Cinco peligros del Tratado sobre Pandemias / Five dangers of the Pandemic Treaty

Después de la experiencia con el virus chino, Covid-19, y su devastador impacto, los organismos internacionales se han esforzado por mitigar los riesgos y establecer iniciativas para hacer frente con eficacia a futuros brotes.

Una de estas iniciativas es la propuesta de Tratado sobre Pandemias, que pretende abordar los retos de las pandemias mediante la cooperación mundial.

Sin embargo, como pregunta David Thunder: ¿Califica el historial de la OMS para ser el líder mundial en la lucha contra futuros brotes de enfermedades infecciosas?

Lo primero que debemos recordar es que la pandemia del virus chino puso de relieve importantes deficiencias en la capacidad de la OMS para responder eficazmente a las crisis sanitarias mundiales. La respuesta inicial de la organización al brote fue lenta y carente de transparencia. La demora en declarar el COVID-19 una emergencia de salud pública de importancia internacional y una pandemia, debe ser una alerta sobre la capacidad de la OMS para brindar un liderazgo oportuno y decisivo en situaciones de crisis.

Sumemos a ello, el manejo de la información por parte de la organización y su comunicación con nosotros, el público, la cual obedece a una estructura de gobernanza donde el proceso de toma de decisiones de la organización involucra a los estados miembros, lo que lleva a que las decisiones políticas influyan de mayor manera que los intereses de las personas en lo correspondiente a decisiones de salud pública.

Otro aspecto que debemos considerar es el hecho que la OMS depende en gran medida de la financiación de los estados miembros, lo que crea desafíos para mantener la independencia y tomar decisiones que pueden estar en desacuerdo con los intereses de los principales contribuyentes.

De lo anterior expuesto, considero seis grandes peligros del Tratado sobre Pandemias:

  • Control Mundial: El Tratado puede ser utilizado como una herramienta de control mundial, permitiendo a los gobiernos y las organizaciones internacionales tomar medidas contra los países que no cumplan con sus obligaciones en cuanto a la prevención y el control de pandemias. Esto podría llevar a la violación de los derechos humanos y a la opresión de las minorías.
  • Debilitación Económica y Política de la OMS: La Organización Mundial de la Salud (OMS) es la principal organización internacional responsable de la prevención y el control de pandemias. Sin embargo, la puesta en vigencia de esta propuesta puede debilitar la capacidad económica y política de la OMS, ya que los gobiernos y las organizaciones internacionales podrían transferir su financiación y sus recursos a la implementación del tratado en lugar de apoyar la labor de la OMS.
  • Falta de Transparencia: La experiencia nos dice que no existe una sana transparencia en la toma de decisiones relacionadas con la salud pública, de allí que los gobiernos y las organizaciones internacionales podrían usar el tratado como una forma de ocultar sus actividades y decisiones.
  • Riesgo de Monopolio: Este Tratado puede crear un monopolio en la producción y la distribución de vacunas y medicamentos, lo que podría llevar a una disminución de la competencia y a un aumento de los precios. Afectando negativamente a la salud pública y a la economía.
  • Conflicto con los Derechos Humanos: El conflicto con los derechos humanos está a la vuelta de la esquina, especialmente en lo que respecta a la privacidad y la libertad de movimiento. Los gobiernos y las organizaciones internacionales podrían utilizar el tratado para justificar las restricciones a los derechos humanos en nombre de la salud pública.

En definitiva, el Tratado sobre Pandemias exige un debate abierto y una revisión profunda para que se tomen las medidas para garantizar que el tratado sea utilizado de manera responsable y que no sea un instrumento de control global.




Five dangers of the Pandemic Treaty
Following the experience with the Chinese virus, Covid-19, and its devastating impact, international agencies have endeavored to mitigate risks and establish initiatives to deal effectively with future outbreaks.

One such initiative is the proposed Pandemic Treaty, which aims to address the challenges of pandemics through global cooperation.

However, as David Thunder: asks, does WHO's track record qualify it to be the global leader in combating future infectious disease outbreaks?

The first thing to remember is that the Chinese virus pandemic highlighted significant shortcomings in WHO's ability to respond effectively to global health crises. The organization's initial response to the outbreak was slow and lacked transparency. The delay in declaring COVID-19 a public health emergency of international concern and a pandemic should be a wake-up call for WHO's ability to provide timely and decisive leadership in crisis situations.

Add to this, the organization's information management and its communication with us, the public, which obeys a governance structure where the organization's decision-making process involves member states, which leads to political decisions having a greater influence than the interests of individuals in public health decisions.

Another aspect to consider is the fact that WHO relies heavily on funding from member states, which creates challenges for maintaining independence and making decisions that may be at odds with the interests of major contributors.

From the above, I consider six major dangers of the Pandemic Treaty:

  • Global Control: The Treaty can be used as a tool of global control, allowing governments and international organizations to take action against countries that fail to meet their obligations regarding pandemic prevention and control. This could lead to the violation of human rights and the oppression of minorities.
  • Economic and Political Weakening of WHO: The World Health Organization (WHO) is the main international organization responsible for the prevention and control of pandemics. However, the implementation of this proposal may weaken WHO's economic and political capacity, as governments and international organizations could shift their funding and resources to the implementation of the treaty instead of supporting WHO's work.
  • Lack of Transparency: Experience tells us that there is no healthy transparency in decision making related to public health, hence governments and international organizations could use the treaty as a way to hide their activities and decisions.
  • Monopoly Risk: This treaty may create a monopoly in the production and distribution of vaccines and medicines, which could lead to decreased competition and higher prices. Negatively affecting public health and the economy.
  • Conflict with Human Rights: Conflict with human rights is just around the corner, especially with regard to privacy and freedom of movement. Governments and international organizations could use the treaty to justify restrictions on human rights in the name of public health.

Ultimately, the Pandemic Treaty requires open debate and a thorough review so that steps are taken to ensure that the treaty is used responsibly and is not an instrument of global control.




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