When we think of pets, the first ones that come to mind are dogs and cats, as they are usually the most common in homes. In my case, although I had many dogs throughout my life, I never established a relationship with them like the one I had with Brownie.
Brownie was my little baby, a beautiful bunny that came into our lives as a gift from heaven, because he arrived without looking for him and without even thinking about it, because just a week before we had lost our previous bunny, and I was reluctant to receive a new one at home, until a friend who was leaving the country wrote me to ask me if I could keep hers.
At first I said no, because I was super sad about the death of Grumpy (the previous bunny), but she insisted a bit, and told me to think about it before answering.
The truth was something I didn't even want to think about, but even so, I talked it over with José, making it clear that if we accepted him he would live upstairs with us, and not in the yard where he was in more danger, and having him inside meant making him a home.
Finally, we got organized and Brownie came to live with us, and from the first moment I fell in love with him. He was such a sweet little thing, with the cutest look you can imagine, and instead of a rabbit he looked like a dog. He would chase me around the house looking to be close to me, and even beg for petting.
He was free during the day, and in the evenings or when we went out, we put him in his little house, otherwise he would eat everything in his path. He was by my side at all times, asking for and giving affection.
He would lie next to me for me to pet him, and when I was done, he would lick my feet, specifically, ankles and toes, so if I had to get a Brownie tattoo, it would be right above my ankle.
It would be a color tattoo... just his face to the base of his neck, and the main characters would be his gorgeous eyes, I wish they could capture the tenderness of his gaze, his long eyelashes that completely melted me, and the fur around his neck that was super thick, and it was the area where he liked me to pet him the most, and for me, an extremely relaxing action.
As you can see, I speak in the past tense, and that's because after two and a half years at home, Brownie died a few months ago.
We didn't know the reason, but we assume it was due to an animal bite, since it was one night that he didn't let himself be caught to keep him at home and was left loose in the garden. Those were extremely difficult times, and until today I had not wanted to talk about him, because although some months have passed, his absence still hurts a lot.
I had never had a pet living indoors before, let alone one that gave so much love. Without a doubt, Brownie earned a special place in my heart. He was the best "bunnydog" in the world.
I Love you my sweet Brownie.
I take the opportunity and invite my friends @sugarelys, @doriangel and @helloisalbany
Cuando pensamos en mascotas, los primeros que vienen a nuestra mente son perros y gatos, pues suelen ser las más comunes en los hogares. En mi caso, aunque tuve muchísimos perros a lo largo de mi vida, jamás establecí con ellos una relación como la que tuve con Brownie.
Brownie era mi bebé pequeño, un conejito hermoso que llegó a nuestras vidas como regalo del cielo, pues llegó sin buscarlo y sin pensarlo siquiera, pues apenas una semana antes habíamos perdido a nuestro anterior conejito, y yo estaba negada a recibir uno nuevo en casa, hasta que una amiga que se iba del país me escribió para preguntarme si podía quedarme con el suyo.
De entrada le dije que no, porque estaba súper triste por la muerte de Grumpy (el anterior conejito), pero ella insistió un poco, y me dijo que lo pensara bien antes de responder.
La verdad era algo que no quería ni pensar, pero aun así, lo conversé con José, dejándole claro que si lo aceptábamos viviría arriba con nosotros, y no en el patio donde corría más peligros, y tenerlo dentro implicaba hacerle una casa.
Finalmente, nos organizamos y Brownie vino a vivir con nosotros, y desde el primer momento me enamoré de él. Era una cosita demasiado dulce, con la mirada más tierna que puedan imaginarse, y en lugar de un conejo parecía un perro. Me perseguía por toda la casa buscando estar cerca de mí, e incluso pedía caricias.
Él estaba libre durante el día, y en las noches o cuando salíamos, lo metíamos en su casita, pues de lo contrario se comía, todo lo que encontrara a su paso. Estaba a mi lado en todo momento, pidiendo y dando cariño.
Se tendía junto a mi para que lo acariciara, y cuando yo terminaba de hacerlo, él lamía mis pies, específicamente, tobillos y dedos, así que si tuviese que hacerme un tatuaje de Brownie, sería justo encima de mi tobillo.
Sería un tatuaje a color... solo su cara hasta la base del cuello, y los protagonistas serían sus ojos preciosos, quisiera que pudiesen capturar la ternura de su mirada, sus largas pestañas que me derretían por completo, y el pelaje alrededor de su cuello que era súper espeso, y era el área donde le gustaba más que lo acariciara, y para mí, una acción en extremo relajante.
Como ven, hablo en pasado, y eso es porque después de dos años y medio en casa, Brownie murió hace unos meses.
No supimos el motivo, pero asumimos que fue debido a la picada de un animal, ya que fue una noche que no se dejó agarrar para guardarlo en su casa y quedó suelto en el jardín. Fueron momentos en extremo difíciles, y hasta hoy no había querido hablar de él, porque aunque pasaron algunos meses, su ausencia todavía duele mucho.
Nunca antes había tenido una mascota conviviendo dentro de casa, y mucho menos una que diera tanto amor. Sin lugar a dudas, Brownie se ganó un lugar especial en mi corazón. Fue el mejor "perrinejo" del mundo mundial.
I Love you my sweet Brownie.
Aprovecho la oportunidad e invito a mis amigas @sugarelys, @doriangel y @helloisalbany