumamente común, lo quieran admitir o no. Repito, aquí el plan no es indicar qué es bueno o qué es malo. De hecho, en psicología no existen esos conceptos bipolares-sectarios. Lo que sí se nota y cobra fuerza son las huellas que hay detrás de algo tan revelador como es el comportamiento. En las relaciones, la tolerancia al sufrimiento está muy esparcida, lamentablemente....

Tampoco es demasiado raro (tristemente) hallar un marcado ritmo de ofensa-reconciliar-conflicto-resolución entre los miembros de una pareja. Incluso, hay registros demográficos que muestran en cuáles países está más normalizado el conflicto y en cuáles no tanto. Lo cierto, es que todo eso es una muestra de ideas muy mal entendidas. En primer lugar, todos tendremos algún tipo de apego hacia nuestra pareja sentimental. En algún mayor o menor grado. Pero efectivamente, nos apegamos.

Acá lo importante es dar con el balance ideal. Se conoce como apego ansioso al conjunto de conductas que un individuo sostiene al momento de experimentar algunas de estas emociones: miedo, soledad, frustración, conflicto y límites, y que tienen como desembocadura de esa vivencia, algunos de estos actos: manipulación del otro, sensación de abandono, infantilismo, exageración de la tristeza y sobre todo, posesividad e inseguridad crónica en sí mismo y, por consecuencia, en el miembro que sea tu pareja sentimental...

Ahora bien, estoy convencido que todos conocemos a alguna persona que cumpla con esto, eso es indudable. Lo cierto, es que dentro de la cotidianidad también hemos aceptado la poca libertad ajena; el concepto de individualidad del ser. Que no se pierde en ninguna etapa de la vida humana. Y ni hablar de terminar de entender que las relaciones no son un calco de un proceso social estándar, sino que las relaciones sanas son consensos y acuerdos en constante renovación: lo que fue ayer y funcionó, no es garantía para el mañana y el futuro...

Que tu pareja te diga, necesito estar solo y concentrado para buscar cierta tranquilidad que anhelo, no es sinónimo de que tú estorbas o eres un problema. Por tanto, ese impulso/necesidad/compulsión/ansiedad no debería dominar y nublar tu capacidad de tomar decisiones y acciones que sean acordes a la situación que tengas presente... Poder notar esos disparadores mentales es lo que hace la diferencia, y sobre todo tratar los traumas de abandono, descuido y victimización crónicos que se arrastran desde la niñez yendo a terapia psicológica... Por más "normalizado" que esté algo, no es sinónimo de que esté bien... Piensa siempre en eso; puedes y debes mejorar, siempre.

Descubrir quiénes somos en realidad, es siempre un acto de amor propio y de responsabilidad afectiva. Te agradezco, un montón, por leerme. Y sí, antes de que lo olvide, la foto de portada es de mi autoría.

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