Desde que el ser humano abre sus ojos a la vida, está arriesgando. Arriesga la madre que durante nueve meses lleva en su vientre la semilla fruto de su amor, que le regalarà vida a la vida.

Arriesga ese ser que saliendo de la comodidad de otro que lo protege, abre los ojos al mundo para vivir, crecer, evolucionar, a veces fracasar y, por supuesto, aprender.

Y es que la vida está hecha de riesgos, de aventuras y emprendimientos.

Si bien es cierto que también hay que medir las consecuencias de los actos que conllevan dichos riesgos, no hay que dejar de vivir las experiencias, que buenas o malas, siempre nos dejan una enseñanza.

Muchas veces nos perdemos de cosas o momentos que nos den felicidad, por el simple prejuicio de no arriesgarse a alguna acción, bien sea por el miedo a fracasar o en algunos casos, por el qué dirán. Y es que fracasar, también es parte de la vida.

Todo en la vida tiene su porqué y, el fracaso, lleva consigo visos de aprendizaje, todo va a depender de como estemos enfocados en nuestro día a día.

Como bien dice el dicho que nos trae hoy a otra edición de esta mágica iniciativa llamada Energy Refill, quien no arriesga, no gana ni pierde, y yo le agregaría, pero tampoco sabría si hubiera podido ganar.

La vida se trata de asumir riesgos, claro está, siempre autopreservando nuestra existencia ya que, tampoco nos lanzaremos a algo que pueda atentar contra nuestras funciones vitales por el simple hecho de querer arriesgar.

Siempre hay que tener un toque de locura en nuestras acciones pero, a la vez, algo de prudencia, yo lo llamo simplemente equilibrio en las emociones.

Si nos quedamos estáticos, sin intentarlo siquiera, estaremos condenándonos al estancamiento y por ende, a no evolucionar ni avanzar en la vida.

Asumir riesgos es sentir que estamos vivos, que vamos hacia algún destino, que amamos lo que hacemos y que nuestra existencia tiene un valor más allá de lo predecible y cotidiano.

Es luchar por alcanzar un objetivo, uno que nos haga saber el porque y para qué estamos en este mundo que a veces resulta difícil y algo cruel, pero que definitivamente es hermoso en muchas de las facetas que nos presenta cada dìa.