La música y el mundo azul.

Esta semana la temática de la columna poética azul ha sido cambiada a la música y el mundo azul, y presento el sigueinte trabajo con base en experiencias vividas recientemente con niños de este mundo azul.

Después de durar toda una vida impartiendo clases de educación musical, reconozco que ahora es cuando me detengo en este caso. Y me pregunto cuántos niños azules integraron los grupos musicales o culturales durante esas décadas de trabajo. Y, claro que sí los tuve, y muchos.

Es ahora cuando me detengo a pensar en esos niños que, gracias a Dios, siempre conduije con cariño y respeto, al igual que a los demás alumnos, porque esta vez sí estoy consciente de la realidad.

El 28 de noviembre fundé la agrupación "Grupo Infantil Cultural Pariapán", y una representante de advirtió de que sus 2 niños, uno de 8 años, y el otro de 7 son del mundo azul.

En la agrupación son muy queridos. Y son tremendísimos

En esta oportunidad sí me he dedicado con más atención y cuidado al trato hacia ellos sin manifestar nada que refleje preocupación.

Debo decir que son 2 niños muy inquietos y a la vez distraídos para la actividad del canto coral, y debo hacer que vuelvan a los ensayos. Y se logra.

Algo que noto es que ellos no molestan a los demás niños, sino que su objetivo está entre ellos dos. Pero por lo demás, son dos muchachos de una excelente memoria que en pocos minutos se aprenden una estrofa o copla con su melodía y son muy rítmicos y afinados.

La música en el mundo azul proporciona bienestar y entretenimiento de los niños y en el caso de estos niños, les gustan las canciones tocadas con el cuatro.

Que Dios bendiga a nuestro mundo azul.

Nota:
Por problemas de salud he estado bastante inactivo.

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