Reflexionar, crear, actuar, crecer (Repetir)-Reflect, Create, Act, Grow (Repeat)

Hola!, queridos amigos


En mi vida ha habido momentos en los que después de atravesar ciertas situaciones pienso y repienso y comienzo a fustigar la forma en la que actué y me digo, "hubiera dicho esto" o "hubiera hecho aquello". El asunto es que a veces, por no estar atenta me han agarrado fuera de base y me han hecho "out". :)

Por otro lado, me han ocurrido cosas que me han pegado más porque me he enterado de ellas mucho tiempo después de que han pasado, y a veces ha sido de forma accidental. En este grupo se ubica la situación que pasaré a contarles y sobre la cual me basé para realizar el experimento sugerido por nuestra amiga @damarysvibra.

Fotografía de mi archivo personal

Christian es mi segundo hijo, un niño hermoso con quien desde bebé siempre tuve mucha conexión, esa que se establece desde el corazón y se reafirma con la mirada. Cuando cumplió tres años y correspondía inscribirlo en preescolar yo lo pensé mucho porque el estaba muy apegado a nosotros pero, en las vacaciones escolares previas al nuevo año escolar, comenzamos a prepararlo y a darle ánimos para que al llegar el día le pegara un poco menos la separación.

Todo empezó bien, la maestra que le tocó era cariñosa y su primer nivel lo hizo super bien hasta el final. Llegado el siguiente año escolar, las primeras semanas fueron un real desconsuelo. Había días en que no quería ir, lloraba y yo le preguntaba que si había algún niño malo en su salón y me decía que no. En una ocasión me llamaron al trabajo para que lo fuera a buscar porque tenía fiebre y al llegar lo encontré en brazos de la maestra con sus ojos llorosos. Hablé con la maestra y me dijo que había pasado la mañana llorando y ya a las 10 prefirió llamarme para que lo fuera a buscar. La situación no mejoró y sentimos que lo mejor era sacarlo de ese prescolar y estuvo allí solo ese primer lapso. Su papá decidió inscribirlo en la escuela en la que había comenzado a trabajar ese mismo año en el área de prescolar y todo cambió.

Años más tarde, cursando él, el segundo grado de primaria, estábamos en la cocina, haciendo la tarea mientras yo hacía el almuerzo y de alguna manera llegamos a un punto en el que yo recordé su comportamiento en su segundo año de preescolar y él así, sin dejar de hacer la tarea me dijo, "ah si, cuando estaba con la maestra que me pellizcaba, ¿no?". Mi primera reacción fue subirle la carita y hacerle repetir lo que había dicho y el otra vez, me dijo "si mami, esa maestra cuando te ibas y yo me ponía triste o lloraba, ella me pellizcaba como para que yo no llorara más, pero me daba más ganas de llorar y me decía ya llegó el llorón". Ese mediodía no almorcé, tenía mucha tristeza, lloré y le pedí perdón a mi hijo por no haber notado esto y cuando le pregunté por qué no había dicho nada, no me contestó y solo dijo "pero papá me llevó a su escuela y fue mejor".

Como se habrán percatado ya habían pasado 4 años, sin embargo yo fui al prescolar con el único fin de hacer que le levantaran un informe o por lo menos dejarla muy mal con la directora, pero ya Dios se había encargado de ella, el año anterior la habían botado por esa misma razón, el niño a quien maltrató había hablado a tiempo y su mamá le propinó unos buenos golpes, después de haberle hecho un escándalo delante de todos.

Hoy al leer esta propuesta, reviví ese momento y me pregunté, ¿qué habrías hecho si hubieses encontrado a la maestra? ¿qué le hubieses dicho? ¿cómo habrías reaccionado si la hubieses encontrado en su aula de clases con otros niños? y reflexionando dije , menos mal que ella no estaba porque aún después de todo ese tiempo mi corazón estaba lleno de enojo y no sé que habría ocurrido.

Ya, como parte del experimento, necesité situarme en el tiempo, crear mi historia y actuarla; agarré mi Pc e hice mi guion. Como mi acción no se llevó a cabo en aquel momento, tomé entonces mi situación emocional actual y la imaginé frente a mi y esto fue lo que salió:


Un momento de liberación (Monólogo)

Lugar (lLa dirección del plantel, solo ella y yo)

Esther : -Hola maestra, espero me recuerde. Soy la Mamá de Christian un niño de 4 años al que usted atendió en 2do nivel y que lloraba mucho. No vengo a escucharla, cualquier cosa que pueda decir sonará hueca porque de esto ya ha pasado mucho tiempo, vine a hablarle de mi hijo. Christian siempre ha sido un niño respetuoso y nunca me habló mal de usted, a pesar de todo. De su baja acción me enteré por casualidad, 4 años después; y al querer encararla supe que ya había recibido su recompensa. Hoy día Christian tiene veintitrés años y ni siquiera la recuerda, la borró de su memoria, algo por lo cual yo me sentiría muy triste porque siendo maestra sé que la real recompensa de este hermosa profesión es encontrarte en cualquier lugar y sentir el saludo alegre y cariñoso de alguno de tus alumnos, alguien a quien quizás no recuerdes pero a quien hiciste mucho bien y quien en ese momento quiere revivir lo lindo que fue estar bajo tu cuidado, y lo mucho que disfrutaba estar en clase contigo. Hasta hace unas horas sentía mucho rencor al recordarla pero ahora, solo doy gracias a Dios porque todo sucedió de esta forma, bien se dice que cada quien cosecha de lo que siembra.
Espero esté bien, le deseo suerte; yo por mi parte trataré de hacer lo que mi hijo de manera inconsciente hizo...


Quiero agradecer a @damarysvibra por esta oportunidad tan especial que resultó ser la mejor terapia de liberación que he podido tener y la razón por la que el monologo tiene este nombre (se lo puse después que lo escribí)

Gracias por tu compañía y lectura. Bendiciones y éxitos

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