“Antes de criticar a alguien, asegúrate de tener tu vida en perfecto orden", es una frase, extraída del libro “12 reglas para vivir” del psicólogo Jordan B. Peterson, es la base sobre la cual escribo este artículo, porque releyendo el libro descubro una perspectiva desde la cual brota una profunda sabiduría que me invita a la introspección y la responsabilidad personal.
La introspección nos dice la web Enriccorberainstitute:
La palabra introspección proviene del latín y su definición es “la acción de mirar hacia dentro”. Se trata de un acto reflexivo de nuestra mente que nos permite ser conscientes de los propios estados emocionales, sentimientos, pensamientos y creencias, es decir, nos permite conocer nuestro estado interno. El propósito de entrenar la introspección es poder observar lo que ocurre en nuestra mente e indagar en nuestra psique, para hacer conscientes informaciones que se mantenían en un nivel inconsciente. De este modo, vamos conociéndonos a nosotros mismos más y más.
Es decir, es la capacidad de autoevaluarnos para saber qué y por qué lo hacemos, ayudándonos a ser conscientes de todos aquellos aspectos que necesitamos sanar y trabajar arduamente para lograr un desarrollo personal, debido que, solemos proyectar nuestro interior en el exterior, es decir, juzgamos a los demás porque hay algo en nosotros con lo que tal vez no nos sentimos del todo bien.
Podemos partir del hecho de aceptar que criticar a los demás es una tendencia humana natural. Nos detenemos y observamos las faltas en otros con facilidad, señalando sus errores y defectos con una lupa implacable. Sin embargo, pocas veces nos detenemos a reflexionar sobre nuestras propias acciones y a examinar las imperfecciones que habitan en nuestro propio vida.
Se nos olvida que así como nosotros, nadie es perfecto. Todos erramos, tropezamos en este camino y navegamos por un océano llamado vida, donde nuestras propias cargas y dificultades nos hacen tambalear, experiencia que olvidamos al momento de juzgar a alguien, sobre todo cuando nos tenemos en cuenta el contexto personal, sus experiencias y sus luchas internas.
Cuando criticamos al otro, ejercemos un acto de arrogancia e ignorancia, sobre todo cuando no somos capaces de ordenar nuestra propia casa.
Nos dice la sabiduría popular que antes de señalar con el dedo acusador, es necesario realizar un ejercicio de introspección, honesto y profundo.
Hoy ante cualquier situación, en la vida digital o en el entorno físico, opinamos, denunciamos y hasta llegamos a exigir. Es triste, pero así estamos.
Eso es un indicio de que no estamos enfocamos en mejorar nuestra propia vida, si lo estuviéramos, la critica a los demás no estaría presente, porque esa energía la invertiríamos en nosotros mismos, para para crecer y construir.
Cuando ordenamos nuestra casa, los demás se convierten en compañeros de viaje en este poema que llamamos vida. Nuestra propia casa se comienza a ordenar hoy mismo. Bienvenido.
Before criticizing, let's put our house in order
"Before criticizing someone, make sure you have your life in perfect order", is a phrase, extracted from the book "12 rules for living" by psychologist Jordan B. Peterson, is the basis on which I write this article, because rereading the book I discover a perspective from which springs a deep wisdom that invites me to introspection and personal responsibility.
Introspection tells us the website Enriccorberberainstitute:
The word introspection comes from Latin and its definition is "the action of looking inward". It is a reflective act of our mind that allows us to be aware of our own emotional states, feelings, thoughts and beliefs, that is, it allows us to know our internal state. The purpose of training introspection is to be able to observe what is going on in our mind and to delve into our psyche, to make conscious information that was kept at an unconscious level. In this way, we get to know ourselves more and more.
That is, it is the ability to self-evaluate ourselves to know what and why we do it, helping us to be aware of all those aspects that we need to heal and work hard to achieve personal development, because we tend to project our inner self on the outside, that is, we judge others because there is something in us with which perhaps we do not feel quite right.
We can start by accepting that criticizing others is a natural human tendency. We stop and look at the faults in others with ease, pointing out their mistakes and shortcomings with a relentless magnifying glass. However, we seldom stop to reflect on our own actions and examine the imperfections that dwell in our own lives.
We forget that no one is as perfect as we are. We all err, stumble on this path and navigate an ocean called life, where our own burdens and difficulties cause us to flounder, an experience we forget when we judge someone, especially when we do not take into account the personal context, their experiences and their internal struggles.
When we criticize others, we exercise an act of arrogance and ignorance, especially when we are unable to put our own house in order.
Popular wisdom tells us that before pointing an accusing finger, it is necessary to carry out an honest and profound exercise of introspection.
Today, in the face of any situation, in digital life or in the physical environment, we give our opinion, denounce and even demand. It is sad, but that is how we are.
That is an indication that we are not focused on improving our own life, if we were, the criticism of others would not be present, because that energy would be invested in ourselves, to grow and build.
When we order our house, others become fellow travelers in this poem we call life. Our own house begins to be ordered today. Welcome to our home.
CRÉDITOS
Banner elaborado en PSD con fotos propias y logo de IAFO
Logos redes sociales
Traductor Deepl