Me encantan estos temas que me llevan a mi lejana infancia y es por eso que la invitación de mi querida amiga @mercmarg llegó como anillo al dedo, para participar en la interesante iniciativa de la hiver @parauri, que nos trae un argumento bastante importante para la crianza de los niños y es La necesidad del NO | Mirad a los Niños.

Esta propuesta de una vez me llevo a mi infancia y adolescencia, pues al recordar mis No, de parte de mis padres, me hicieron recordar, como me sentía y como lo manejaban ellos. Recuerdo, que siempre me acercaba a mi madre para pedirle permiso, para que ella intercediera por mí con mi padre, al ser este tan estricto, pues pronto aprendí que tenía más posibilidades de recibir una aceptación si así lo hacía y, sin embargo, a veces, era un No rotundo y ya sabia que no había manera de llevar la contraria, no me era permitido y cuando eso sucedía, mi madre junto a mi padre formaban una alianza infranqueable.

Lo que más me molestaba, era que en casi todas las ocasiones, en que la respuesta era negativa, no recibía una explicación acerca de porque no se me daba permiso, eso me frustraba, pues quería saber sus razones y casi nunca la obtenía y debo decir que en varias ocasiones esta curiosidad me llevaba a forzar la barra, es decir hacer las cosas sin el permiso concedido... llevándome la reprimenda luego y topándome con sus razones de frente. Esto me lleva a una experiencia que viví de adolescente, por aquellos años se estilaba a ir a los matinés o fiestas de adolescentes que se daban en cualquier casa de algún amigo, en el mejor de los casos o en la casa del amigo, del amigo, es decir, personas que uno no conocía realmente su entorno.

A mí me tenían prohibido ir a estas reuniones si no era en casa de alguien que mis padres conocieran. Ese día en que nos invitaron a mí y a mis amigas era en la casa de un amigo, de un amigo, je, je, je y yo sabía que me iban a dar un No rotundo, mis padres, así que decidí pasarme por alto su permiso, ya que mis demás amigos iban a ir y no iba a ver problemas, según todos nosotros y sencillamente no quería recibir un No sin más. Nos escapamos luego de clases y nos fuimos; todo iba bien, llegamos al lugar y en efecto era una casa de familia normal, pero no tomamos en cuenta los alrededores, no conocíamos por donde estábamos, ni mucho menos de sus habitantes.

Había unos chicos del sitio, desconocidos para nosotros, obviamente, que querían entrar a la celebración y como no los dejamos entrar, nos juraron vengarse y así fue, nos esperaron afuera de la vivienda, debo decir que nos persiguieron con todo tipo de armas; recuerdo que cuando vimos todo aquello, salimos corriendo como locos sin saber por donde huíamos solo corríamos del peligro. En esos instantes recordé a mis padres y juré no volver a llevarles la contraria, el susto fue muy fuerte. Mis padres nunca supieron que paso afortunadamente, pues el castigo hubiese sido de época, pero yo si sabía lo que me había pasado y eso me mantuvo ya sin tanta frustración cuando me decían No. Lo aprendí de mala manera.

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Luego que fui madre, trate y sigo tratando de no hacer algunas cosas, que me frustraban a mí en ese tiempo. En un principio lo que he experimentado por experiencia propia es que los padres, debemos formar un solo frente, que los hijos no vean fisuras, porque allí viene el querer crear conflictos entre los padres, para obtener una respuesta afirmativa. Esto lo descubrí palpablemente y empece a vivir con mi hija de en medio, pues ella desde bebé siempre tuvo una personalidad bien fuerte y es de la que defiende su posición e ideas a capa y espada y así es para todo. Por otro lado, su padre, al ser su primera hija, tenía como esa debilidad en consentirla en casi todo; los primeros años eso genero mucha controversia entre nosotros.

Hasta que logramos ponernos de acuerdo y respetar la decisión del otro, para poder hacer un solo frente para esta pequeña observadora y luchadora. Cuando tenemos que tomar una decisión, nos ponemos de acuerdo entre nosotros, antes de darle una respuesta y así mantener un mismo frente; cuando ella empezó a ver esto, empezó a aceptar con menos resistencia, los No que en ocasiones le teníamos que dar. Esto lo hemos aplicado con todos los hijos. Como también, dependiendo de las situaciones, hemos negociado los permisos, para que respeten nuestras recomendaciones y para ello le explicamos algunas de nuestras razones y ha funcionado.

Como les he comentado en otras ocasiones, tenemos 3 tesoros, una mayor, mi hija de mi primer matrimonio, pero que mi actual esposo tomo desde los 12 años y nuestros hijos menores. Con todos, tenemos en consideración sus personalidades, eso es otra cosa, por ejemplo el menor es más dócil y menos insistente, más reservado, más observador, así que con él es un poco más sencillo, oírle y explicarle en su momento, el porqué de un No de alguna situación. Más, sin embargo, debo decir que, en ocasiones, él también le gusta exponer sus razones y le gusta negociar los permisos, quizás no con tanta vehemencia como su hermana, pero si con firmeza cuando quiere, pero de una manera más conciliadora je, je, je, es muy astuto.

Con la mayor funciona diferente, pues es adulta y ya hay otras directrices, más, sin embargo, siempre hay reglas que respetar y ya ella las tiene bien claras. Tenemos gracias a Dios entre los 3 adultos (mi esposo, ella y yo) muy buena comunicación y por sobre todo respeto. En el caso de mi esposo, se lo ha ganado pulso a pulso, pues al no ser su padre en un principio fue difícil, pero él poco a poco fue ganándose su respeto y confianza. Entonces, al tomar decisiones importantes nos toma en cuenta tomando en consideración nuestros puntos de vista y cuando no ha sido así, sabe que toda acción tiene una consecuencia y que debe afrontarlas como adulta, que es...

Con esto concluyo que cada hijo es alguien con necesidades diferentes, personalidades únicas y que si cada uno trajera un manual sobre como tratarlo y criarlo, todo fuese más sencillo; que los padres hacemos lo mejor que podemos con las herramientas que hemos obtenido de nuestras propias vidas. En mi caso eso, es lo que he tratado de hacer junto a mi pareja, no ha sido fácil, pero creo que nuestros hijos, se han sentido amados y respetados y eso para nosotros ha sido la clave para conocerles y para que estén lo mejor posible, aparte de que hemos aprendido muchas cosas con ellos, acerca de nosotros mismos como personas, ha sido la experiencia de nuestras vidas, es parte de un todo y para eso tener que decir un No a tiempo, ha sido fundamental para su crecimiento como individuos a veces es necesario.

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Invito a mis bellos amigos @chacald.dcymt, @ismaelgranados y @annafenix a participar en esta interesante temática. Fue un placer para mi como siempre, participar en esta iniciativa; de igual forma estaré complacida en responder sus mensajes en mi cajetín de comentarios, ¡Feliz vida!

English

I love these topics that take me back to my distant childhood and that's why the invitation of my dear friend @mercmarg came as a ring to my finger, to participate in the interesting initiative of the hiver @parauri, which brings us a very important argument for raising children and is The need for NO | Look at the Children.

This proposal once took me back to my childhood and adolescence, because remembering my No, from my parents, made me remember how I felt and how they handled it. I remember that I always approached my mother to ask her permission, so that she could intercede for me with my father, who was so strict, because I soon learned that I had more chances of receiving an acceptance if I did so, and yet, sometimes, it was a resounding No and I knew that there was no way to contradict her, I was not allowed and when that happened, my mother and my father formed an insurmountable alliance.

What bothered me the most, was that in almost every occasion, when the answer was negative, I did not receive an explanation about why I was not given permission, that frustrated me, because I wanted to know their reasons and almost never got it and I must say that on several occasions this curiosity led me to force the bar, that is to do things without the permission granted ... taking the reprimand then and running into their reasons in front of me. This brings me to an experience that I lived as a teenager, in those years it was the style to go to matinees or teenage parties that took place in any friend's house, in the best of cases or in the house of the friend, of the friend, that is to say, people that one did not really know their environment.

I was forbidden to go to these meetings unless it was at the house of someone my parents knew. That day when they invited me and my friends it was at a friend's house, a friend's house, heh, heh, heh, heh and I knew they were going to give me a resounding No, my parents, so I decided to bypass their permission, since my other friends were going to go and I was not going to see problems, according to all of us and I simply did not want to receive a No without further ado. We escaped after class and left; everything was going well, we arrived at the place and it was indeed a normal family house, but we did not take into account the surroundings, we did not know where we were, let alone its inhabitants.

There were some local kids, unknown to us, obviously, who wanted to enter the celebration and as we did not let them in, they swore revenge and so it was, they waited for us outside the house, I must say that they chased us with all kinds of weapons; I remember that when we saw all that, we ran like crazy without knowing where we were fleeing, we were just running from danger. In those moments I remembered my parents and I swore not to go against them again, the scare was very strong. My parents never knew what happened, fortunately, because the punishment would have been epochal, but I knew what had happened to me and that kept me without so much frustration when they said No. I learned it the hard way.

After I became a mother, I tried and still try not to do some things that frustrated me at that time. In the beginning, what I have experienced from my own experience is that parents should form a single front, so that the children do not see cracks, because that is where the desire to create conflicts between parents comes from, in order to obtain an affirmative answer. I discovered this palpably and I started to live with my daughter in the middle, because since she was a baby she always had a very strong personality and she is the type that defends her position and ideas to the hilt and that is how it is for everything. On the other hand, her father, being her first daughter, had a weakness in spoiling her in almost everything; the first years that generated a lot of controversy between us.

Until we managed to come to an agreement and respect each other's decision, to be able to make a single front for this little observer and fighter. When we have to make a decision, we agree among ourselves, before giving her an answer and thus maintain a united front; when she began to see this, she began to accept with less resistance, the No's that sometimes we had to give her. We have applied this with all our children. Also, depending on the situation, we have negotiated permissions, so that they respect our recommendations and for this we explain some of our reasons and it has worked.

As I have told you on other occasions, we have 3 treasures, an older one, my daughter from my first marriage, but that my current husband took since she was 12 years old, and our younger children. With all of them, we take into consideration their personalities, that is another thing, for example the youngest is more docile and less insistent, more reserved, more observant, so with him it is a little easier to listen to him and explain to him at the right time, the reason for a situation. More, however, I must say that, sometimes, he also likes to expose his reasons and likes to negotiate the permissions, perhaps not as vehemently as his sister, but with firmness when he wants, but in a more conciliatory way heh, heh, heh, heh, he is very astute.

With the eldest it works differently, because she is an adult and there are already other guidelines, more, however, there are always rules to respect and she already has them very clear. We have, thank God, between the 3 adults (my husband, her and me) very good communication and above all respect. In the case of my husband, he has earned this respect, since he is not her father at first it was difficult, but little by little he gained her respect and trust. Then, when making important decisions he takes us into account taking into consideration our points of view and when it has not been like that, he knows that every action has a consequence and that he must face them as an adult, which is....

With this I conclude that each child is someone with different needs, unique personalities and that if each one brought a manual on how to treat and raise them, everything would be simpler; that parents do the best we can with the tools we have obtained from our own lives. In my case that, is what I have tried to do with my partner, it has not been easy, but I think our children, have felt loved and respected and that for us has been the key to know them and for them to be the best possible, besides we have learned many things with them, about ourselves as people, it has been the experience of our lives, it is part of a whole and for that having to say a No in time, has been fundamental for their growth as individuals sometimes it is necessary.

I invite my beautiful friends @chacald.dcymt, @ismaelgranados and @annafenix to participate in this interesting topic. It was a pleasure for me as always, to participate in this initiative; likewise I will be pleased to answer your messages in my comments box, Happy life!

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