Las personas pueden fingir ser alguien que no son, ya sea para engañar, manipular o para agradar y llamar la atención. Un claro ejemplo de esto son las redes sociales, en donde existen muchas personas aparentando ser felices y tener la vida perfecta cuando esa no es su realidad; también las que muestran tener mucho cuando están en quiebra, y como esos, hay muchos otros casos. Esta es una práctica común en la actualidad, lo cual es muy triste.
No todo el que nos sonríe y nos trata cordialmente tiene que ser una buena persona o tener buenas intenciones; así como el hecho de que vistas bien no significa que tienes un gran estatus. Es como una máscara, la cual puede ocultar la depresión, el engaño o las malas intenciones.
En esta vida es muy difícil saber quién es quién, por lo que tenemos que ser conscientes de que a veces nos equivocaremos con las personas, que muchas veces nos traicionaran o nos lastimaran, y que esas serán cicatrices que quedara en nosotros.
Esas experiencias amargas no se olvidan, pero nos sirve de enseñanza para no cometer los mismos errores.
A pesar de que en el mundo existan personas que no son buenas, eso no significa que todas sean así, por lo que tenemos que darle la oportunidad a otras personas de que nos muestren que son de confianza, pero siendo cautelosos y tratando de conocerlos bien.
Quizás nos sorprenda y el que menos pensábamos sea una buena persona. Muchas veces ponemos capas para cubrirnos y que de esta forma no nos hagan daño, esta es la razón por la que no podemos juzgar o llevarnos por las apariencias, tenemos que conocer muy bien a las personas para que nos muestren su verdadero ser, pero esto es algo que toma tiempo. Debemos ser conscientes de que al igual que nosotros nos ponemos capas para evitar que nos lastimen otra vez y nos volvemos desconfiados, otras personas también están en la misma situación.
¿Recuerdan al personaje Shrek y su metáfora sobre las cebollas?, muchas capas. Hay un mundo duro con personas buenas en él que a pesar de todo el daño que les han hecho siguen de pie.
No todo aquel que presuma tener muchos amigos se tiene que llevar bien con ellos y vivir con una buena amistad sin traiciones. En la vida no importa la cantidad, sino la calidad, es mejor tener un grupo de amigos pequeño, pero verdadero y genuino, en el que aunque pasemos muchos años sin vernos, el día que nos reencontremos sea como si nunca nos hubiéramos separado.
En la vida tenemos que ser lo mejor que podamos y actuar bajos nuestros criterios y hacer lo que nos haga feliz, porque esta vida es una sola y hay que vivirla lo mejor posible.
Para mí, vivir engañando, manipulando o fingiendo ser alguien que no somos es desperdiciarlo todo por codicia, por apariencia.
Espero que les haya gustado este artículo. Bye, bye